LAGOAS DO RÍO CALDO, BEGONTE

Begonte abraza un abundante PATRIMONIO NATURAL, la mayoría enmarcado en el cauce de los ríos (Parga, Ladra), o forman parte del terreno inundable de la Terra Chá. 



Conformando humedales de un valor ambiental impresionante, incluidos como LIC Parga-Ladra-Támoga, en la RESERVA DELA BIOSFERA TERRAS DO MIÑO. Primera Reserva de la Biosfera declarada en Galicia (2002) y la segunda más grande de la Península Ibérica.


Uno de estos espacios son las LAGUNAS DEL RÍO CALDO o también llamadas de Pedroso.


Son un conjunto de lagunas ubicadas junto al río Ladra, entre las parroquias de Begonte y Pacios. La mayoría se originaron por las explotaciones mineras para la extracción de arena, arcilla y cuarzo a partir de la década de 1940, aunque en la zona ya existían varias, de las que deja constancia el clérigo y botánico Baltasar Merino en su obra "Viajes de herborización por Galicia" en la que cita una pequeña laguna próxima a los POZOS DO OLLO que acoge algunas especies de plantas que hoy están protegidas.


Estas lagunas albergan durante el invierno numerosas aves migratorias, tales como alavancos, las gallinolas negras, las cercetas reales, las píllaras doradas grandes, los patos cuchara, el asubión, el ánsar ceniciento, el pato ceniciento, el rabilargo etc. La garza real puede verse durante todo el año, así como cigüeñas blancas, la cerceta de verano o el biliruco alinegro y pintado.


Podemos realizar una RUTA que rodea las lagunas y que conecta con el río Ladra, advertir que en época de lluvias el terreno puede estar difícil, al transcurrir por una zona inundable.


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SANTA OLAIA DE LUBRE, ARES

Santa Eulalia de Lubre, también denominada de Santa Olaia, fue antiguamente una iglesia de refugio, de aquellas que disfrutaban el privilegio llamado vulgarmente de "acogerse a sagrado" y que libraba, como es sabido, de cierta acción de la justicia a los delincuentes que se acogían al amparo de sus naves, a manera de aquel otro de que solían disfrutar las torres y casas señoriales.


Para algunos fue la antigua parroquial de la villa de Ares, cosa poco probable porque la gente de mar suele tener sus iglesias a las orillas de aquellas aguas que continuamente surcaban con sus naves. Otros le refieren una notable antigüedad, pues dicen que  aparece en la relación de iglesias que Alfonso II mandó construir al abad Tructinio en el año 830. 


Las noticias históricas se remontan al siglo XII, en el cual consta ya la existencia de Santa Eulalia y de la villa de Lubre, siquiera la palabra villa, por aquel entonces, represente, tan sólo, un lugar con algunas casas.


Por la “Compostelana" se sabe que en el año 1134 el célebre Arzobispo de Compostela D. Diego Gelmírez, de acuerdo con el consejo del Cabildo y asentimiento del rey D. Alfonso VII, concedió al Conde D. Fernando Pérez de Traba, hijo del famoso magnate gallego D. Pedro Froilaz, Conde de Traba, la villa de Lubre a fin de terminar cierta violenta discordia que entre ambos existía. Por la misma obra se sabe también que, en el mismo año, dicho Conde D. Fernando cambiaba con Gelmírez la heredad "vocata S. Eolalia de Lubre" por unos bienes que la "Compostelana" enumera. No debía, pues, de ser tan insignificante esta iglesia y sus beneficios por aquel entonces, cuando de tal manera era objeto de disputa entre el prelado más poderoso de Compostela y la casa más importante de Galicia. 



La Casa de los Andrade ejercía su señorío en el municipio y percibía la renta de frutos llamada "Pan de Chanteiro" que se recogía en Lubre, parroquia matriz de la Villa.


El aspecto de este monumento es un tanto arcaico y pintoresco, haciendo más curiosa a esta iglesia un cobertizo que a manera de rústico pórtico resguarda y cobija la portada, lo que hace recordar aquellas iglesias levantadas en los riscos de las altas montañas de Galicia, donde las inclemencias del invierno lo imponen, o bien aquellos tradicionales atrios de los templos medioevales de nuestras antiguas villas donde solían reunirse los vecinos en "concello" para tratar y resolver los asuntos comunales "a son de campana tañida".



De traza románica su fachada, como si el artista estuviese influido por algún ejemplar del estilo, es, sin embargo, un monumento levantado, seguramente, a últimos del siglo XV o principios del XVI, cuando degeneran ya las formas ojivales.


