VILLA DE A GUARDA



Aunque sus primeras reseñas poblacionales se remontan al Paleolítico, la referencia más significativa y relevante la encontraremos en el CASTRO DE SANTA TREGA habitado entre los siglos I a.C. y el I d.C., a los pies del cual posteriormente se asentaría la actual villa. 
 
VISTA DE A GUARDA DESDE EL MONTE SANTA TREGA, A LA DERECHA PARTE DEL CASTRO
Su escenario ribereño propició que sufriera diferentes invasiones. Vándalos; las tropas de Almanzor; los Vikingos; los portugueses durante la Guerra de Restauración Portuguesa, en la que estos toman la villa y el CASTILLO DE SANTA CRUZ ; o durante la Guerra de Independencia contra los franceses.  


VISTA DEL BALUARTE DE SAN SEBASTIÁN EN EL CASTILLO DE SANTA CRUZ
Pero este lugar que también tuvo su pasado templario, supo rehacerse de todos aquellos episodios cruentos, convirtiéndose en una atractiva y colorida localidad típica marinera.  



Un agradable paseo por su casco histórico nos descubrirá buena parte del importante patrimonio que atesora, así como sus hermosas rúas y plazas; o el atractivo paseo marítimo con su importante puerto, donde se ve; respira y saborea su esencia más marinera.



Partiendo del MONUMENTO A LOS MARINEROS (en el que se resalta el duro trabajo de las gentes del mar, así como el de las mujeres rederas), comenzamos nuestro recorrido en este balcón privilegiado al océano que es su PASEO MARÍTIMO, no sin antes detenernos en uno de los muchos restaurantes que asoman a este, para saborear los ricos manjares que llegan diariamente a su puerto. 



Unos metros más adelante nos topamos el MONUMENTO AL MARINERO DESAPARECIDO. Desde aquí tenemos una excelente perspectiva de la bocana del puerto, a la que parece mirar esta figura, que representa la incertidumbre; el dolor y soledad de una mujer, esperando a uno de sus seres queridos, que este indomable mar no le ha devuelto.


Del otro lado de la calle se divisa un CRUCEIRO... 


... y a continuación el CONVENTO DE SAN BENITO. En el año 1558 los hermanos Álvaro, García, María e Isabel Ozores de Soutomaior, decidieron fundar un monasterio de monjas sometidas a la regla de San Benito. Las monjas benedictinas abandonarían el convento en 1983, convirtiéndose hoy en día en un afamado hotel monumento. Su pequeña iglesia deteriorada, se reconstruye en el s. XVIII y ahora se dedica al culto parroquial.



Ascendemos por coquetas y empinadas callejuelas hasta la PRAZA DO RELÓ (Plaza del Reloj), que recibió otros nombres en función de la época y situación política del momento: Plaza Mayor hasta el s. XVI; de la Constitución; más tarde de la República y luego de España. 



Antes de ser plaza constituía el foso de la muralla que rodeaba la villa, rellenándose para construir los edificios que  configuran la plaza que hoy podemos admirar. De estos los más emblemáticos son: el AYUNTAMIENTO; la TORRE DEL RELOJ y la CASA DE LOS ALONSO, una de las tantas casas indianas que salpican este ayuntamiento.




Antiguamente la torre protegía uno de los accesos a la urbe. En el cuerpo observamos dos motivos escultóricos: el escudo heráldico del obispo de Tuí  Diego Fernández de Torquemada, señor jurisdiccional de la villa que ordena levantar esta torre en el s. XVI, blasón que contiene una torre envuelta en llamas (turris cremata-torquemada) y el escudo heráldico de la villa. 



En el edificio que conforma la casa consistorial se distinguen los escudos nobiliarios de familias como los Correa y los Ozores.



Unas rúas más arriba, se encuentra una significativa muestra del patrimonio religioso que atesora A Guarda, la IGLESIA DE SANTA MARÍA DE LA ASUNCIÓN



La iglesia parroquial originalmente románica, se rehace en el s. XVI, siendo también obispo de Tuí, Diego Fernández de Torquemada. En el interior destacan el retablo de la capilla mayor de estilo borrominesco (s. XVIII), dedicado a la Asunción de la Virgen María; el Cristo yacente, obra del escultor local Cándido Sobrino y el Cristo Crucificado en el retablo del altar de las ánimas, que según la tradición popular, es una imagen recuperada del mar, donde fuera arrojada por los católicos ingleses en la época de Henrique VIII.
       

