"Cascadas, flora, fauna, molinos, batanes, pontellas, hórreos, abellarizas, mámoas, castros… son elementos que conforman el paisaje de esta ruta que discurre, en algunos casos, por antiguos caminos recuperados y, otros, por sendas de ribera". Así nos la describen desde la página del Concello.
Esta atractiva ruta tiene su inicio en el Ponte do Sisto (coordenadas: 43°08'36.5"N
8°51'51.4"W), allí un panel informativo nos explicará las características
de la ruta y lo que en ella nos vamos a encontrar.
Este primer tramo nos enseña seis antiguos molinos.
En la primera intersección (a 865 metros del inicio) tomamos a la izquierda, hacia el merendero de Budián.
Allí (coordenadas: 43°08'16.2"N 8°50'52.7"W), otro panel nos
cuenta la importancia etnográfica de esta aldea.
Continuamos la ruta adentrándonos en la zona más abrupta, pero también la más hermosa, pues como fantásticamente refieren en el folleto del Concello, “En las tierras de Zas existen unos seres mágicos, que pueden ser mouros y mouras, druidas o elfos, pero tan reales que trabajaron a destajo, con las manos desnudas en muchos casos, para que puedas disfrutar de esta ruta”.
Junto al viejo Muiño de Fervenza, esos seres mágicos se esmeraron y crearon un rincón encantador.
Es la FERVENZA DE BUDIÁN, una pequeña pero fascinante cascada con un banco en el que sentarse a disfrutar de este mágico rincón.
Cuentan los vecinos que en el pozo de la cascada hay oro, pero, cuidado, porque también dicen que el pozo no tiene fondo.
No será el banco más bonito del mundo, pero como reza en el respaldo:
Leemos en la información del Concello y podemos comprobar, que el río da Fervenza, de Budián o del Muíño Vello, tiene que salvar, en
este punto, un desnivel, de unos 40 metros en un trecho de medio kilómetro, por
lo que son frecuentes los saltos de agua.
Retomamos de nuevo la marcha tras ese baño de seducción, para llegarnos
ahora a la aldea de Parga.
Nuevamente nos recibe un panel informativo que nos explica lo que podemos
ver en los muros de sus edificaciones.
Abellarizas |
Los seres mágicos que habitan estas tierras, también aquí trabajaron a
destajo, sorprendiéndonos con encantadores rincones.
Junto al salto de agua vemos las ruinas de un molino.
Seguimos el sendero siempre acompañados del sereno y placentero susurro de la naturaleza.
Pronto la melodía se vuelve más enérgica, pues el encantamiento de esos
seres mágicos ha creado otro hermosísimo rincón rodeado por
uno espeso bosque de ribera, es la FERVENZA DE O RABIÑOSO.
Aguas arriba, donde los saltos de agua también son numerosos, se ha
colocado una atracción reclamo de instagramers e infruencers.
Así nos explican este espacio, en el panel informativo que encontraremos
más arriba.
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Recorremos el último tramo, el que nos lleva al punto de inicio de esta preciosa ruta,
agradecidos a los seres mágicos que la ha creado.
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