De origen controvertido pues se le asigna factura
tardo-romana, debemos creer que su silueta actual es puramente románica.
Allariz, es cierto, se encontraba en una vía secundaria romana que partiendo de
la calzada de Aquae Originae derivaba en la mansio de Gemina hacia el N por
Allariz, San Cibrao das Viñas y Ourense para alcanzar Lugo (Lucus Augusti).
Evidentemente, tendría un puente romano, bien de madera o de fábrica que
sufriría variados desperfectos y ruinas. Más adelante, también fue camino de
visigodos y musulmanes. También era Camino de Santiago portugués.
Por lo que respecta a la obra actual, aunque
modificada, debemos atribuirle un origen románico y se sabe que en el Alto
Medievo estaba bajo custodia de los caballeros de la Orden de San Juan de Jerusalén.
Al igual que en otros muchos puentes medievales,
al amparo de la concentración de gentes que lo cruzaban o pernoctaban en sus
alrededores, se fundó un ermitorio que
en la actualidad es la Iglesia y camposanto de SANTA MARÍA DE VILANOVA, que data también del siglo XII.
La vetustez del puente también se refleja en el ANTIGUO
BLASÓN DE LA VILLA, con corona real y en el que se enmarca en exclusiva su
puente y las defensas que se pueden corresponden con los castilletes que
existieron en sus cabeceras como defensa y cobro del pontazgo por parte de los
caballeros que lo administraban. Este se encuentra en el descansadero, donde
existe una especie de hito coronado de volutas en dos lajas unidas con grapas
de hierro. en la parte inferior había epigrafía aludiendo a su construcción,
ahora ilegible.
El origen se encuentra en la potenciación de la
villa en tiempos de Alfonso VII a la que otorga fueros y declara Real siendo un
lugar de defensa contra posibles invasiones por el sur de Galicia. La villa ya
fue fortificada por Alfonso VI con murallas y castillo y a lo largo del siglo
XII o principios del XIII se construiría la puente.
Los primeros testimonios documentales de esta
obra civil corresponden al año 1.224, según recoge el libro de Yolanda
Barriocanal López titulado "O camiño real de Castela a Santiago por
Ourense, base do camiño de peregrinación" , editado por la Xunta gallega.
Esta obra románica dispone de dos vanos con arcos
de medio punto con luces semejantes (11,25 y 11,38 metros) y la pequeña
diferencia obedece a que la bóveda del mayor (lado naciente y orilla izquierda)
se ha deformado por efecto de sobrecargas en algún momento de su historia. La
longitud del tablero incluido estribos es de 59 metros, aproximadamente. Aguas
arriba dispone en su centro de un tajamar no trabado en pila con forma de cuña.
La cubierta es de lomo de asno, con rasante
pronunciada pues causa impresión su cruce al no ver absolutamente nada de lo
que te puede venir de frente. La calzada tiene un ancho variable entre
3,80/4,40 metros abierto en cabeceras y dispone de dos rodaduras de losas de
granito y el resto se cubre con grava aglutinada con lechadas de cemento;
debajo de la misma existe una losa de hormigón.
Sin embargo, en cabecera izquierda subsiste el viejo empedrado de características medievales (se observan zonas con las huellas de las rodadas de carros) que enlaza con una parte nueva también enlosada hacia el viejo humilladero, actualmente Iglesia de Santa María de Vilanova.
El conjunto que forma el viejo puente, la IGLESIA
ROMÁNICA, el CRUCEIRO
GÓTICO y el casón o molino anejo se asocia a una amplia área de
ajardinamiento, bosques de galería y zonas de esparcimiento y juegos para los
vecinos muy cuidada y bella.
INFORMACIÓN RECOGIDA DEL SIGUIENTE ENLACE
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