 Aquí, como en la Torre del Reloj, otros dos blasones grabados en granito nos muestran nuevamente, los escudos heráldicos del Obispo tudense D. Fray Diego Fernández de Torquemada, en cuyo pontificado se llevó a cabo la construcción de casi todo el templo y el de las armas de A Guarda, representado por un barco arbolado pero con las velas recogidas.



En nuestro descenso hacia la zona del malecón en el paseo marítimo,...



... nos topamos con una llamativa construcción, un MOLINO DE VIENTO. Debido a falta de pequeños cursos de agua, en A Guarda se conservan algunos ejemplos de este tipo de edificaciones construidas en el s. XVIII.
 
MOLINO DE LA REGENTE
 A lo lejos divisamos otro algo más deteriorado, es una lástima no poder contemplarlos con su primitiva fábrica, totalmente restaurados.
 
MOLINO DEL PENEDO DA GUÍA
“Yo vi, de niño, girar
esos costeros molinos,
que ayudaban a pintar
los crepúsculos marinos.
paraban los campesinos
sus carros a la Oración,
para ver con emoción
aquel paisaje inefable…
¡y aquel cuadro inolvidable
vive en mi imaginación!”

Don Julio Sesto, profesor, escritor y poeta afincado en Méjico.
 
MOLINO DE LA REGENTE
 Llegados al final de paseo marítimo se nos presenta la ATALAYA, reconstrucción de la antigua fortaleza levantada por los portugueses, cuando A Guarda, permaneció en poder del  país vecino durante tres años (1665 a 1668). 


Originalmente esta fortificación circular, abovedada y con piezas de artillería, se emplazaba en el dique que cierra el puerto por el Oeste y comunicaba en la bajamar con tierra firme. En épocas de paz servía de faro hasta que en 1943, contra la opinión popular, fue derribada para permitir la ampliación del dique. 



Reconstruida a finales del s. XX albergar el MUSEO DO MAR que alberga patrimonio relacionado con la vida marinera y una curiosa muestra de conchas de todos los mares del mundo, colección realizada por el malacólogo Ignacio Navarro. Algunas de las piezas que se exhiben tienen un alto valor etnográfico, por ser únicas y porque hace muchas décadas que desaparecieron. También cuenta con diversos puntos de información táctil y una proyección audiovisual sobre el mundo del mar y de la pesca en A Guarda.
 
SANTA TREGA DESDE EL MALECÓN

SANTA TREGA DESDE EL MALECÓN

En el barrio de la Cruzada visitamos la ERMIDA DE SAN CAETANO, construida en el s. XVII en un lugar estratégico ya que fue guía de los navegantes. La actual campana procede del barco inglés "Collingudod", que en 1735 evito el naufragio cuando divisó la capilla. En el atrio de esta ermita muy reformada, se observan dos bellos cruceiros, así como unas estupendas vistas de la villa.




 Desde este punto, podemos dirigirnos por la costa hasta la Parroquia de Camposancos, donde admirar el hermoso Espacio Natural que conforma la desembocadura del Río Miño.

Para ello podemos aprovechar la RUTA DE LAS CETÁREAS y detenernos en alguna de estas curiosas construcciones, que junto a sus molinos antes mencionados, también forman parte del significativo patrimonio etnográfico de este ayuntamiento.

VISTA DE LA CETÁREA DESDE SANTA TREGA
 En el siglo XIX fueron construidas en A Guarda varias CETÁREAS, a las que solamente se podía acceder con la marea baja. Para poder construirlas tuvieron que esperar a las mareas más bajas y utilizar cementos especiales para que al subir la marea no diera al traste con todo lo construido. Su finalidad era la conservación de los crustáceos vivos, sobre todo langostas, lubrigantes, bueyes de mar, nécoras, centollas y hasta camarones. A partir de los años setenta del siglo XX, las cetáreas ya se llamaban viveros, por estar construidos en tierra, en bajos de edificios destinados al efecto, divididos en grandes tanques de cemento por donde circulaba el agua de mar que previamente era bombeada desde la costa. Este sistema fue adoptado por la facilidad de trabajo con los crustáceos y porque se podía recoger el marisco cuando así lo demandaban los clientes, sin esperar a que bajase la marea.



