BUEU

 

Asentada en una ensenada de la serena Ría de Pontevedra, el municipio combina una insólita riqueza natural con la historia que narran sus piedras.

Así, antiguos dólmenes y petroglifos nos hablan de los primeros moradores del entorno, y los restos romanos encontrados nos trasladan a los tiempos del Imperio.

Pero también conoceremos más sobre la historia y sus gentes, descubriendo los imponentes pazos de la hidalguía o las hermosas iglesias de trazas románicas, como la humilde iglesia de San Martiño y esas otras piezas de carácter religioso ensalzadas por el pueblo: los cruceiros y los petos de ánimas.

Las construcciones más vanguardistas conviven con la arquitectura tradicional de los molinos, testigos de las más bellas historias de amor y los hórreos, estructuras rectangulares de piedra en las que se almacenaban cultivos como el maíz y que en Bueu cuentan en muchos casos con un reloj de sol.

Fuentes y lavaderos esparcidos por todo el territorio municipal completan este mosaico de monumentos de interés que no sólo destacan por su valor artístico o artesanal, sino también por la historia que esconden.

La villa es un corazón marinero en pleno centro de las Rías Baixas, pues la vida de buena parte de las gentes de Bueu gira en torno al mar. La pesca es desde antiguo la principal fuente de riqueza, tal y como atestiguan los restos romanos, las fábricas de salazón del siglo XIX, o la carpintería de ribeira ligada íntimamente a la historia marítima reciente del Ayuntamiento de Bueu. 

Y como no, las conserveras, que aún siguen en pie. Una de ellas acoge hoy el destacado MUSEO MASSÓ, uno de los más importantes de la Península en el campo de la cultura marinera.

En su dinámico puerto descargan los barcos pesqueros las capturas que luego se subastan en la lonja y se venden en la plaza de abastos. Donde todo aquel que quiera, pueda capturar la frescura de los pescados y mariscos del mar de Bueu.

Dentro de su territorio nos toparemos con maravillosos espacios naturales, como el archipiélago de Ons, integrado en el Parque Nacional de las Islas Atlánticas y formado por las islas Ons y Onza, con sus islotes, constituye una de las joyas naturales del municipio de Bueu. En el agua, el fondo marino esconde un auténtico tesoro sumergido, con gran diversidad de flora y fauna. En tierra destaca el impresionante paisaje con playas paradisíacas, espacios boscosos o miradores que contemplan la inmensidad del océano Atlántico, en el que se integran la etnografía y la historia de sus habitantes, ahora estacionales y donde se cuentan leyendas sobre el ‘O buraco do Inferno’.

La forma de esta grieta que baja directamente al mar, ha sido el origen de este nombre. La concavidad produce un efecto sonoro, que durante años aterró a los habitantes de la isla y marineros. Cuando las olas y el viento golpean las paredes de la cavidad rocosa y escarpada, se produce un sonido muy peculiar y similar a gritos y sollozos. En una Isla como Ons, durante mucho tiempo aislada, fue interpretado como los gritos y gemidos de las almas que habitan en el infierno, para los habitantes de la isla, y los marineros que se acercaban a Ons, este lugar era la conexión directa con el infierno, por tanto un lugar tan misterioso como maldito.A pesar de la belleza del lugar conociendo la leyenda, es imposible no sentir un escalofrío, además apoyado por la visión de una Gran Cruz de color blanco que recuerda al guardamarina que perdió la vida al caer por la grieta, todo ello refuerza la leyenda del Buraco do Infierno.

Otro hermoso espacio protegido es el Cabo Udra, con sus arenales vírgenes, gran cantidad de especies arbóreas y animales, que lo convierten en un lugar único. El recorrido por cabo Udra permite conocer la costa atlántica en estado puro. En el invierno, nos ofrece el espectáculo del mar bravo batiendo contra los acantilados. En el verano, podemos pasear tranquilamente o tomar el sol en las alejadas playas. Las rocas de extrañas formas acentúan la espectacularidad del paisaje, en el que encontramos también vestigios de otros tiempos como los chozos para refugio de los pastores o los restos de antiguas fábricas de salazón. Para conocer con detalle todos los secretos que esconde el cabo, conviene visitar el Aula de la Naturaleza, acondicionada sobre unas viejas baterías militares, al pie de un castro.

El litoral alterna hermosas PLAYAS de aguas cristalinas y arena blanca con escarpados acantilados en los que las olas baten con fuerza.

Un precioso PASEO MARÍTIMO recorre las playas urbanas, como la pequeña PLAYA DE PESCADOIRA, dividida por un pequeño muelle donde se encuentra el club náutico.

Otra es la PLAYA DE BANDA DO RÍO, situada a continuación del puerto de Bueu y donde se conserva una carpintería de ribera, el Astillero de Banda do Río, conocido como Astillero de Purro. Fue la última carpintería de ribeira en activo, en ella trabajaron y se formaron muchos profesionales y vecinos; en ella se construyeron infinidad de embarcaciones, algunas de ellas en activo.

Por la zona se esparcen algunas casitas de piedra que constituyen ejemplos de la arquitectura marinera. En el arenal se halla la cueva conocida como Burato da Londra, y quizás también los legendarios túneles que unirían la costa con el monte Liboreiro o con el Pazo de Santa Cruz.

Hacia el interior, las fincas y los bosques conforman un paisaje rural de singular belleza, donde las colinas más elevadas muestran panorámicas extraordinarias sobre el Atlántico.

Además de todo ello, podemos disfrutar de agradables áreas recreativas, rutas en plena naturaleza, una extraordinaria gastronomía y numerosas fiestas… ¡Bueu tiene mucho que ofrecer, hay que venir a conocerlo!

TODA LA INFORMACIÓN INCLUIDA EN ESTA PUBLICACIÓN, HA SIDO RECOGIDA EN LOS SIGUIENTES ENLACES:

https://concellodebueu.gal/wp-content/uploads/2018/01/Guia-Turistica-Bueu.pdf

https://www.guiarepsol.com/es/fichas/localidad/bueu-1403/

https://es.wikipedia.org/wiki/Bueu

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