GALICIA PUEBLO A PUEBLO: PASEO DE O CANTIÑO A BURELA

PASEO DE O CANTIÑO A BURELA

En esta publicación compartimos nuestro paseo (accesible a personas con movilidad reducida), por un tramo de la costa de Burela que revela un atractivo paisaje y una excepcional peculiaridad geológica. Caminar descubriendo el arte de la naturaleza, que nos muestran el origen y formación de esta antigua costa.

Iniciamos el recorrido en la PLAYA DE O CANTIÑO, pequeño pero precioso arenal de aguas tranquilas, cristalinas y arena fina encajado entre bolos de rocas que la dotan de un entorno natural de gran belleza, y que durante los periodos de marea alta se suele cubrir por el agua.

Unas empinadas escaleras, donde vemos una fuente, salvan el acantilado en el que se abre el arenal.

Junto al acceso se alza un monolito que recuerda a Rodrigo Maseda Lozano, uno de los tres policías nacionales que perdieron la vida en las aguas de la coruñesa playa del Orzán, al intentar rescatar a un joven eslovaco.

Las vistas que se extienden ante nosotros son extraordinarias. Así vemos tres hermosas playas, la mencionada anteriormente y dos de ellas pertenecientes ya al vecino municipio de FOZ (enlace a nuestra publicación).

La más alejada, protegida por bellos acantilados, es la playa de Os Alemáns – Area Brava. Su carácter resguardado y tranquilo la hacen idónea para la práctica del nudismo. Los acantilados la separan de la también focense y gran belleza playa de Areoura, en el límite del municipio de Burela, solo deslucida la presencia de una inacabada urbanización de chalets en el alto del acantilado.

Una hermosa panorámica que seguiremos disfrutando según vamos avanzamos por el camino enlosado del Paseo Marítimo, y compartiendo trayecto con la etapa tres del CAMINO NATURAL DE LA RUTA DEL CANTÁBRICO, una fantástica ruta bordeando la impresionante costa Cantábrica gallega a lo largo de más 150 kilómetros distribuidos en 7 etapas y 3 ramales.

Allí, bordeando la urbanización de chalets levantada en la punta do cantiño, punto kilométrico 18 del mencionado camino natural, nos asomamos a este prodigioso balcón al mar Cantábrico, cuya bravura ha esculpido numerosas y llamativas cuevas, furnas, arcos rocosos, chimeneas (bufones) o estrechos entrantes.

Una importante zona geológica que se caracteriza por mostrar inicialmente los materias de la denominada Rasa Cantábrica, superficie de erosión continental de más de 1 millón de años.

Además, en la Rúa da Bitácora, dentro de la urbanización, pudimos ver un bonito CRUCEIRO, que fotografiamos para nuestros amigos de Cruceiros Galicia.

En uno de esos chalets, que asoman al paseo, nos alojamos en esta visita.

A pocos metros se encuentra el ÁREA RECREATIVA O CANTIÑO, espectacular y amplia zona de recreo con forma de castro, que cuenta con aparcamiento con dos plazas de movilidad reducida, mesas y bancos de piedra, barbacoas y parque infantil, donde disfrutar de un bonito día y desde donde iniciar este paseo.

Continuamos el paseo deteniéndonos a cada paso para recrearnos en los numerosos entrantes y salientes que dibuja esta agreste costa y en los que se descubren inaccesibles y asombrosas calas de cantos rodados, como esta, en la que mana la fuente de O Xudío, con agua de excelente calidad.

El zigzagueante camino no deja de sorprendernos por su belleza.

Podemos contemplar en el horizonte, como numerosos barcos enfila la entrada al puerto de Burela.

Ahora llegamos al ÁREA GEOLÓGICA DE O PERDOURO, lugar de interés geológico de relevancia mundial, que nos permite descubrir el conjunto de pliegues mejor conservado de toda Galicia, unas estructuras geológicas de más de 300 millones de años de antigüedad originadas por la Orogenia Varisca, reseñable acontecimiento geológico de la Era Paleozoica.

Un camino en fuerte pendiente (complicado para personas en silla de ruedas) nos acerca al MIRADOR PASADA DAS CABRAS, desde el que contemplar una bellas vistas de la PLAYA DO PERDOURO y la cavidad marina de extraordinaria belleza conocida como "IGREXA DE COEDO O COEDA".