La gastronomía guardesa goza de reconocida fama gracias a la extraordinaria calidad de sus productos y, en especial, de la langosta, por ello desde el año 1991 de modo ininterrumpido se viene celebrando en Julio, la Festa da Lagosta y desde el año 2000, incluyó también una muestra de la gastronomía local con nuevos mariscos y moluscos, por lo que pasó a denominarse FESTA DA LAGOSTA E DA COCIÑA MARIÑEIRA DA GUARDA.
  
VISTA DE A GUARDA DESDE SANTA TREGA

 INFORMACION RECOGIDA DEL SIGUIENTE ENLACE

VISITA OTROS SORPRENDENTES LUGARES DEL AYUNTAMIENTO DE A GUARDA EN ESTE ENLACE.

A POBRA DE TRIVES

El paso de la Vía romana XVIII del itinerario Antonino o Vía Nova que unía Braga y Astorga dejó varios lugares de interés en el municipio. El más destacado es el PUENTE DEL BIBEI (enlace a nuestra publicación), íntegramente romano y junto con el del Freixo, es el puente romano mejor conservado de Galicia. Fue declarado Monumento Histórico-Artístico Nacional. 

Al lado del mismo veremos los miliarios y restos de la vía romana de Codos de Larouco.

Otra huella de los romanos la encontraremos en el atrio de la iglesia de SANTA MARÍA DE VILANOVA, en la cual se conserva un ara datada en el siglo II. Cuenta con una altura de 1,30 metros de alto y tiene un grabado “SEVERVS FI/AVINI FIL/IOVI OP MA/V L S M”.

A Pobra de Trives tiene un pequeño pero interesante casco antiguo, salpicado de pazos y plazas, reflejo de la importancia nobiliaria en la villa.

También podemos optar por visitar el MUSEO DE LA ESCUELA Y LA INFANCIA, en el que hay objetos relacionados con la temática desde el siglo XIX, y el MUSEO DE LA TIERRA DE TRIVES, ambos situados en el edificio de la antigua escuela de Santa Leonor.

A pocos metros nos encontramos el ANTIGUO CASINO, del S. XIX edificio de granito engalanado con unas marquesinas muy elaboradas. En él las familias de pro se jugaban sus fortunas hasta mediados del S. XX que se cerró y se convirtió en vivienda particular.

Enfrente tenemos la  IGLESIA DE SANTO CRISTO, inaugurada el 14 de septiembre de 1885 en ella se encuentra el Santo Cristo traído de Tierra Santa y construido con madera del monte de los Olivos.

A pocos metros se alza el PAZO DEL MARQUÉS, un monumental pazo presidido por las armas de los Quiroga, Gaioso, Domínguez y Losada. Destaca por su elegante arquitectura, conservando la mayor parte de su estructura original. Lo más interesante se encuentra en sus jardines, decorados con auténticos restos romanos.

Siguiendo la misma acera por la que empezamos, a pocos metros nos encontramos el Palacio del Marqués, mansión señorial de construcción moderna, en su fachada presenta un blasón que corresponde al apellido Alvarado.

Unos metros más arriba estaremos en el centro de la parte vieja y nos encontraremos con la Plaza del Reloj y en ella la TORRE RELOJ, que formaba parte de la fachada de la antigua iglesia de San Bartolomé, templo de entre los siglos XIV y XV que fue derribado en 1920. Se reconstruyó y en los años 60 se volvió a tirar. La torre del reloj actual es una reconstrucción del año 1995 y en su puerta unas placas rezan “Como son xa fun, deixádeme para sempre así”.

Seguiremos el paseo por la CALLE REAL, la más antigua de la villa, llena de galerías que ayudan a mantener el calor en las casa. Giramos a la izquierda en la primera calle que encontramos y nos veremos de frente con el PAZO CASANOVA, domicilio privado con la piedra de armas en su fachada de granito.

Seguimos la calle y al doblar la primera esquina nos encontramos en la Plaza Doctor Paz, antigua Plaza de la Pescadería, (llamada así pues era donde antiguamente se vendía el pescado llegado desde Vigo), plazoleta con mucho encanto en donde está la casa más antigua del pueblo.

