«Ti dis Galicia é ben pequena. Eu dígoche: Galicia é un mundo. Cada terra é coma se fose un mundo enteiro. Poderala andar en pouco tempo do norte para o sur, do leste para u oeste noutro tanto; poderala andar outra vez, mais non a has dar andado. E de cada vez que a andes, has atopar cousas novas e outras has botar de menos.
Vicente Risco: Leria (ensaio)
Á beira da vella igrexa neoclásica de Vilariño Frío comeza a ROTEIRO ROMANO.
Un sinxelo pero fermoso percorridocircular de pouco máis de dous quilómetros e
medio pola historia do imperio romano, e
máis concretamente, pola historia dunha das obras que máis importancia tiveron
no seu desenvolvemento, as calzadas.
Peto de Ánimas. Foto de la página: https://www.wikiwand.com/gl/Vilari%C3%B1o_Fr%C3%ADo,_Montederramo
O camiñante, ademais de
gozar da natureza, ten a oportunidade de retroceder na historia e interiorizar
nas claves das vías de comunicación romanas. Esta mirada ao pasado logrouse
grazas á instalación de paneis informativos (en galego e castelán) con
ilustracións alusivas á historia da VÍA NOVA, construida para unir las ciudades de Bracara
Augusta (actual Braga)
y Asturica
Augusta (Astorga), despois da chegadadas tropas que, ao mando de Décimo Xuño Bruto,
conquistaron estas terras, ata entón habitadas por comunidades indíxenas, como
as do próximo Castro de Leboreiro.
Móstrannos a cronoloxía da
ocupación de Hispania.
Ademais realizouse unha
pequena reprodución dunha CALZADA ROMANA co seu propio MILIARIO. Columna cilíndrica, oval ou paralelepípeda
se colocaba no bordo das calzadas romanas para sinalar as distancias cada mil
passus (pasos dobres romanos) é dicir, cada milla romana, o que equivale a unha
distancia de aproximadamente 1480 metros.
Tamén explícasenos a vida
que transcorría parella a ela, nos CAMPAMENTOS
MILITARES, as MANSIÓNS,
as POUSADAS e as TERMAS,
dos que en Galicia temos algunha boa mostra, como podedes comprobar nas
ligazóns.
Noutro panel resúmese a sociedade
romana na época da republica.
Seguimos o paseo pola mesma
que ata o de agora deran moitos autores como vía romana, pero diremos que os traballos de outros moitos sitúana a 3 Km cara
ao S.E. desta. Identificando este como o medieval CAMIÑO REAL DA CRUZ DE FERRO.
Como resto máis visible do paso deste camino conservase, aínda en bo
estado, a chamada PONTE VELLA, que consta de tres arcos semicirculares
de luces distintas e bóvedas de medio punto. Arcos constituídos por perpiaños
de labra moi esmerada e sentados "a oco".
A construción actual é, probablemente do século XVII polas súas
características construtivas: doelas, irregularidade do trasdous, moderado
ancho da calzada, tipo de sillería, alzado e planta dos taxamares e rasante
alombada.
O día da miña visita, no marco da pandemia que estamos a vivir, as herbas
invadían tanto o camiño como a ponte e a zona do merendeiro que hai baixo os
bidueiros que crecen xunto ao río, dificultando a visión de todos estes
elementos.
El monasterio y más tarde priorato de San Pedro
de Valverde, dependió de la obediencia cluniacense hasta que el Papa Alejandro
VI agrega sus rentas al Hospital de Santa María la Real de O Cebreiro. En los
autos de visita de los capítulos generales de la abadía borgoñona aparece con
frecuencia el nombre de los abades y priores que regentaron esta casa. El P.
Risco cita varios documentos en relación con dádivas ofrecidas a sus moradores
durante el siglo XII.
Del antiguo monasterio no quedan vestigios,
excepto la propia iglesia. El edificio que comenzara Munio Romániz y su esposa
a finales del segundo tercio del siglo XII se nos muestra actualmente muy
alterado por reformas significadas.
Entre dos contrafuertes se dispone la portada
principal de arco abocinado, compuesto por cinco arquivoltas de directriz ojival
apuntada con moldura prismática en el ángulo. Ángel del Castillo considera que la construcción de esta portada es obra de finales del siglo XIII o comienzos del siguiente.
Hasta hace muy poco (año 2014) solo se conservaban el fuste y la basa de la columna interior occidental y la basa de la interior oriental, pero ahora, gracias al trabajo de los vecinos, se ha completado el resto de apoyos, desapareciendo también las pinturas en color rojo y azul que presentaban las cinco arquivoltas.
Foto de este enlace: https://live.staticflickr.com/3465/3698857672_20eddfb85a_z.jpg
Especial atención merecen los capiteles, de extraordinaria proporción con
relación a los fustes, y su profusa decoración, actualmente con evidencias de
desgaste.
