VISTAS DEL MIÑO, TABOADA

En una de nuestras visitas a la comarca chantadina, nos asomamos a la ladera occidental del río Miño, donde, en muy contadas ocasiones, emergen los restos de un castro prerromano y posterior fortaleza medieval, normalmente sumergidas en las aguas del EMBALSE DE BELESAR (enlace a nuestra publicación).

Como contamos en la publicación, no hubo piedad y la cola de 50 kilómetros del gigantesco embalse se zampó las tierras de pueblos enteros como: PORTOMARÍN, San Vicente de Mourello, Porto, Pincelo, Ferreira, Leixón, RIBAS DE MIÑO, San Juan de Loio, SANTA MARTA, Riobó y Barco (enlaces a nuestras publicaciones). Como curiosidad, Afonso Eiré ha destacado que, mientras que en los archivos oficiales consta que quedaron bajo el embalse esos 11 núcleos de población, sus indagaciones han arrojado un número superior a 26 lugares que "desaparecieron" bajo las aguas y de los que "no hay constancia documental".

Ruinas del viejo PORTOMARÍN

Ruinas de SANTA MARTA

Entre aquellos históricos lugares que el río Miño se tragó, estaba el CASTRO CANDAZ, fundado por el cónsul romano Lucio Cambero, quién allí se retiraría tras su derrota contra las tribus indígenas.  Durante la Edad Media, el castro tuvo una evolución similar a la de otros contemporáneos, ya que sobre sus restos se construyó una fortaleza que aprovecharía las buenas condiciones geográficas que habían motivado en su momento la construcción del castro con fines defensivos. Derrumbada durante las Revueltas Irmandiñas en el siglo XV y reconstruida posteriormente por la familia Taboada, actualmente se conservan parte de los cimientos y muros de su estructura, aunque sus materiales probablemente fueron reaprovechados para la construcción de los bancales de viñedos que acaparan la península y se superponen a los restos anteriores.

En nuestra visita, el agua cubría completamente el yacimiento, pero pudimos deleitarnos con las extraordinarias vistas de las riberas del Miño, donde confluyen los municipios de CHANTADA y TABOADA. Y al otro lado, O SAVIÑAO, ya en la comarca de Lemos.

Las particularidades del microclima de estas laderas soleadas del valle del Miño favorecen el cultivo de la vid en 'sucalcos', terrazas vitícolas que esculpen y decoran las rudas pendientes. Así pues, estamos ante un grandioso paisaje repleto de viñedos, que se convierte en un auténtico espectáculo de colores en otoño.

Debido a esta intervención sobre el terreno, y a la escasa mecanización que admite este trabajo, las labores que se desarrollan en este espacio se conocen como “viticultura heroica”.

Por último y como curiosidad, señalar que en este punto dos ríos vierten sus aguas al Miño. Uno es el río da Lama y el otro el Río Enviande, que lo hace en forma de pequeña cascada.


TODA LA INFORMACIÓN INCLUIDA EN ESTA PUBLICACIÓN, HA SIDO RECOGIDA DE LOS SIGUIENTES ENLACES:

https://turismo.deputacionlugo.gal/es/conece/lugoinedito/castrocandaz

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PLAYA Y PINAR DE LA MAGDALENA, CABANAS

Esta vez os invito a un emocionante viaje a través del encantador Paseo Marítimo y el exuberante Pinar de la Magdalena, ubicados en el pintoresco municipio de Cabanas. Pero lo mejor de todo, es que este recorrido está diseñado para ser completamente accesible, permitiendo que personas con movilidad reducida puedan disfrutar plenamente de la belleza natural y las vistas impresionantes que este lugar tiene para ofrecer.

Nuestro recorrido comienza en el extremo sur del Arenal de la Magdalena, donde las aguas del río Eume se funden con la ría de Ares en un abrazo sereno. Aquí, nos recibe el dique con su faro erguido como guardián de las mareas. Al otro lado de la orilla, perteneciente al municipio de Pontedeume, emerge majestuoso el "Monumento a os mariñeiros da ría de Ares", obra concebida por Juan Antonio Suances en 1988, que parece brotar del mismísimo lecho marino.


Continuamos nuestro camino a lo largo del Paseo Marítimo, siguiendo el contorno de la ría junto al icónico Puente Azul del ferrocarril. 





Desde este punto privilegiado, se despliega ante nosotros un panorama impresionante de la encantadora VILLA DE PONTEDEUME, en la que sobresale el hermoso TORREÓN DE LOS ANDRADE, testigo de siglos de historia y leyendas que envuelven esta tierra. Además, nuestras miradas se encuentran con el antiguo PUENTE que une Cabanas con Pontedeume (enlaces a nuestras publicaciones).


