SENDERO PEATONAL ACCESIBLE DE PEDRAS NEGRAS, O GROVE


Localizado en San Vicente do Mar, en la hermosa península de O GROVE (enlace a nuestra publicación), este paseo de 2,5 km (sólo ida), completamente accesible a personas con movilidad reducida, es uno de los más fascinantes que hemos recorrido.

Comienza en el atractivo puerto deportivo de Pedras Negras, donde dispondremos de dos plazas de aparcamiento reservadas (PMR 42°27'24.8"N 8°55'11.2"W).

 Puerto construido en la década de los noventa, partiendo de un pequeño espigón inicial en un abrigo natural de la playa de O Espiño, utilizado tradicionalmente por pequeñas embarcaciones locales de pesca artesanal.

El puerto es además el punto de salida de la Ruta de la Traslatio, que rememora el traslado de los restos del Apóstol Santiago a través de la Ría de Arousa.

En la punta del nuevo espigón, una rampa en voladizo nos permite el acceso a la parte superior del dique, desde donde disfrutaremos de unas hermosas vistas de la playa antes mencionada, la única playa canina de la provincia de Pontevedra.




La superficie del sendero en este tramo del paseo sobre el dique no es la más apropiada, una parte de adoquines y otra (nuestra elegida) de lajas de pizarra, que en algunas zonas se encuentran rotas o faltan, y es que seguro que también la acción del oleaje influirá en su conservación.



Asomados al mar abierto se distingue perfectamente, emergiendo del océano, el archipiélago de las Ons, que forma parte del Parque Nacional Marítimo-Terrestre de las Islas Atlánticas de Galicia y cierran la ría de Pontevedra con una línea de costa perfilada con arena de playas y acantilados.




Abandonamos el espigón donde se abre un mirador en el que se alza un monumento a la mujer del marinero que, junto a su hija subida a un bolardo del puerto, espera preocupada la llegada de su marido del mar.

En este punto arranca la senda sobre pasarelas de madera que bordea este increíblemente bello tramo de litoral rocoso, salpicado de pequeñas y hermosas playas de fina arena con un color azul muy especial, seguramente otorgado por la protección natural que le confieren las islas Ons de las corrientes atlánticas, incitándonos a un chapuzón o a relajarnos tumbados observando y escuchando la naturaleza.




Con la primera que nos tropezamos es la de Buraco da Londra, con sus llamativas moles rocosas salpicando la fina arena blanca.



Le sigue la Playa Farruco, menos pedregosa.

Al fondo de esta, en un pequeño mirador con vistas a los arenales de la zona y con la isla de Ons en el horizonte, se ha levantado un monumento en homenaje a los voluntarios que ayudaron limpiando estas costas de los “hilillos” que derramó el Prestige, obra de Óscar Aldonza.

Seguimos el paseo junto a la playa de Barrosa, a la que asoma el popular Náutico, donde la lista de afamados artistas musicales que escogen este lugar del atlántico para tocar es tan extensa, como las aguas del mar que se pierde en el horizonte y que bañan un local con una cara de día y otra muy diferente de noche.

En las casas próximas vemos algunos hórreos.


Y así llegaremos a la Punta Abelleiro. 

A partir de este punto, el camino abandona la civilización volviéndose tremendamente atractivo; agreste y sorprendente.




Jalonado por enormes moles graníticas con formas caprichosas modeladas por el viento y el agua, en la que debemos fijarnos para distinguir en ellas diferentes figuras. 

Estas formidables piedras, en vez de dificultar nuestro camino, engalanan uno de los espacios naturales mejor conservados de la Península de O Grove, donde viven y anidan algunas aves marinas como gaviotas, cormoranes, chorlitejos, currucas o albatros, convirtiendo también la zona en un interesante destino para los aficionados a la ornitología.

 

El sinuoso pero cómodo; agradable y divertido sendero de madera se va adaptando a la orografía del terreno, regalándonos estampas francamente bellas.





Como la de esta pequeña, salvaje y solitaria playa llamada Fervide.


Más que un paseo junto al mar, semeja un recorrido por un sensacional parque de atracciones, en el que cada punto nos depara una encantadora sorpresa.







Y así llegaremos a la amplia y abierta Playa de Canelas, abrigada por un frondoso pinar.



Al final de esta el sendero de madera termina en un pequeño mirador (42°27'17.7"N 8°55'57.4"W), donde nos podemos sentar en sus bancos a observar el ir y venir de las cristalinas aguas que bañan este paradisiaco paisaje y nos impregnan de un soplo con salitre.


Ahora el camino costero a través de la vegetación se torna más estrecho y no accesible a personas con movilidad reducida. Está delimitado en su parte interior por una barrera de alambres de espinos, en la que varios carteles nos advierten que es una zona militar. Se trata de una BATERÍA DE COSTA, en la que unos imponentes cañones escondidos bajo enormes rocas.



Asoman amenazantes protegiendo la entrada a la Ría de Arousa, sobre nuestro pacífico caminar por un escenario, que hará volar nuestra imaginación hacia las playas de Normandía en el día “D”.




El camino de vuelta nos revive nuestras experiencias anteriores, viniéndonos a la cabeza la palabras de Vicente Risco: “E de cada vez que a andes, has atopar cousas novas e outras has botar de menos”. Y es que pueden ser muchos los condicionantes (el estado de la mar, las mareas, la época del año, el clima o la hora en la que hagamos esta ruta), para que lo veamos casi todo diferente o cuando menos, encontrar algo nuevo en nuestro caminar. Por ello estoy convencido que volveré muchas veces más.






TODA LA INFORMACIÓN INCLUIDA EN ESTA PUBLICACIÓN HA SIDO RECOGIDA DE LOS SIGUIENTES ENLACES:

http://www.cnsvicente.org/index.php

https://turismoriasbaixas.com/recursopan1?content=280377732

https://www.osalnes.com/es/descubre/visitas/puertos-y-lonjas/puerto-deportivo-de-pedras-negras.html

https://estrellagalicia.es/son/salas/nautico-de-san-vicente-pontevedra/

http://www.turismogrove.com/folletos/praias.pdf

https://www.turismo.gal/recurso/-/detalle/210514000447/sendeiro-de-pedras-negras?langId=es_ES&tp=40004370

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