En primer lugar, el capitel exterior oriental
muestra una figura humana que empuja a un ser monstruoso de enorme cabeza,
ambos apoyados en el astrágalo. Una figura de estas características aparece en
un capitel del interior de la nave en la monfortina SAN PEDRO DE RIBAS ALTAS.
En la siguiente pieza de este mismo lado oriental
se representan dos cabezas humanas, una de ellas barbada, aunque en ninguna se
marcan los rasgos, situadas en los ángulos del capitel y quedando una de ellas
semi-oculta. Entre las cabezas, unas figuras que semejan personas cabeza abajo
cuyas extremidades parecen elementos vegetales como ramas o raíces de árbol.
El capitel exterior del lado occidental muestra a
dos animales contrapuestos, con el pelaje marcado por incisiones que se apoyan
en el astrágalo. Sus cabezas semejan a las de un bóvido y a un mono.
En la pieza contigua interior se representa una
escena donde una alargada figura es atacada por pequeños cuadrúpedos. La parte
superior del bloque se decora con ajedrezado.
Otra figura aparece en el ángulo sur, aunque quede también semi-oculta.
Las características estilísticas de estos
capiteles no corresponden con las de las columnas del interior del templo.
También, el estar tallados en tres de sus cuatro caras, parece indicar que se
realizaron para ser contemplados no como están actualmente, acodillados.
El lado sur es de complicado acceso, pues se debe
atravesar el solar de la antigua casa rectoral e invadir una finca privada. En
este lateral, se abre la puerta meridional en cuyo dintel se lee la siguiente inscripción
relativa a la fundación monacal: + IN ERA
ICA LA XII XIII KL OCTV INCEPTA EST/HEC ECCLA EDIFICARIM MVNIO RO/MANII ET MARIA
PETRIZ PRO RE/MEDIV ANIME EORVM lN ONORE/S PETRI APL. Que se transcribiría
que Munio Romariz y Maria Pétriz construyen esta iglesia en la era 1162, o, lo
que es lo mismo, en el año 1124, para la salvación de sus almas en honor de San
Pedro apóstol. Esta información sobre la construcción de la iglesia no
corresponde, según Yzquierdo, con los elementos que se conservan. Con estos
datos y dado el apuntamiento de la entrada, así como el estilo de su
decoración, la iglesia de San Pedro de Valverde se situaría en el primer tercio
del siglo XIII.
El presbiterio parece obra del siglo XVIII, así
como la sacristía y el frontis con espadaña de dos vanos y frontón partido. El
material empleado en los muros y en el pavimento es de pizarra del país y
cantería de grano poco compacto, lo que no permitió abundar en elementos
ornamentales, con lo que resalta la severidad y la desnudez del conjunto.
En el interior, destaca un capitel figurado, además
del Retablo mayor renacentista, formado por un gran relieve de madera en el que
aparece la montaña sagrada de Montserrat, con una gran columna por cada lado y
en el ático un pequeño templete compuesto de tres hornacinas, que procede del
altar izquierdo de la capilla mayor de San Vicente do Pino y que fue labrado el
año 1600. El sagrario, con columnas salomónicas, y la hornacina del patrón se
hicieron a comienzos del siglo XVIII, fecha en la que seguramente se hizo el traslado.
Junto a la iglesia se encuentra la casa que fue
priorato, con inscripciones y puertas del siglo XVIII.
En el lugar también hay que señalar la existencia
de la FUENTE DE VALVERDE, situada a unos cincuenta metros y a la
izquierda de la carretera que conduce a la parroquia de A Parte. Sus aguas son
muy apreciadas y de ellas hacen acopio a diario los vecinos y otras gentes del
entorno. Llaman la atención algunas de las piedras labradas con las que fue
construida, que posiblemente formaron parte del antiguo cenobio.
Como curiosidad, señalar que esta parte del
municipio guarda también vestigios
de períodos muchísimo más antiguos. Los arqueólogos que trabajan en el
proyecto de investigación de los poblamientos del Pleistoceno en el sur lucense
encontraron en el 2007 en Valverde una gran cantidad de artefactos encuadrados en
las industrias del Paleolítico Superior. En la zona no se perciben a simple
vista las huellas de estos primitivos habitantes, pero sí es posible recorrer
los parajes que frecuentaron hace decenas de miles de años.
En ese singular paraje se sitúan además varias
leyendas protagonizadas por los típicos mouros. Se dice que estos personajes
míticos arrancaban oro del monte en este lugar y que al caer la noche se
refugiaban entre los peñascos, donde se les oía cantar y tocar música.... Cerca
de esas peñas se hallaba la ermita de San Roque, de la que no quedan restos.
Coordenadas: 42º 34' 20.0" N - 7º 28'
58.9" W
INFORMACIÓN RECOGIDA DE LOS SIGUIENTES ENLACES
INVENTARIO ARTÍSTICO DE LUGO Y SU PROVINCIA TOMO
VI