CASTRO DE CASTROLANDÍN - CUNTIS

CASTROLANDÍN es un castro de finales de la Edad de Hierro, de tamaño mediano habitado en el momento final de la cultura castreña por aproximadamente unas 100 personas dedicadas fundamentalmente a la agricultura.



Fue levantado en los inicios del s. II a.C. y abandonado a finales del s. I d.C. para no volver a ser ocupado jamás. 



Para entonces, una pequeña villa termal va creciendo a los pies del castro, en el fondo del valle del río Gallo, se trata de las TERMAS DE CUNTIS o TERRA TERMARUM como sería denominada en el medievo Cuntis.


El poblado está defendido por una profunda fosa, con cuya tierra, levantaron un monumental parapeto de tierra coronado por una muralla de piedra.




Durante las excavaciones en el poblado, que comenzaron en el año 2004, se han documentado los restos de 18 construcciones diferentes. De ellas, hoy se pueden contemplar 10 en tres sectores abiertos.



El primero de ellos se extiende sobre una roca grande que centra el poblado, donde aparecieron un conjunto de viviendas de pequeñas dimensiones de forma circular u oval.





En esta parte del castro se encontraba su entrada original. Tras los muros de esta, se distingue un pequeño paseo de ronda. 




Los muros que flanquean la entrada tienen un pequeño entrante donde se encajaba la puerta.



Hacia fuera, la pendiente del terreno es muy fuerte, para salvarla, construyeron unas escaleras hoy restauradas tal y como serían originalmente.



Cuando llegamos a un castro, podemos pensar que cada una de las edificaciones que vemos era una vivienda, en realidad no era así, pudiendo observa en esta zona, una unidad familiar compuesta por una vivienda y un almacén, que se abren a un patio interior. 




El techo era cónico sujeto con un poste del que podemos ver una recreación de su tramo inferior. También podemos ver un banco de piedra y un hogar de losas de piedra, donde se hacía fuego para cocinar y calentarse.




El segundo sector, se encuentra en la zona llana del castro. 



Aquí todo es diferente, las construcciones son mayores y su forma es diversa: cuadradas; circulares; ovales; con atrio… 



En este espacio sobresales una gran construcción cuadrada, construida cuando los romanos ya habían llegado a Cuntis, llamando su atención además, porque es la única del castro que tiene dividido su interior en dos estancias diferentes, cada una con un hogar.



Este sector nos muestra también UNA CABAÑA SOBRE OTRA. De esta edificación llaman la atención varias cosas: tiene un ATRIO o vestíbulo de gran tamaño, lo que la convierte en la cabaña con atrio más al norte de Galicia; e igualmente llamativo es el tamaño de HOGAR central y un muro circular que lo rodea.


Ese muro no es parte de la construcción, es una cabaña más antigua re-aprovechada en parte. Durante la excavación se fueron documentando restos que ayudaron a entender mejor lo que había sucedido. La edificación no era una vivienda sino un TALLER, que años más tarde sería destruido, construyendo sobre él la vivienda que hoy vemos, aprovechando para ello, parte de sus muros y el hogar.


En el tercer sector de la excavación se encuentran las murallas. 




Castrolandín es un poblado bien defendido, para construirlas aprovecharon los materiales extraídos al escavar el foso. En su momento el conjunto de las defensas podrían alcanzar los 5 metros de altura.



Los “MOUROS” aún viven en Castrolandín y hay una  explicación tradicional,  valiosa y útil para las gentes que las construyeron: son leyendas de mouros y tesoros que se esconden en Castrolandín.


Es bien sabido que en la Areeira, un pinar a la entrada del poblado, a veces se ve una gallina con polluelos de oro que desaparecen cuando los quieren coger, se cuenta también que el castro es hueco por dentro, y que en su interior hay enterrada una gran pota de oro y que una viga, también de oro, atraviesa el castro.


  El castro no es sólo un yacimiento, es también un lugar muy especial para los vecinos de Castrolandín, pues aquí celebran la FESTA DOS FACHOS, rodeando la muralla con 52 antorchas, de las que cuelgan siete piñas simbolizando las semanas del año y los siete días de la semana.. Esta fiesta prohibida en los años 40, se ha vuelto a recuperar desde el año 2000, gracias a la Fundación Terra Termarum, que tienen como objeto, la protección y promoción del patrimonio arqueológico de Cuntis.




El Castro de Castrolandín tiene asociado un CENTRO DE INTERPRETACIÓN situado en el casco histórico de la Villa de Cuntis, gestionado por la Fundación antes mencionada, donde se muestra de manera didáctica la forma de vida de la cultura castreña. Dispone además de un TALLER DE CERÁMICA CASTREÑA en el que, desde la perspectiva de la arqueología experimental, se está realizando una importante labor en la recuperación de formas de la cerámica tradicional castreña y más concretamente de la documentada en Castrolandín.




Un paseo por él acompañados del tema "Os teus ollos" de Milladoiro.

Fotos de Carlos Brey. Edición de Sonia García.



INFORMACIÓN RECOGIDA DEL SIGUIENTE ENLACE




 LUGARES DEL AYUNTAMIENTO DE CUNTIS EN ESTE ENLACE.


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