COLEGIATA DE SANTA MARÍA DEL CAMPO, A CORUÑA



La primitiva iglesia edificada en 1150, lleva el nombre "del Campo" porque se situaba fuera del casco medieval. Algunos autores indican que también era conocida como Santa María del Mar, por haber sido fundada por el gremio de mareantes, aunque otra denominación era Santa María del Portal.

 


Sobre su fundación, se dice también que se trataba de un convento y casa de templarios que, tras desaparecer la Orden, se convirtió en parroquia por orden de Alfonso X en 1256 (este último dato si demostrado).


Debido a la gran devoción que el pueblo de A Coruña tenía a la gloriosa Virgen Santa María, el arzobispo de Santiago don Lope de Mendoza la erigió en Colegiata por decreto de 1441, que fue corroborado por una bula del Papa Eugenio IV, fechada el 16 de abril de 1443.


Constaba de una sola nave, de la que permanece el ábside semicircular, ligeramente desplazado hacia el norte respecto a la nave central, tras las posteriores ampliaciones (s. XIII-XV y XIX),
 




La ampliación a la planta basilical de tres naves de hoy es en 1302, según una inscripción existente en un pilar, y probablemente se incorpora la portada sur de la iglesia anterior, claramente románica.



En el XV adquiere la categoría de Colegiata. A partir de 1880 se amplían las naves hacia la fachada en estilo neorrománico, trasladando las arquivoltas y el tímpano de la portada original. El rosetón ojival, al igual que la torre del campanario, son del XIV. El resto de la fachada es del siglo XIX.





Tres son las portadas del templo; probablemente son los elementos de mayor interés del mismo.

La PORTADA PRINCIPAL (1250), con arco de medio punto y arquivoltas sobre columnas acodilladas y capiteles vegetales. 


En las jambas estaban las figuras de los protagonistas de la Anunciación: el arcángel San Gabriel y Santa María, realizadas en el siglo XV, con una talla tan cuidada que han llevado a calificarlas como "las mejores producciones góticas gallegas". Conservan restos de policromía, aunque en el caso de la figura de María parece haber sido repicada. Fueron añadidas a la portada principal con la intención de completar su programa iconográfico, pero en el momento del traslado de la puerta se decidió suprimirlas. Actualmente se encuentran a la entrada del cuerpo antiguo de la iglesia.




Ornan las arquivoltas hojas de acanto y once figuras colocadas en sentido radial, con la del Salvador en la clave; en el tímpano aparece esculpida la Adoración de los Magos. Ya no se aprecia la pintura que esta portada tenía.



En los extremos de la pieza aparecen dos arquitecturas de dos pisos horadados por arcos apuntados, con almenas, tejado de escamas y una bola como remate, inspiradas por las de la cerca del coro pétreo de la catedral de Santiago. En la  torre de la de la izquierda asoman las tres cabezas de los caballos de los Reyes, de la misma manera que sucede en una pieza procedente del coro mateano, conservada en el museo de la catedral. Se interpretan estas dos arquitecturas como las iglesias judía y la pagana, Jerusalén y Belén, que son los dos orígenes de la Cristiana.




La PORTADA SUR, la más antigua, posee arquivoltas tóricas de ligera forma de herradura, apoyadas en columnas acodilladas en las jambas (dos por cada lado), con capiteles historiados.





El tímpano, sustentado en mochetas con ángeles, enmarca una escena monástica con cinco personajes derechos. 




Algunos autores como Angel del Castillo apuestan por la figura del Apostol Santiago acompañado por peregrinos y otros a una escena monástica. Sin embargo, parece más probable que se trate de San Antón, si se atiende a la información que proporciona un documento de 1521, en el que se menciona una propiedad situada ”en frente a la puerta de Santo Antón de Santa María do Campo”.



La PORTADA NORTE del edificio, simétrica de la anterior, presenta en el tímpano, también sustentado en mochetas con ángeles, una escena que pudiera corresponder al martirio de Santa Catalina de Alejandría, a juzgar por las ruedas que rodean a la figura principal.





















Aunque las figuras están bastante deterioradas: la santa aparece de pie y en actitud orante, centrando la composición. Viste túnica hasta los pies, ceñida a la cintura, y une sus manos en oración. Está flanqueada por cuatro ruedas con clavos, instrumentos de su martirio. Desde la parte superior, a un lado de Santa Catalina, aparece un ángel, el mismo que hace saltar en pedazos estas ruedas impidiendo que se cumpla el cruel sacrificio; al mismo lado se talló una flor de lis, en referencia a la virginidad de la cristiana. Al otro lado de su cabeza aparece una paloma, animal que la había alimentado en la prisión. El emperador Maximiano, vestido también con larga túnica, y el demonio que le inspira se hallan frente a la santa.



En el interior como ya indicamos, está conformada en tres naves paralelas, de las cuales tan solo la central acaba en cilindro absidal. La bóveda de este ábside central, descansa sobre arcos fajones y arcos de medio punto peraltados.
 




Las naves laterales son más estrechas que la central y acaban en testero recto, se recrecieron con extrañas estructuras que recuerdas vagamente a triforios.

 En la correspondiente al lado norte, se ha abierto vano para comunicarlo con la capilla gótica de la Virgen de la Estrella, mientras que el sur proporciona fondo a un Crucificado.


 



De los CAPITELES que decoran el templo, tan solo en cuatro hay elementos historiados, cuya temática y estilo son góticos, lo que los encuadra dentro de la segunda campaña constructiva de la iglesia. 