Vamos hacia la Plaza Mayor, más conocida por la Plaza del Pilón, por situarse allí una fuente de cuatro caños que antiguamente abastecía de agua a las casas.

Frente a esta plaza está la CASA GRANDE DE TRIVES, que conserva casi intacta su antigua configuración original. El edificio se distribuye en torno a un patio central desde donde parte una escalera de piedra que lleva a la primera planta, en la fachada se encuentra su escudo de armas y la capilla de la casa dedicada a la Virgen del Carmen. Fue pionera en pazos de turismo rural de Galicia.

Pasearemos por la calle principal para admirar la arquitectura de muchas de las casas, casas señoriales del S. XIX construidas en granito por las familias que venían a descansar en un principio, pero que terminaron por establecerse en la villa y también alguna casa indiana, llamadas así por ser construidas por emigrantes retornados y que habían hecho fortuna en “las Américas”.

Fuera ya del núcleo urbano, nos acercaremos a conocer el PONTE CABALAR, situado sobre el río del mismo nombre, cuenta con un solo arco y calzada de piedra. Fue reconstruido en el año 1832 y vino a sustituir otro que allí existía, ya que pasaba una calzada romana, aunque no llegó prácticamente nada de su fábrica romana hasta nuestros días.

Declarado monumento histórico-artístico, además de su valor constructivo, hay que destacar el valor paisajístico del ámbito que lo rodea, donde resaltaremos la existencia de dos molinos y la belleza de un paraje lleno de encanto e intimidad, rodeado de árboles y con un continuo sonido de auga.

Al lado del puente aún se conserva buena parte de lo que fue la FÁBRICA DE CHOCOLATE FÉNIX, en funcionamiento de 1889 a 1918. Fue una fábrica de gran fama y calidad que abasteció a la Casa Real en tiempos de Alfonso XIII. El empresario responsable de esta fábrica, José Salgado, mudó la empresa a Argentina casi 30 años después y su actividad aún sigue en marcha.

Otros monumentos que hay en los alrededores son la CASA DE SAN LOURENZO DE TRIVES, el PAZO FREIRÍA o la IGLESIA DE SAN SEBASTIÁN DE PIÑEIRO, que conserva huellas del románico, destacando su pórtico.

En el municipio hay muchos espacios naturales que es imprescindible visitar, todos ellos en los alrededores de los ríos Navea y Bibei.

Una de las vistas más bonitas del río Bibei se encuentra en el MIRADOR DE PONTENOVO. Se sitúa en un espectacular lugar en el que se accede desde la carretera que conecta Trives con Montefurado y constituye un balcón natural al meandro que se forma cuando el río Navea desemboca en el río Bibei.

Uno de los miradores más bonitos de la comarca es el MIRADOR PENAS DE ROME. Fue inaugurado en el año 2022, instalándose bonita plataforma con formas hexagonales y suelo de cristal, que permite acercarte al precipicio para contemplar el hermoso valle del Navea.

No muy lejos se encuentra, en lo alto de una gran roca de granito, el MIRADOR DE PENA FOLENCHE desde la que se obtiene una perfecta panorámica del valle del Navea y de las tierras de Trives y de Caldelas.

El VALLE DEL NAVEA es el que se conserva menos alterado. Destaca por el predominio de la vegetación arbórea, como el gran bosque de San Xoán de Río a un lado del río y al otro, uno de los famosos castañales de la comarca de Trives. Históricos castaños acompañados de los “SEQUEIROS”, construcciones de un piso empleadas para secar las castañas. Algunos están rehabilitándose y para conocerlos, nada mejor que realizar la RUTA DOS SEQUEIROS, que comienza en Folenche hasta el bello paraje de Os Sequeiros, lugar donde se secaban las castañas en los meses de otoño. Esta es una ruta verde y sencilla de algo más de tres kilómetros que es especialmente recomendable hacerla en otoño.

Seguimos el recorrido por el municipio acercándonos al PONTE DE PIAGO, una estructura levantada en el valle del Navea para comunicar los concello de A Pobra de Trives y San Xoán de Río, actualmente ya en desuso por la construcción de un viaducto moderno más grande y ancho.

