Estas Torres, se asientan en Catoira, un
municipio perteneciente a la provincia de Pontevedra, situado en la comarca de Caldas, y que limita con los ayuntamientos
de Valga, Caldas de Reis, Vilagarcía de
Arousa y con el río Ulla.
Sus famosas atalayas se ubicaron sobre un
antiguo castro de la Edad de Hierro (siglo II al I a.c) en un lugar bañado por
el río, donde este se estrecha, y así desarrollar una economía basada en cultivos
silvestres y ganadería, complementada con la pesca, en las orillas del Ulla.
En este territorio castreño, años más tarde;
después de los violentos momentos de la ocupación romana, con la Pax Augusta, construyeron el Castellum Honesti, también conocido con el nombre de Turris Augusti, de la que los investigadores parecen
haber descubierto trazas sumergidas en el río.
Hizo que el poblado se convirtiera en un importante puerto comercial del imperio, gracias a la potenciación de su estructura defensiva y por su indudable situación geográfica estratégica que permitía la llegada por vía marítima a tierras de la actual Galicia, en el siglo I de nuestra Era.
Hizo que el poblado se convirtiera en un importante puerto comercial del imperio, gracias a la potenciación de su estructura defensiva y por su indudable situación geográfica estratégica que permitía la llegada por vía marítima a tierras de la actual Galicia, en el siglo I de nuestra Era.
En el siglo IX, el monarca, Alfonso III, el Magno (866-910), consignó los dos
edificios más importantes del siglo IX a Galicia. Uno de ellos era de carácter
espiritual, la basílica del Apóstol, en Compostela, y el otro una obra
civil, la reconstrucción Castellum Honesti en la actual parroquia de
Oeste; la edificación de una gran fortaleza que impidiera la llegada de naves
invasoras a estas tierras.
Esta obra la acredita, el crismón de la Victoria, encontrado en sus ruinas y que hoy se guarda en el Museo de Pontevedra.
CRISMÓN DE LA VICTORIA.FOTO REALIZADA EN LA ESPOSICIÓN: GALICIA UN RELATO NO MUNDO. GAIAS. |
Había que dar una protección especial a lo que
hoy es la ciudad compostelana a raíz de que, en el primer cuarto del siglo IX,
según se cuenta en la Concordia
de Antealtares,
el obispo Teodomiro (810?-847) había comunicado a Alfonso II el Casto (791-842) el hallazgo del sepulcro apostólico,
que dio inicio a las peregrinaciones al lugar.
Hacia el año 829 pudo
comenzar la construcción de la primera iglesia y en torno a ella se constituyó
el primer núcleo de lo que poco después sería Compostela.
Esta iniciativa fue
apoyada por los sucesivos monarcas y por la Diócesis de Iria Flavia, que se
convertiría en Diócesis de Santiago en 1095, por la Bula Veterum Sinodalia del papa Urbano II, lo que conllevó el
traslado de la sede a Santiago de Compostela, también debido a la necesidad de
separarla de la costa por motivos de seguridad.
No cabe la menor duda de que Catoira debió tener una enorme importancia en el pasado, hasta el punto de que aquí, se acuñó moneda en la época visigoda. Así lo avala Heise en su trabajo (Descripción General de las monedas de los reyes visigodos de España).
Catoira jugó un notable papel en la historia, como fue la defensa de la ciudad de Compostela (Jakoblsland) de las incursiones de los vikingos, normandos y sarracenos, que penetraban por la Ría de Arousa e intentaban continuar por el Ulla, a fin de aproximarse a Compostela, atraídos por la gran notoriedad que ya por entonces había alcanzado la ciudad del Apóstol.
De todas las incursiones, la del año 968 fue
la más sangrienta; una numerosa escuadra normanda compuesta por más de cien
naves, penetró por la ría, donde desembarcaron los invasores, y se pusieron en
marcha hacia Iria, arrasando e incendiando todo a su paso y capturando sus lugareños.
De esa fecha es la célebre batalla de
Fornelos, a orillas del río Louro, en la que cae el obispo Sisnando atravesado
por una flecha, ofensiva con la que no lograron invadir Compostela.
Naturalmente, puesto que las costas gallegas estaban mal custodiadas, los normandos repetían sus ataques casi todos los años; es entonces cuando el monarca Alfonso V, dona a la Iglesia de Santiago la Isla de Oeste (1024) para que se forje una defensa a fin de impedir estas incursiones.
Algunos
años más tarde, siendo Don Cresconio obispo de Iria, emprendió la reparación de la
fortaleza, dando a los muros una más
sólida y firme estructura y elevando las torres.