Podemos encontrar una Adoración de los Magos; 



una escena de caza de un rumiante de grandes cuernos, en la que dos hombres con sus perros lo acosan con sus hachas ; 



eres monstruosos de cuerpos escamosos, cola de serpiente y patas de león, pero con caritas toscamente humanizadas y por fin, una pequeña carita asomando en lo alto de un capitel por lo demás vegetal.



Las numerosas intervenciones que el templo ha sufrido, quedan reflejadas en inscripciones en sus columnas o en la creación de capillitas en el espesor de las mismas.



IMAGEN DE S. ANTONIO
IMAGEN DE SANTIAGO
IMAGEN DE SANTA MARÍA
 La creciente importancia de Santa María do Campo desde su fundación llevó a que personajes importante de la ciudad decidieran enterrarse en su interior.



Importante Escultura Funeraria.




En el lado norte del presbiterio se sitúa el sepulcro de Fernando Bermúdez de Castro, primer abad de la Colegiata, fallecido en 1515, aunque también parece yacer en el mismo sitio Fernán Rodríguez, primero de los presidentes del Cabildo. Fundador de los Estados de Montaos, Canónigo que fue de Santiago y Arcediano de Nendos, dueño y señor del lugar de Caión, Abad mitrado de la colegiata desde 1494 a 1515. Encuéntrase su sepulcro en un lucillo de arco rebajado, sumamente decorado, en el que destaca un fino angrelado hoy mutilado en sus extremos grumosos y flanqueado por dos hermosos flameros. La yacija luce en su frente una cuidada decoración de dos filas de rosetas de clara innovación renaciente. En la parte superior del lecho sepulcral, que deja libre el cuerpo de la figura yacente, se lee la inscripción, ya incompleta, siguiente: "AQVI JACE DON FERNANDO DE CASTRO SEÑOR DE MONTAOS...". el personaje está vestido con ropas sacerdotales y la cabeza, que se toca con alto birrete, descansa sobre dos bajos almohadones. En el arranque interior del arco y parte de la cabecera, se encuentran dos bellos ángeles genuflexos portando uno un cáliz y otro un cirial. La mano derecha , por flexión del brazo, queda bajo la cabeza. En tanto la mano izquierda se tiende sobre el cuerpo sosteniendo un libro abierto. Al fondo del lucillo aparecen recostados tres escudos: los de los extremos, iguales, están partidos y lucen los roeles de los Castros y los jaqueles de los Bermude, el del centro, también partido, con cadena en palo sobre jaquelado, de los Bermúdez y Castillo montado sobre puente de los Montaos. 


En las naves laterales se observan igualmente varias sepulturas. Por el norte, en el tercer tramo, se conserva la de Rodericus Michaelis, último párroco de Santa María antes de ser  erigida en colegiata, construído hacia 1440.

En el cuarto tramo está la de Fernán Moula y su esposa Sancha Martínez, bajo sendos arcosolios apuntados, datados por una inscripción en 1393. De modo curioso, aunque no singular, las figuras aparecen representadas en bajo relieve en el frente del arca sepulcral. El primero pertenece según inscripción grabada en el fondo del lucillo a Don Fernán. "AQV: IAZ: FERNAN MOVLA: QVE FINOV: ERA: DA NACENCIA: DE MIL ET CCC ET XC. ET III ANOS. El segundo con una inscripción igualmente colocada y grabada dice: AQV: IAZ: SANCHA MARTIZ: MOLLER: DE FERNAN: MOVLA: QVE FINOV ERA DA NACENCIA DE M. ET CCC. ET. XC. ET III. AÑOS. La figura de la dama, también ricamente vestida, exhibe en su cabeza un curioso y amplio tocado que rodeando el rostro se eleva para terminar en pico. Sin duda se trata de aquellos complicados peinados que impuso la moda centroeuropea, principalmente francesa y borgoña, en los finales del siglo XIV. 


En el primer tramo del muro sur se encuentra el de don Juan de Andeiro, fallecido hacia 1477, y su esposa, contemporáneo de los anteriores. Sobre el arco y hacia sus extremos aparecen dos escudos, que lucen en sus campos uno cinco llagas y otro un jarrón con flores, que constituyen las armas de la Colegiata. Bajo el escarzano arco se cobija la yacija que presenta en su tapa la figura de una Dama, en tanto en el frente se representa en bajo relieve la efigie de un personaje revestido con suntuosos ropajes. En el centro del cuerpo del hombre,, aparece esculpido el escudo, medio partido y cortado que luce en los dos cuarteles superiores tres barras y tres piñas, y en el inferior un puente de tres arcos. Juan de Andeiro se identifica como el personaje que figura como cumplidor y heredero del Prior de la Colegiata, Don Fernando Bermúdez.


Sobre el cuerpo de la Dama, a media altura de aquel, se ve esculpido un escudo que tiene en comble escrita la palabra ANDEIRO y partidos bajo ella las tres tablas o barras y el castillo de esta familia. 



Infinidad de marcas de cantero podemos hallar por el templo. Más sencillas y menos aparentes las originales del periodo románico, y profusas y más elaboradas las que señalan sillares de la bóveda neorrománica.



 
CAPILLA DE NUESTRA SEÑORA DEL PORTAL (S.XVI)





En la coqueta plaza del atrio, podemos admirar un bonito crucero. La iglesia ha sido declarada Bien de Interés Cultural  en 1931. 
 


 
INFORMACIÓN RECOGIDA DE LOS SIGUIENTES ENLACES

ARTE ROMÁNICO EN EL GOLFO ÁRTABRO Y EL ORIENTE CORUÑÉS (pdf)




VISITA OTROS SORPRENDENTES LUGARES DEL AYUNTAMIENTO DE A CORUÑA EN ESTE ENLACE, CON UN MAPA PARA LLEGAR A CADA UNO DE ELLOS.

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