CABO DE SAN ADRIÁN Y LAS SISARGAS, MALPICA

Llamado Pico do Castro o Monte do Beo, el CABO DE SAN ADRIÁN tiene una altura de 182 metros. El topónimo de Pico do Castro se debe a la posible existencia de un poblamiento que pudo existir en lo alto.

Disponemos de dos formas de llegar al cabo, en coche por la carretera asfaltada o, dando un pequeño paseo desde el centro de Malpica. Durante este trayecto podemos apreciar unas increíbles panorámicas, entre ellas la playa de Seaia.



El cabo de San Adrián o Santo Hadrián, es un buen punto de observación de los pasos migratorios de aves de septiembre a octubre. De gran riqueza geológica, ornitológica y paisajística, el cabo acoge a numerosas especies que buscan alimento en el continente.


En el camino de la playa de Seaia, se halla cerca del mar una cristianizada piedra de la serpiente, emparentada con la de Gondomil en Corme. La leyenda recuerda el antiguo culto ofilátrico gallego, posteriormente reconvertido y reciclado por los cristianos hacia el protagonismo del Santo.

Narra una LEYENDA que, hace muchos años, esta tierra estaba asolada por una plaga de serpientes. Los habitantes, que no sabían que hacer para deshacerse de ellas, pidieron auxilio a San Adrián. Éste, pisó a una de ellas haciendo que las serpientes se petrificaran o se tiraran al mar, desapareciendo así la plaga. Para testimoniar la leyenda, en los “CANTÍS DO PORTIÑO”, cuando baja la marea, se pueden ver la pisada del santo, la taza donde tomaba la sopa y una veta amarilla que sobresale entre el color más oscuro de la piedra circundante. La veta se enrosca de manera que sugiere exactamente la forma de una serpiente.

En este punto, el más septentrional de Bergantiños, se levantó en el S. XVI la ERMITA DE SANTO HADRIÁN DO MAR, en honor a este santo.


Detrás de la ermita encontramos un MIRADOR con unas excepcionales vistas de la VILLA DE MALPICA; y las hermosas ISLAS SISARGAS.



También desde el cabo, divisamos a lo lejos la silueta del hermoso FARO DE PUNTA NARIGA.


Faro de Punta Nariga desde el Cabo San Adrián

Las Sisargas aparecen en las más antiguas leyendas locales, como el cubil de la monstruosa serpiente que aterrorizaba a la población del cabo de San Adrián.

La superstición de los marinos ingleses que en el siglo XIX consideraban las islas Sisargas, un gran leviatán varado que cobraba vida en medio del temporal para atraer a sus víctimas a los espantosos naufragios, que se contaban en voz baja a la trémula luz de las tabernas de todo puerto.

Las bestias, legendarias o reales, siempre convivieron con los audaces marineros de Malpica, que ya en el siglo XVII asombraron a Cosme de Médici, por su pericia en el arponeo de gigantescas BALLENAS desde de sus frágiles dornas.


Mitologías aparte, la bestia más peligrosa que ronda estas islas, es el mar embravecido que ha causado en sus inmediaciones una lista interminable de NAUFRAGIOS.

Las islas Sisargas son un pequeño archipiélago hoy deshabitado y situado a tan sólo una milla del cabo de Santo Adrián, pudiendo acceder a ellas en travesía de media hora, alquilando algún barco en el puerto de Malpica.




El archipiélago está formado por tres islas, SISARGA GRANDE,...



 MALANTE Y SISARGA CHICA, y una serie de islotes circundantes como CHALREU y XOCEIRO



Las islas son en su mayoría de naturaleza escarpada, lo que propicia que en la Sisarga Grande haya numerosos acantilados. Sin embargo, en esta misma isla podemos encontrar un embarcadero...



... y una pequeña playa en el sur.


En la isla Sisarga Grande, de 1000 m. x 600 m. de superficie y 107 m. de altitud, vivieron varias familias hasta hace pocos años. Actualmente, de la presencia humana sólo son testigos el FARO DE SANTO HADRIÁN y los restos de la ERMITA DE SANTA MARIÑA, destruída en la Edad Media en las invasiones normandas.


El faro se encuentra en la cima de la isla Grande, al lado del antiguo faro y la casa marinera de la Sirena. Lució por primera vez en la noche del 29 de junio de 1853. El Faro actual es de 1915 y fue construido gracias a los esfuerzos de los habitantes de Malpica, quienes subían a pulso las piedras peleando contra el viento que azota las islas. Actualmente está automatizado, pero hasta hace poco vivían allí los fareros en turnos de 10 o 15 días, a no ser que los temporales retrasasen su vuelta a tierra firme, lo cual les ocurría con demasiada frecuencia.



La riqueza ornitológica de las islas queda patente en las numerosas colonias de aves endémicas de estos parajes o que están en peligro de extinción, como la gaviota sombría o la gaviota tridáctila.

Los constantes vientos que soplan incesantemente en el archipiélago imposibilitan el crecimiento de cualquier tipo de especie arbórea, siendo por tanto los resistentes arbustos atlánticos los que protegen la avifauna de esta única reserva ornitológica.


En las Sisargas se encuentran algunos endemismos del noroeste de la península celtibérica. También se debe destacar la flora de los acantilados de las islas y del cabo. En la época de floración de estas especies, los acantilados se tiñen de un bello e intenso contraste entre el verde clorofílico de las plantas y el rosa pálido de sus flores.


Las Sisargas son un privilegiado hábitat para especies migratorias. La soledad atlántica de sus imponentes e inviolables acantilados, protegen a una gran colonia de aves marinas que encuentran aquí el lugar apropiado para su reproducción.


... e van en ringleira
gritando e voando,
en demanda das illas Sisargas,
eu noto reparo.
Ah! quen fora como elas tan libre!..

... y van en linea
gritando y volando,
hacia las islas Sisargas,
yo siento reparo.
Ah! quien fuera como ellas tan libre!...
Eduardo Pondal


Es curiosa la fijación que tantos escritores y artistas fascinados por las Sisargas tienen por la metáfora de las islas como enorme bestia marina. Para Cunqueiro son un megalítico centollo petrificado; para el cronista de viajes inglés Aubrey Bell, el lomo de un oculto cetáceo. El pintor URBANO LUGRÍS —maestro del modernismo— plasmaría este sentimiento en una monstruosa imaginería artística que aún hoy día asombra a los visitantes del HOGAR DEL PESCADOR EN MALPICA.


http://www.laopinioncoruna.es/estaticos/domingo/20080330/imagenes/02-f2.jpg

El Estado gestiona la compra de las tres islas coruñesas —Grande, Chica y Malante— con los herederos del conde de Altamira y de Luz de Mora y Aragón, hermana de la reina Fabiola de Bélgica. De conseguir este objetivo, las Sisargas serían integradas en el Parque Nacional das Illas Atlánticas.



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