Tiene un sola nave, amplia para iglesia rural, y un ábside de planta cuadrada como obedeciendo a la forma de la bóveda que había de cubrirlo; según la clásica disposición y tal vez por conservar la orientación de la iglesia anterior, en cuyo lugar, seguramente, se edificó la que hoy existe, mira su fachada al poniente. Amplios arcos de directriz perfectamente apuntada, en los cuales unas delgadas molduras rompen la rudeza de sus aristas, surgen del suelo, previas unas bases cilíndricas, y dividen a la nave en tres compartimientos cuyos muros están rasgados por estrechas ventanas y saeteras que, como en las iglesias románicas, débilmente iluminan el interior de este modesto ejemplar de nuestra arquitectura regional. Gruesos contrafuertes prismáticos y escalonados contrarrestan el empuje de estos arcos que tienen, en su aspecto, mucho parecido con los que sostienen la cubierta de la iglesia de Santiago de esta capital.



La portada principal es de arco semicircular adornado con delgados toros que siguen por las jambas, sin impostas ni capiteles, y solo apoyados, al igual que las molduras de los arcos interiores, en unas bases adornadas con ligeros y monótonos relieves. Sobre esta portada se abre un óculo con molduras que, sin duda, tuvo alguna tracería, pero que hoy solo tiene una reja.


En el exterior y sobresaliendo por encima del conjunto, veremos una hermosa torre campanario de planta cuadrada, a la que se accede por una estrecha escalera desde el interior.


En el interior, alguna que otra lápida sepulcral que muestran escupidos escudos que tienen por armas cruces de Calatrava, un púlpito de piedra igualmente con armas y la probable existencia de un sepulcro señorial bajo un altar de reciente construcción, además de ciertos privilegios de que gozan en esta iglesia determinadas familias de origen linajudo, hacen suponer que en su reconstrucción debieron colaborar algunos personajes de la comarca, de rancio abolengo señorial.

Es uno de los pocos ejemplares que nos quedan de iglesias rurales del siglo XV al XVI, y no, ciertamente, de los que menos merezcan nuestra atención, pues aparte sus amplias y buenas proporciones, acusa el tránsito del ojival al renacimiento, caso poco frecuente en Galicia.


Todo lo que rodea este singular edificio es, cuando menos, peculiar. Ya el topónimo “Lubre”, nos acerca a la antigüedad; a los tiempos de nuestros ancestros; a la época de los Celtas, de los druidas; de los cultos paganos, etc.; pues no en vano los cultos cestas solían realizarse en los bosques sagrados “lubres”, que venían siendo zonas boscosas a las que se les talaban los árboles formando un círculo central, en el cual se realizaban cultos nocturnos con grandes hogueras, antorchas y bailes rituales.


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FORTALEZA DE AMARANTE, ANTAS DE ULLA

Esta Fortaleza medieval, fue fundada en el siglo XIII por la familia Noguerol, condes de Amarante, sobre un antiguo castro.



La Casa de Amarante está relacionada con el MONASTERIO DE VILAR DE DONAS. En el origen de esta familia destacan los numerosos caballeros que en lucha con el “infiel” dieron su vida y su apoyo, eminentemente económico, al Priorato de Vilar de Donas, donde posteriormente tendrían sus sepulcros. Algunos de sus miembros pasaron a Castilla entrando en las órdenes militares en las que tuvieron encomiendas. En tiempo de Enrique II (1369-1379), era comendador de Belvis, en la orden de Calatrava, fray Alonso Gutiérrez Noguerol, y del de la Magdalena de Salamanca, en la de Alcántara, fray Gutiérrez Noguerol, cuyo solar era la torre de Amarante. Fray Gil Rodríguez de Noguerol fue comendador de Caravaca en 1387, en la orden de Santiago.

MONASTERIO DE VILAR DE DONASSarcófago de Don Fernas Ares Noguerol asentado sobre dos leones y un jabalí entre las patas de cada uno, con inscripción al costado de la tapa: "SEPVLTVRA DE DON FERNAS ARES DE NOGUEROL ERA MCCCXVI"

Del antiguo castillo, se conserva una gran estructura de planta oval, que pudo ser una torre o un reducto central, a la que se accede por una puerta ojival, lo que nos lleva a suponer que la construcción es del siglo XIV o XV.

