La mera visita a los tesoros que guarda este monte, bien merecen una
escapada al municipio. Y es que este exclusivo lugar, aúna privilegiadas vistas
con una extraordinaria riqueza patrimonial.
Monte Santa Trega se encuentra en el extremo más suroccidental de
Galicia, teniendo su cumbre en el Pico de San Francisco a 341 m de altura.
Esta
cima es un inigualable MIRADOR de la desembocadura del Río Miño en el
Océano Atlántico y las vecinas tierras de Portugal en la otra orilla del río.
CAMINHA (PORTUGAL) |
Desde O Facho, nombre que alude a las hogueras (fachos) que se encendían en
la cúspide avisando a las poblaciones cercanas de posibles ataques, además de
seguir contemplando la inmensidad del océano, se observa la VILLA DE A GUARDA(enlace a nuestra publicación); la
Sierra de la Groba y el Valle del Rosal.
EL PICO DO FACHO Y SUS ANTENAS DESDE LA CIMA DEL PICO SAN FRANCISCO. |
Esta posición estratégica sería clave para, como muestran los restos
arqueológicos encontrados, que el monte abrigara presencia humana desde el 2000
a.C. etapa final del neolítico gallego. Testimonios de esta presencia son los PETROGLIFOS, que aparecieron
en varias localizaciones del posterior Castro aquí edificado.
Muchos de estos grabados rupestres fueron cubiertos por las estructuras
levantadas en el momento de la construcción del castro, pero entre las
distintas representaciones que todavía hoy son visibles, destaca la conocida
como Laja Sagrada o Laja del Mapa, compuesta por varias
espirales, círculos concéntricos y trazos lineales que algunos autores
interpretan como una representación cartográfica del Monte Santa Trega. Cercana
a ésta, entre dos muros que la tapan parcialmente, se encuentra otra roca con
grabados similares.
Pero sin lugar a dudas, además de sus privilegiadas vistas, lo que cada
día acerca a este enclave a un buen número de visitantes es su CASTRO,...
... el más
emblemático y visitado de todos los castros gallegos y junto con la Cidade de San Cibrán de Lás (San Amaro, Ourense), uno de los castros de mayor
tamaño entre los localizados en el territorio de Galicia, que se caracterizan
como las Citanias del norte de Portugal, por sus grandes dimensiones.
La Cidade de San Cibrán de Lás (enlace a nuestra publicación) |
Hay que subrayar que, cuando en el año 1745 el Padre Sarmiento visita A Guarda, no hace mención del Castro;
sí cita el monte, la ermita y su romería. El primer descubrimiento del que se tiene constancia fue, en el año 1862,
una escultura de Hércules hecha en bronce que fue encontrada por unos canteros
que trabajaban cerca de la ermita. Esta escultura fue robada del museo en la
década de 1970, cuando este se encontraba situado en la Villa.
Sin embargo, los restos arqueológicos del conocido poblado castreño de
Santa Trega, fueron descubiertos en 1913, al construir la sociedad Pro-Monte, una carretera con el fin de restaurar los
lugares sagrados; acondicionar el entorno; impulsar el enclave y mejorar los accesos
a la cima del monte. Las obras de esta carretera pusieron al descubierto en el
lugar conocido como Campo Redondo, muros de edificaciones y cimientos de
lienzos de la muralla exterior del castro.
Se trata de un poblado castreño-romano cuya ocupación se sitúa entre el
siglo I a.C. y el siglo I d. C., en un período en el que el proceso de
romanización del noroeste peninsular ya comenzara.
Delimitado por una sencilla muralla, que acoge una extensión de terreno
con unos ejes máximos de 700 metros (norte-sur) y 300 metros (este-oeste), si
bien estas dimensiones no están debidamente confirmadas.
En el diseño de esta parece primar una función de delimitación del
terreno respecto a su entorno, frente a las funciones defensiva o disuasoria.
En esta se abre la Puerta Norte en el extremo nordeste con un cuerpo de
guardia a la derecha y cara al extremo meridional (no visible hoy por culpa de
la vegetación), se abre otra puerta con un sistema de acceso en ángulo recto.