En este templo de piedra (que se bautizó popularmente con el nombre de iglesia por los cuatro bellos arcos esculpidos por el viento y el mar en un filón de cuarzo, a modo de cúpula) ni se ora ni se ofrenda. Las distintas variedades de cuarzo cristalizado salpican sus paredes de una paleta de colores diversa, mezclándose ocres, rojizos, verdosos y blanquecinos. Toda una obra monumental y artística de la madre naturaleza.

Foto de la página: https://rutasgeologicasdegalicia.blogspot.com/2017/04/rutas-geologicas-en-burela_4.html

Indicar que para acceder a la playa y zona geológica, lo más aconsejable es hacerlo desde las inmediaciones de la Lonja y hacerlo con mucha precaución, consultando la tabla de mareas del día (se cubre en periodos de marea alta) y llevar calzado cómodo y adecuado, ya que es una zona de rocas y cantos rodados que pueden encontrarse húmedos y resbaladizos.

Proseguimos el sendero topándonos con el punto kilométrico 19 del Camino Natural y asomándonos a la vía del Feve, que ahora nos acompaña en el trayecto.

A medida que nos acercamos a Burela, la importancia de su puerto pesquero se hace más evidente.

Continuaremos pegados a la vía del tren, el tramo menos atractivo del trayecto, donde veremos un cartel que anuncia la cercana presencia del yacimiento arqueológico de O Campón, datado entre los siglos II y III que ha sido descubierto en 2004, excavado y estudiado. Se trata de una edificación con un sistema de calefacción romano para el caldeado de viviendas y termas. Actualmente se encuentra oculto.

Nos adentramos en el núcleo urbano, donde nos llama la atención una exposición conmemorativa del 25 aniversario de las Alfombras Florales de Burela, con distintos paneles donde se pueden ver algunos de los tapices florales clasificados por años.

En los primeros días de Junio, poco antes de que la importante flota bonitera se haga a la mar, la Virgen del Carmen, acompañada por una multitudinaria procesión de devotos, es conducida desde al son de las múltiples sirenas de las embarcaciones, por calles engalanadas con maravillosas alfombras florales hasta el puerto, donde bendice y despide a los marineros próximos a partir.

Y es que BURELA (enlace a nuestra publicación), adquiere de su franja costera el argumento de su existencia y su indisoluble hechizo. La tradición pesquera en esta localidad lucense no es una novedad, pues desde la antigüedad este municipio ha sido una villa marinera en la que buena parte de sus vecinos han vivido de lo que el mar les brindaba.

Por ello sería muy difícil concebir la localidad sin su puerto pesquero, el más importante de esta costa Cántabra en lo referente a capturas del bonito (el Príncipe Azul).

El espigón del puerto de Burela acoge el Museo de Arte al Aire Libre, conformado por obras del Concurso Internacional de Pinturas Murais AMARTE, que se celebra anualmente desde el 2017, coincidiendo con la Feria del Bonito. Se trata de un museo vivo, ya que cada agosto crece con la incorporación de nuevas pinturas relacionadas con el mundo del mar y la villa.

Al inicio del aludido espigón se abre el pequeño areal de O Penoural, playa urbana de arena fina y clara, aguas transparentes, tranquilas. A excepción de otras playas, durante la temporada de baño (del 15 de junio al 15 de septiembre) está permitido el acceso de mascotas fuera del horario de vigilancia de los socorristas.

En el mar asoma el FARO que dirige el tráfico marítimo hacia el puerto. Un faro de oro, que alude al facho de vigilancia permanente establecido en el puerto de la villa desde 1641, y el TORQUES DE ORO (enlace a nuestra publicación), aparecido hace algunos años en el llamado Chao do Castro y conservado hoy en el MUSEO PROVINCIAL DE LUGO (enlace a nuestra publicación), conforman el escudo del Ayuntamiento.

Si lo deseamos, podríamos prolongar nuestro paseo desde este punto siguiendo el SENDERO AZUL-RUTA DEL LITORAL BURELÉS (enlace a nuestra publicación), en este caso, por el tramo de costa comprendido entre la PLAYA DE PORTELO (enlace a nuestra publicación)y la PLAYA DE A MAROSA (enlace a nuestra publicación). Poco más de 6 Km de recorrido (solo ida), accesible a personas con movilidad reducida.