 



Posteriormente se añadió un torreón que no llegó a nuestros días al ser derribado por el gobernador Don Fernando de Acuña. Fue reconstruido por Roi Fernández Noguerol. Este personaje fue uno de los capitanes más destacados en las contiendas entre el arzobispo de Santiago, don Alonso de Fonseca, y Lope Sánchez de Moscoso. También participó en la guerra de Granada en 1480.


Apoyado a esos restos se edificó, ya en el siglo XVII, el pazo o mansión de la familia de los Noguerol, como lo confirman los escudos con las armas de este noble linaje de los condes de Amarante.


De la construcción original tan sólo quedan algunos restos, ya que al igual que las otras fortalezas medievales gallegas, sufrió también los ataques de las revueltas irmandiñas.


El pazo es de ruda arquitectura, destacando las solanas ubicadas en las esquinas del edificio, con balaustres graníticos y sustentados en ménsulas de mayor a menor (más pequeñas, pero similares en factura a las de la balaustrada del Pazo de Santa Mariña de Amarante, también en Antas de Ulla).







La existencia de un HÓRREO asentado sobre el portalón de la entrada hace pensar en su función más reciente como casa de labranza, lejos ya de aquellas luchas medievales que destruyeron la fortaleza inicial.




Existe una LEYENDA que asegura la existencia bajo tierra de unos pasadizos construidos por esclavos, que comunican el pazo con el monte farelo.


Paseando por la aldea, fui fotografiando algunas piedras curiosas incrustadas en los muros de viejas edificaciones,...








... e incluso junto a los muros de la fortaleza.



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MARCO DA ANTA, A LARACHA


Se encuentra en los montes de Santa Locaia (373m), a la orilla de un camino en la cuenca alta del río Anllóns, zona de manantiales y altimetría considerable. Está situado en el límite administrativo entre el ayuntamiento de A Laracha, parroquia de Erboedo y el ayuntamiento de Arteixo, parroquia de Loureda. Divisoria que sigue hacia el SE hasta la Pedra da Cebola, en la que confluyen dichos ayuntamientos y el de Culleredo.



Se trata de un monumento megalítico de demarcación conocido como PEDRA DO CARALLO, Marco da Anta (Monteagudo, 2003), Pedra do Guicho, Marco do Ramallal...



Pese a su importancia, se trata de una piedra sólo señalizada con un panel al principio del sendero que conduce a ella, por lo que resulta un tanto complicado acceder. 


Al poco de iniciar el camino debemos cruzar un regato por un paso de piedra,...


... a unos 40 metros aproximadamente, nos desviaremos del camino a la izquierda y adentrarnos por un cortafuegos que han abierto recientemente. 


El inicio del desvío ya está bastante cubierto por la vegetación y es posible no distinguirlo, por eso pongo estas fotos.



Es un menhir de granito de grano grueso cóncavo – convexo con tendencia al prisma triangular, con vetas de cuarzo y feldespato, que alcanza los 2,05 metros de altura, 75 cm de ancho en la base prismática y 38 cm en la punta. 



Su aspecto fálico se debe a que, cerca de la punta, presenta un surco producido por una veta de cuarzo de cuatro centímetros de ancho, continuando en la cara oeste por otro surco de picadas poco perceptibles.




Esta entalladura recuerda a las que tienen algunos de los ídolos de las antas de corredor, y se interpreta como un rasgo antropomorfo; también se tiene entendido como una representación fálica de la piedra: en la cultura popular la “PEDRA DO GHICHO” o PEDRA DO CARALLO tiene un marcado folclore sexual.



Era costumbre que los marcos, menhires e hitos de demarcación se calzasen con unas piedras que recibían el nombre de testigos, del latín testis (v. Du Cange, testis termini, testacius terminus), porque daban fe de que el límite seguía en línea recta, o en cierta forma marcada por los testis.



El menhir conocido como Pedra do Carallo, es un clarísimo ejemplo gráfico de que la denominación anatómica que reciben los genitales masculinos, carallo y testículos, se ha tomado del campo semántico del megalitismo, en concreto de los dos términos que designan los elementos que forman el hito demarcatorio, el quadrum y sus testis, en virtud de un símil formal. Por lo que no resulta desencaminada la hipótesis tradicional que considera que este tipo de megalitos fueron considerados símbolos fálicos.



En la Geografía General del Reino de Galicia, provincia de A Coruña, aparece recogida esta piedra por primera vez por Carré Aldao en el año 1929. Es el único menhir en pie en A Costa da Morte.



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