SANTA MARÍA DE XUVENCOS, BOBORÁS

Se ubica en la jurisdicción de Xubencos, ayuntamiento de Boborás, en la provincia de Ourense. Un municipio montañoso del interior, típico por los viñedos, las casas señoriales y su gran legado románico.


En Xuvencos existía un castillo, destruido en 1467, en el marco de la Gran Guerra Irmandiña; avala el valor que ya en el pasado tenia este zona.

El nombre de la entidad, procede del latin iuvencus (juvenil), que después de castellanizar y galleguizar, se trasforma en Xuvencos, nombre con el que ha llegado hasta el presente la parroquia.

Este nombre, incita a pensar en su danza procesional, en la FESTA DAS MUDACIÓNS, porque la  realizan los jóvenes del pueblo en honor a su Virgen, Santa María, acomodada en esta iglesia. Por esto y por su nombre, indica que esta danza, autóctona del lugar, es única en Galicia, sino también antiquísima.


De características románicas y rasgos barrocos, la iglesia de Santa María de Xuvencos fue construida aproximadamente a finales del siglo XII y su última restauración, hasta el momento, fue en el siglo XIX.

RELOG SOLAR, DE ALGUNA DE SUS RESTAURACIONES.
 Más, sin embargo, aun transmite la sensación de recogimiento propia de las iglesias medievales,...



... en la construcción de muros de mampostería, presbiterio superior, paredes laterales con ménsulas decorativas y puerta principal de arco apuntado con arquivoltas. 


Fachada principal con alerones, maza y dos cuerpos decorados con pináculos y bolas. Presenta una sola nave, en la que merece la pena observar la puerta principal y lateral. 


Todo el templo decorado con elaborados y admirables canzorros,... 














...y donde los canteros medievales, han dejado su huella en los sillares con sus Marcas de Cantería.


 
Destaca también, el cruceiro del S. XVIII que se sitúa fuera del edificio, conocido como “O CRUCEIRO DO BISPO”.


Tiene adosada la figura de un obispo sedente, rareza de significado desconocido, aunque antaño, se representaban también santos sobre peanas en el fuste llamados “Santini”. Por lo general, imágenes de santos que responden a la devoción del lugar o de los donantes, o la imagen de un fraile.

 

Con plataforma de tres pedestales o escaleras; basa lisa; fuste o varal, de sección octogonal, coralino, con líneas onduladas,...


...y capitel con un cristo crucificado y dos figuras de pie a los lados: la Virgen María a la derecha de la cruz y San Juan a la izquierda de la misma. Curiosamente, idéntica representación en el anverso. Esta escultura es típica de los cruceros góticos. 


Castelao dijo: "Onde hai un cruceiro houbo sempre un pecado e cada cruceiro é unha oración de pedra que fixo baixar un perdón do Ceo, polo arrepentimento de quen o pagou e polo gran sentimento de quen o fixo" (Cousas, Castelao).



La escultura y orfebrería interior pertenece al Barroco, siendo de gran interés las pilas de agua bendita.

Situada en las inmediaciones de la vieja vía de tren que une Ourense con Santiago, se accede a ella a través de una gran escalinata.


Por el lugar cruza la ruta senderista PR-G 77 SENDA DE BOBORÁS.

Sus orígenes como he comentado anteriormente, se trata de un templo románico de transición hacia el gótico, como nos demuestran, los arcos apuntados de sus portadas con su evocación románica.


En su entrada lateral, el ajedrezado de las arquivoltas induce a pensar en la alternancia y elección constante entre la dualidad bien-mal, es otro signo representativo del románico. Con representaciones circulares como: bezantes, rosetas, que son muy frecuentes en arquivoltas, chambrana, tímpanos, dinteles etc, pues con estos elementos comunicaban un valor solar y eucarístico.


PUERTA LATERAL.


El abocinamiento de la portada, se abre al exterior como si fuera un embudo que intenta absorber a la gente. Las arquivoltas se decoran con figuras en forma radial con motivos geométricos, vegetales o figurados. Cada una se prolonga en el muro, el cual se funde con columnas o figuras que hacen la función de jambas.


ENTRADA PRINCIPAL.

Estas como en la mayoría de las iglesias románicas, intenta simbolizan un árbol. El árbol ha sido considerado como representación de los sagrado, pues crece verticalmente desde la tierra hacia el Cielo, siendo fuente de vida (animales que anidan en la copa).


Una puerta románica que, independientemente también del grado de maltrato por el tiempo, aún muestra cuando menos, dos elementos interesantes en su capitel derecho. Serpientes y aves, dos símbolos diferentes pero a la vez relacionados con el conocimiento.


A lo largo de los siglos sufrió varias transformaciones, una en el siglo XVIII que configuró su aspecto actual barroco, y otra a finales del siglo XIX, exactamente en el año 1881 como reza una inscripción en la fachada.


Por encima de la puerta tenemos unos extraños y enigmáticos símbolos, de los cuales se dice que pudieron pertenecer a una iglesia prerrománica anterior, o que bien fueron traídos de algún lugar cercano. La parte frontal de la iglesia todavía los presenta, revelados con desigual fortuna por los efectos del tiempo.











La curiosa serie de desconcertantes módulos simbólicos -quizá de origen visigótico, o cuando menos prerrománicos-, cuyo significado, hasta el día de hoy, continúa siendo un completo enigma; son once y se localizan algunos metros por encima de la puerta principal de acceso al templo.


Dado que la iglesia está muy reformada, cabe preguntarse, si estos materiales proceden de un templo anterior; y si así fuera, como parece probable, no estaría de más plantearse si la distribución secuencial obedece o no a un fin simbólico determinado, cuyo significado se nos escapa.




Pero que nos resulta mucho más intrigante si, como afirma la rumorología popular, los bruxos templarios anduvieron por aquí, independientemente del hecho de que este templo de Santa María, terminara perteneciendo -de lo que sí hay constancia- a una orden rival y heredera de la mayor parte de sus bienes: la Orden del Hospital de San Juan de Jerusalén (ORDEN DE MALTA). Orden que, dicho sea de paso, en honor a la verdad, tuvo una más que destacable presencia en estas tierras Gallegas.


Otro elemento simbólico destacable, se encuentra sin ir más lejos, en el comienzo del cementerio, a la derecha según se sube y al principio de la cerca pétrea que lo circunda. 


 Se trata de una figura, también de piedra, aunque bastante erosionada por la acción del tiempo que, muestra a un ser angélico con una balanza en la mano, hipotética representación del arcángel San Miguel, evidenciando sus funciones terrenales de juez y parte en el juicio de los muertos.



Continuando la señalada cerca y pegada al Huerto del Señor, están los restos de lo que fue la Casa Rectoral de cuerpo rectangular, en una  sola planta sobre una gran plataforma y prácticamente demolida. La maleza invadió el interior y la cubierta se derrumbó. Hoy es difícil llegar a ella por el  estado de deterioro en que se encuentra; prácticamente devastada y repleta de marañas.



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