Los senderos azules son itinerarios que parten de playas, puertos o centros de interpretación que poseen la bandera azul, poniendo en valor diferentes espacios naturales y de interés cultural y patrimonial. Y la Costa da Mariña lucense puede presumir de tener alguno muy hermoso.
En este caso, compartimos nuestro paseo por el tramo de costa del ayuntamiento de Burela comprendido entre la playa urbana O Portelo y la Playa de A Marosa. Son poco más de 6 Km de recorrido (ida y vuelta), accesible a personas con movilidad reducida, transitando buena parte de la etapa cuatro del CAMINO NATURAL DE LA RUTA DEL CANTÁBRICO. Itinerario que bordea la impresionante costa Cantábrica gallega a lo largo de más 150 kilómetros distribuidos en 7 etapas y 3 ramales. Recorrerlo permitirá visitar bellas localidades como RIBADEO; BARREIROS; FOZ; BURELA; SAN CIPRIÁN; VIVEIRO; O VICEDO; O BARQUEIRO, PORTO DE ESPASANTE y LADRIDO, estas últimas ya en ORTIGUEIRA, y disfrutar de innumerables playas de bella factura, destacando la PLAYA DE LAS CATEDRALES declarada Monumento Natural.
Iniciamos nuestro recorrido en la Playa de O Portelo, situada en el centro urbano y por lo tanto, con acceso cómodo y próxima a todos los servicios. Es una playa con forma de concha resguardada de corrientes y de oleaje. Su longitud (700m) además de su arena blanca y fina, la hacen ideal para pasear por la orilla.
Separada de esta por un conjunto de rocas de diversos tamaños y formas,
se abre el atractivo y pequeño arenal de O Cabaliño.
Al inicio de uno de los dos espigones que protegen estos arenales se ha construido un bonito mirador, con una rosa de los vientos dibujada en el suelo.
Abandonado el núcleo urbano, el trazado enlosado avanza salpicado de hermosas playas, calas e islotes, pero también de curiosos entrantes y salientes en el mar, en los que vemos a pescadores lanzando el anzuelo para conseguir alguna sabrosa presa.
Y allí al fondo, dando su nombre al pueblo, ya se divisa el Cabo Burela o Burela de Cabo.
A nuestras espaldas se alzan: el Castro de Burela y el de Chao do Castro,
antiguos asentamientos de la edad de hierro. El último conocido principalmente,
por un hermoso tesoro que permanecía oculto en sus entrañas y que la diosa
fortuna quiso descubrir. Y digo bien, pues en 1945, el propietario de esta finca,
realizando labores del campo, se topó con lo que él pensaba un “asa de una
bandeja”, arrojándola al borde del terreno. El aguacero caído sobre la pieza le
reveló al día siguiente su resplandor, comprobando que se trataba de un
fragmento de oro puro.
Es este TORQUES DE BURELA hasta el momento, el más grande descubierto en el mundo, así como una de las piezas más perfectas y espectaculares del tesoro castreño gallego, y hoy emblema del escudo municipal. La asombrosa pieza de 1812 gramos de oro de 23 quilates (la mayoría de los Torques no sobrepasan los 500 gramos), puede datarse entre los s. III y II a. C., y pertenece al tipo asturnorgalaico. Sus características son típicas: varilla de sección circular; alambres enrollados en los dos tercios; extremos y remates troncocónicos y escocia; destacando del tercio central su buen trabajo de filigrana.
Pero no sólo alumbró este castro celta tan maravillosa joya, pues también
se encontró en él puntas de flecha y una arracada conocida como el pendiente del "Laberinto".
La tradición oral denomina las dos
elevaciones que sobresalen en el paisaje como “las tetas de la Vinculeira”, otros pretenden ver que señalarían la
entrada al recinto castreño de Burela.
Seguimos el paseo por este borde litoral rocoso que pertenece al batolito de San Cibrao (granito), ya dejando más atrás la rasa cantábrica (cuarcitas).
Al poco tiempo asoma a este precioso entorno
natural la preciosa Playa de Ril, pequeño arenal con forma de concha, aguas cristalinas y de arena blanca
de grosor medio rodeada de rocas. Cuenta con el galardón Bandera Azul y la
certificación ISO 14.001, calidad del agua excelente, seguridad y servicios.
En el paseo se abren miradores desde donde
otear esta maravillosa costa o donde sentarnos tranquilamente a disfrutar del
agradable sonido del mar.
Sobre esos enormes peñascos de caprichosas formas y en los que el mar ha dibujado hermosos arcos, adivinamos algunas aves, como este par de cormoranes, que parecen deleitarse con el último rayo de sol de la tarde.
Y así llegamos al hito que marca el kilómetro
dos de esta cuarta etapa.
Seguimos pegados a este precioso borde
litoral, donde un poste nos señala la proximidad de otro maravilloso enclave
natural.
Es la Playa de A Marosa, arenal ubicado entre la “Punta das Laxes” y “Pena Grande”.
Esta bonita playa con forma de concha, excelente arena blanca y 300 metros de longitud, es muy apreciada por el turismo de la zona debido a su tranquilidad. Bien equipada en cuanto a servicios, cuenta con aparcamiento, área recreativa con parque infantil, red de voleibol, acceso para minusválidos, aseos, duchas, señalización, paneles informativos, vigilancia en temporada alta y servicio de limpieza. En la parte superior se ve arropada por una gran zona de esparcimiento: el área recreativa y deportiva de A Marosa, que también cuenta con un parque infantil. En los últimos años le ha sido otorgado el distintivo de Bandera Azul.
Volviendo tras nuestros pasos, ya el sol nos regalaba sus últimos rayos cuando la gente había abandonado los arenales.
TODA LA INFORMACIÓN INCLUIDA EN ESTA PUBLICACIÓN, HA SIDO RECOGIDA DE LOS
SIGUIENTES ENLACES:
https://burela.org/es/patrimonio-arqueologico
https://es.wikipedia.org/wiki/Castro_de_Burela
https://es.wikipedia.org/wiki/Torque_de_Burela
https://burela.org/es/burela-castrexa
http://turismo.burela.org/es/node/1048
https://burela.org/sites/default/files/sendero.pdf
https://amarinalucense.gal/playa-de-portelo
VISITA OTROS
SORPRENDENTES LUGARES DEL MUNICIPIO DE BURELA EN EL ENLACE, CON UN MAPA PARA LLEGAR A CADA UNO DE ELLOS.
Todo precioso y el cruceiro me encanta. Un beso.
ResponderEliminarMuchísimas gracias!
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