Los faros arquitectónicamente pueden ser más hermosos; modernos e imponentes
unos que otros, pero todos y cada uno de estos ángeles custodios de las gentes
del mar, se encuentran envueltos en impresionantes paisajes; historias o
leyendas, adquiriendo un encanto especial, que los convierte en patrimonio de
obligada visita.
Este FARO DE PUNTA CANDIEIRA o Candelaria, es una de esas construcciones
visualmente poco espectaculares, situada en un enclave de sorprendente belleza
y extraordinaria peculiaridad geológica, (como el cercano FARO
DE CABO ORTEGAL), lugar declarado LIC y ZEPVN Costa Ártabra; así
como Espacio de Interés Geomorfológico.
Se sitúa a 89 metros de altura sobre el nivel del mar, asomado a una
escarpada costa en la que despuntan enormes y afilados farallones (también
llamados OS GALLOS DE CANDIEIRA), donde atrevidos percebeiros arriesgan
su vida, esquivando las impetuosas olas que van tallando estos milagrosos acantilados,
para arrancar de sus húmedas paredes los mejores percebes del municipio.
Un hermoso e impresionante paseo, que desciende desde el Monte Purrido a
través de una estrecha; empinada y sinuosa carretera marcada por diez
pronunciadas curvas, nos acerca a la misma entrada del faro. Señalar que es
recomendable respetar las señales que prohíben el acceso con vehículos, excepto
los relacionados con la actividad del faro, no nos suceda como al despistado camionero alemán, que termino atrapado con su vehículo en
esta estrecha carretera sin salida.
La edificación se finalizó en 1933, pero no se inauguró hasta principios
de 1954 por discusiones sobre la conveniencia de emplazarlo en este lugar o en
el cercano Cabo Ortegal y desgraciadamente se resolvió, tras el naufragio del
pesquero Río Lagares.
En su modesta fábrica, anexa a la vivienda del farero, destaca la torre octogonal de 9 metros de altura con su linterna, cuya blanca luz alcanza las 21 millas náuticas.
Luz que guía el paso de las embarcaciones frente a este
quebrado litoral, convertido por el azote del implacable océano y los duros
temporales del invierno, en esos impresionantes y elevados cantiles salpicados
por un rosario de pequeños islotes, que perfilan la costa desde la Punta
de Sarridal en Cedeira,
hasta el Cabo
Ortegal en Cariño,
un paisaje único.
Personalmente, indicar que se podría habilitar un Mirador y Área
Recreativa en la cima del monte junto a la cantera, que potencie turísticamente
este enclave y muestre una extraordinaria panorámica de su privilegiado entorno,
no en vano está declarado Espacio de Interés Paisajístico.
INFORMACION RECOGIDA DEL SIGUIENTE ENLACE
Só unha apreciación, son Gallos da Candieira e non Galos da Candieira. É un erro de interpretación.
ResponderEliminarGracias por compartir este lugar
Grazas pola túa aclaración, foi un erro, tes razón, queda corrixido. Un saúdo.
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