En las cercanías se levanta el PUENTE NAVEA, un puente de la Vía Nova o Vía XVIII del Itinerario Antonino que unía las ciudades de Bracara Augusta (Braga) y Asturica Augusta (Astorga) construida bajo el mandato de los emperadores Tito y Domiciano en torno al año 80 d.C. El puente actual cuenta con un ancho de 3,75 metros y una longitud de casi 30. Su estructura de un solo arco apuntado de 20 metros de luz, se remonta a la época medieval. La primitiva era de origen romano y mucho más grande, posiblemente con dos vanos, para que las legiones romanas pasasen cómodamente.

Este origen puede observarse en la cantería almohadillada de los arranques de la bóveda, estribos y  muros de canalización, donde es posible descubrir las huellas producidas por la extracción de los anclajes de hierro entre la cantería. Debido a los abundantes restos de fábrica romana el puente fue inventariado y catalogado con la máxima categoría en el Inventario de Puentes Históricas de Galicia y está declarado Bien de Interés Cultural desde el año 1991.

En las proximidades del puente fue descubierto un MILIARIO ROMANO dedicado a los emperadores Tito y Domiciano (reutilizado en la puerta de un alpendre), además de otras lápidas dedicadas a Aelio Sporo y Popolius Hirsutus. También se sabe que muy cerca de este paso, quizás en Trives Vello, se situó la mansión romana de Nemetóbrica, anteriormente Nemetóbriga, capital de la tribu galaica de los Tíburi.

Al lado del puente también nos sorprenderá la arquitectura tradicional, con casas y alpendres de una antigüedad sorprendente; un inmejorable marco natural, compuesto por robles y castaños; y la CAPILLA DE LA ENCARNACIÓN, con una Cruz de la Orden de Malta que hace suponer la existencia de un camino de peregrinación a Santiago y posiblemente un punto de cobro de paso por el puente y albergue en el camino.

Junto al puente podemos iniciar la RUTA DA VÍA NOVA. Recorrido lineal de varios tramos con casi 12 km. En él se podrá ver toda la historia y legado que han dejado los romanos, como sus puentes y miliarios.

Cabe destacar, al sur del municipio, el pueblo de Sobrado, donde destaca el MONASTERIO DE SAN SALVADOR DE SOBRADO, uno de los mejores ejemplos de románico rural que podemos encontrar en la provincia de Ourense. Se trata de un monasterio con origen en el siglo XII y del que hoy solo queda en buen estado su iglesia de nave única y bella portada románica que forma conjunto con una vieja atalaya adaptada como campanario.

Desde el centro de A Pobra de Trives podemos seguir la RUTA DE SOBRADO,  que discurre hasta esta iglesia, en un recorrido lineal de poco más de 5 km.

 A unos 500 metros está el PAZO DE BARBEIRÓN y poco más hacia el sur, el municipio de Manzaneda, donde podemos visitar la única estación de montaña de Galicia. En CABEZA DE MANZANEDA se pueden practicar diferentes modalidades deportivas tanto en verano como en invierno. 

Desde la estación existe alguna ruta de senderismo que nos lleva hasta unas formaciones rocosas llamadas OS PENEDOS DO LOBO.

En el Concello de A Pobra de Trives, se encuentra la RUTA DE PENALONGA, una caminata de aproximadamente 9 kilómetros ida y vuelta, que parte desde el centro de la villa trivesa, discurriendo entre viñedos y lagares rupestres, mezclando paisaje e historia, así como algún elemento patrimonial del Medioevo.

Por último, destacar su rica y variada gastronomía, en la que sobresale el sabor a canela de la 'bica', postre autóctono por excelencia, también reclama, y con razón, su cota de protagonismo cada último domingo de julio.

TODA LA INFORMACIÓN INCLUIDA EN ESTA PUBLICACIÓN, HA SIDO RECOGIDA DE LOS SIGUIENTES ENLACES:

http://www.queverengalicia.com/2014/02/que-ver-en-pobra-de-trives.html

https://www.paxinasgalegas.es/lugares-turisticos-a-pobra-de-trives-2415ep_220ay.html

https://www.guiarepsol.com/es/fichas/localidad/a-pobra-de-trives-623/

https://turismo.ribeirasacra.org/a-pobra-de-trives







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