Las características morfológicas de las costas gallegas y la presencia
frecuente de lluvias y nieblas, han llevado a que el litoral esté coronado por
una gran cantidad de faros.
Uno de ellos es éste privilegiado faro, que se alza solitario en la punta
norte de la entrada a la ría de Muros y Noia, un espacio extraordinario desde
el punto de vista paisajístico.
En funcionamiento desde el 15 de Julio de 1862, consiste en una torre
rematada por un local estanco cilíndrico que contiene el haz luminoso con su
sistema óptico, y que sirve de señal y aviso, para los navegantes de una de las
zonas costeras más concurridas de Europa, escenario de numerosos y
trágicos naufragios (CAPITANADE LA SAANE; CARDENAL CISNEROS; TER)
o accidentes (FockeWulf FW 200 Kondor C3-U), que todavía perviven en el luto y memoria de las gentes de la zona.
El Faro se localiza en la Punta Queixal, a los pies del MONTE LOURO,
hermosa mole granítica de 241 m de altura, que se asoma al océano en toda su
inmensidad con su original silueta.
Todo el paisaje que se extiende alrededor, está dotado de una gran fuerza
interior y de elementos privilegiados: laguna, ría, playas, pedregales, faros y
horizonte. Además, la zona está declarada Lugar de Importancia Comunitaria,
Reserva Marina de Interés Pesquero y Punto de Interés Geológico de Importancia
Nacional.
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