Avanzamos por el espacioso paseo que se asoma con gracia a la desembocadura del río Eume, luego  giramos a la izquierda, siguiendo el sendero que nos lleva hacia la apacible playa de la Magdalena. A medida que nos acercamos, el rumor del mar se hace más intenso. 



Aquí, nos encontramos con el primer acceso al extenso arenal, invitándonos a sumergirnos en su abrazo salado.


Iremos avanzando por el paseo marítimo dejando a la izquierda el enorme PINAR DE LA MAGDALENA, que según podemos leer en un panel, “nació con la construcción del ferrocarril en la primera quincena del siglo XX, cambiando sustancialmente la línea de costa, transformando la desembocadura del río Eume al angosto paso que aún hoy perdura en la bocana del puente de hierro, e impidiendo los libres movimientos del estuario, marismas, flecha de arena, y desembocadura de dicho río. La playa se forma con el terraplén que soporta las vías del ferrocarril, que crean una separación artificial de la flecha de arena allí existente y del estuario natural, ya iniciada siglos atrás con la construcción del puente. Estos cambios en el estuario, marismas y desembocadura del río, dieron lugar en los primeros años del siglo XX, a una gran acumulación de arena en la zona de la actual playa y pinar”.




Este espacio natural es un repoblado iniciado en el primer tercio del siglo XX, con dos finalidades: productiva y de monte protector de las fincas agrícolas que allí existían. El pinar cuenta con 1.104 ejemplares, la gran mayoría correspondientes a las variedades Pinus radiata y Pinus Pinaster.


El Paseo Marítimo es también el inicio de numerosas Rutas de Senderismo que exploran los tesoros ocultos del municipio. Entre ellas: la RUTA PLAYA Y PINAR DE LA MAGDALENA - PLAYA DE CHAMOSO, que transita buena parte de nuestro recorrido. La RUTA PRAIAS E MUIÑOS. O la RUTA DA AUGA (Maré-Cabada-Batán).




A medida que avanzamos por el amplio paseo marítimo, observamos con asombro cómo este exuberante bosque de pinos alberga también a otras especies, como el majestuoso alcornoque, o el abedul, conocidos en Galicia como "sobreira y biduero".

Pasamos junto al Club Marítimo La Penela, donde numerosas embarcaciones recreativas dan fe de la popularidad y el encanto irresistible de este hermoso arenal.


Continuamos nuestro camino a lo largo de la zona del Cantiño, donde el rumor de las olas se convierte en una melodía constante que nos acompaña en nuestro recorrido hacia el final de la playa. Aquí no detenemos por un momento para absorber toda la belleza que nos rodea, que nos es otra, que una amplia panorámica de esta hermosa playa de arena dorada, ceñida por las aguas azules y el verde arbolado.




En este punto, unas escaleras de madera con 47 escalones nos impiden proseguir el PASEO HASTA LA PLAYA DE CHAMOSO (enlace a nuestra publicación), y que tuve la posibilidad de andar unos cuantos años antes.

Pero nuestro recorrido no se acabaría ahí. Así, desandando este tramo del Cantiño, nos adentramos a través de pasarelas de madera en el frondoso pinar de la Magdalena, muy animado en época estival.


Desde él, también nos asomaremos al más hermoso arenal del municipio, que se distingue por su extensa superficie de arena blanca (1.100 metros por 50 metros de ancho), sus aguas tranquilas y poco profundas, así como por la gran variedad de instalaciones y servicios disponibles, entre ellos, acceso a minusválidos. La playa dispone de varios chiringuitos ubicados a los pies del arenal, que ofrecen opciones bajo techo y en terraza, con una amplia y variada gastronomía, centrada en cocina tradicional gallega.


Desde el interior del pinar, son varios los accesos desde los que asomarnos a contemplar el arenal y la preciosa Ría de Ares.





Todo ello hace de Cabanas, uno de los sitios con más ambiente de todo el litoral atlántico gallego.

Atravesamos este frondoso bosque que, además de un importante atractivo turístico, es un área de gran riqueza ecológica. Sus robustos árboles y sus sombras dan refugio a una diversidad de flora y fauna, creando un ecosistema único que merece ser protegido y admirado. Aquí, por ejemplo, podemos contemplar gran cantidad de palomas torcaces (Columba palumbus) y ardillas rojas (Sciurus vulgaris).









Y así llegamos al punto donde iniciamos nuestro agradable recorrido, habiendo disfrutado de este maravilloso rincón de Cabanas.






TODA LA INFORMACIÓN INCLUIDA EN ESTA PUBLICACIÓN, HA SIDO RECOGIDA DE LOS SIGUIENTES ENLACES:

https://turismo.cabanas.gal/wp-content/uploads/2021/03/rt-madalena-chamoso-es.pdf

https://turismo.cabanas.gal/a-madalena/

https://es.wikiloc.com/wikiloc/user.do?id=7161922

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