Accedemos al interior del recinto, donde a primera vista se observa una
aparente desorganización constructiva, que no es tal, pues las edificaciones se
ordenan en torno a un espacio al que se abren distintas construcciones
(viviendas; almacenes; etc.), configurando una estructura conocida como "casas
patio", tales conjuntos denominados también “unidades familiares”,
podrían acoger una extensa familia (padres; hijos y nietos).
El sistema constructivo de estas, refleja unas técnicas constructivas muy
respetuosas con la tradición castreña (predominio casi absoluto de
construcciones circulares frente a las rectangulares) y poco influenciado por
la presencia romana (siempre urbanísticamente hablando).
Las Viviendas a diferencia de los Almacenes (algo más pequeños), presentan
un vestíbulo de acceso donde suele aparecer el horno. La manifestación de restos
de recebo tintado en las fachadas, indicarían que estarían pintadas. En los
umbrales de entrada se pueden ver los goznes, agujeros en los que se ajustarían
las puertas.
Con cubierta vegetal, a excepción de las viviendas romanas que se usaba
teja, en el interior, destacar como elemento principal el hogar central; algunas
presentan bancos adosados corridos y pavimento de tierra pisada o de losa.
Sorprende la gran cantidad de jambas y dinteles monolíticos decorados con
formas geométricas, sogueados y entrelazados encontrados. También se
encontraron, empotrados en los muros, bloques monolíticos cilíndricos de no muy
grandes dimensiones y con una de sus caras decoradas con formas geométricas
como espirales, trisqueles, rosáceas o molinetes. Otros elementos, como peanas
o los llamados amarraderos, presentan decoraciones similares y también
representaciones de animales.
El yacimiento fue declarado Monumento Histórico
Artístico Nacional en el año 1931
y también tiene la consideración de Bien de Interés
Cultural.
Podemos observar una interesante reconstrucción para hacernos una idea de
cómo eran estas unidades familiares,
acercándonos a visitar el POBLADO DEL MONTE DE O CASTRO (enlace a nuestra publicación) en la ciudad de
Vigo.
La mayoría de esas representaciones, junto con otros hallazgos, podemos
verlas expuestas en el MUSEO ARQUEOLÓGICO DE SANTA TREGA (enlace a nuestra publicación) situado en la cima.
Esta cima de San Francisco con sus inolvidables vistas, hoy repleta de
puestos de venta de recuerdos; algún restaurante y hasta oficina de información
turística, nos depara todavía alguna que otra sorpresa.
RESTOS DEL CASTRO EN EL PICO SAN FRANCISCO |
Una de ellas es la atractiva CAPILLA DE SANTA TREGA, patrona de la villa, que se conmemora el 23 de septiembre. El culto a
la Santa de Iconio en A Guarda se remonta al s. VII, aunque la existencia de
una ermita dedicada a esta, está documentada desde el s. XII, perteneciendo de
aquella al Monasterio
de Oia.
Adquiere el aspecto actual con las reformas posteriores (s. XVI y XVII).
En el atrio vemos el CRUCEIRO DE SAN FRANCISCO, que nos recuerda la presencia de una comunidad de monjes franciscanos
que habitaron la Ínsua, pequeña isla portuguesa situada en la desembocadura
del Miño en el Océano.
En las proximidades de la CASA FORESTAL, se puede
visitar la COVA DA SANTA, agujero en la
piedra que según la tradición le sirvió de lugar de descanso a la Santa.
En esta ermita concluye la ceremonia del
Voto, que anualmente se repite el último sábado de agosto, conmemorando el fin
de la sequía que sacudió el Baixo
Miño a mediados del s. XIV. Vecinos y visitantes ascienden a la ermita
recorriendo el impresionante VÍA CRUCIS.
Los catorce monumentos
pétreos que lo componen, poseen respectivos medallones de bronce donde se
esculpen escenas de los diferentes pasos del Calvario.
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