En 1071, el obispo compostelano Don Diego Peláez, a quien se debe el comienzo de la
Catedral románica de Santiago, edificó en el Castillo Honesto un gran palacio y
levantó nuevas fortificaciones, destinadas a rechazar no ya a los normandos,
sino más bien las acometidas de los piratas sarracenos que merodeaban por estas
costas.
Y apostó por Gelmiro, guerrero de estirpe sueva como, señor de la fortaleza de Torres de Oeste (entre 1070 y 1083) que junto a su cónyuge, de estirpe celta, fueron los padres de Diego Gelmírez, que sería el primer obispo de Compostela.
Y apostó por Gelmiro, guerrero de estirpe sueva como, señor de la fortaleza de Torres de Oeste (entre 1070 y 1083) que junto a su cónyuge, de estirpe celta, fueron los padres de Diego Gelmírez, que sería el primer obispo de Compostela.
CAMPANA DE LA CAPILLA DE SANTIAGO,CON EL NOMBRE DE GELMIREZ Y LA CRUZ DE SANTIAGO. |
Diego Gelmírez,
como representante del rey Alfonso VII
(1111-1157), mandó reforzar las defensas para proteger a la diócesis de los
ataques de los sarracenos.
ESPADAÑA DE LA CAPILLA DE SANTIAGO,CORONADA CON LA CRUZ DE LA VICTORIA. |
Como
protección naval de defensa del litoral de Galicia contra los ataques normandos
y musulmanes, Diego Gelmírez, desarrollo las fortalezas y defensas costeras con
la creación de una armada gallega fundada en la ría de Arousa.
Se puede considerar, por lo tanto, a Gelmírez como el genuino creador de la primera armada peninsular.
Se puede considerar, por lo tanto, a Gelmírez como el genuino creador de la primera armada peninsular.
De
esta red de fortificaciones solo quedan en pie pequeños vestigios de la de San
Sadurniño, en Cambados,
El
sistema defensivo consistía en hacer hogueras en las torres para advertir unas
a otras de la llegada de los sanguinarios piratas, hasta alcanzar Compostela.
Desgraciadamente el origen de la toponimia del
lugar donde se asientan las torres, no
está clara, se barajan varias hipótesis, de entre las cuales la más viable, es
que Catoira captó su nombre de “catorieses”, gentilicio con el que se
denominaba a los habitantes de Iria (Padrón), a comienzos de la Era Cristiana.
Este calificativo, se encuentra grabado en la inscripción que se conserva en
parte, en la columna o pedrón romano, que se guarda bajo el altar mayor de la
Iglesia de SANTIAGO EN PADRÓN, al
que según la tradición, se declara estuvo amarrada la nave que condujo los restos
del Apóstol Santiago a Galicia; dicha inscripción reza así:
« (PATRO) NO (CAT) ORIESES D (E) S (UO) POSUERUNT».
« (PATRO) NO (CAT) ORIESES D (E) S (UO) POSUERUNT».
(Los Catorieses a su Patrono dedicaron con su
patrimonio....).
Junto a los restos, en nuestros días se celebra una
romería evocando estos hechos. Ciudadanos ribereños y de la localidad danesa de
Frederikssund, hermanada con Catoira, llegan en una
réplica de un barco vikingo, ataviados con ropas, cascos y armas de la época y
desembarcan junto a las torres escenificando un ataque a su estructura
defensiva.
Considerada, Fiesta de Interés Turístico Internacional, desde 1960, la Romería
Vikinga de Catoira; es una fiesta popular que se celebra en esta localidad, el
primer domingo de agosto, una festejo que recuerda la importancia de la
fortaleza para hacer frente a las invasiones vikingas.
El diseño de la fortaleza se terminó en el
siglo XII, siendo como un recinto elíptico rodeado por un muro y armado por
siete torres, de las que sólo quedan las ruinas de dos en
pie y los cimientos de otra, que se elevaba por encima de todas las demás, y llevaba
el nombre de Lugo, pues se entiende fue costeada por esta ciudad,
CONSOLIDACIÓN DE LA TORRE DE LUGO. AGOSTO 2012. |
EN LA ACTUALIDAD,2019. |
Desde este momento el antiguo recinto militar no sirvió
más que para un refugio de vagabundos y cantera en los hogares de las
parroquias vecinas.
Esta estructura defensiva fue tan importante
para la protección y seguridad de estas tierras que un libro tan emblemático
para el Camino de Santiago como la Historia Compostelana la consideró “llave y
sello de Galicia”.
En nuestros días, el lugar es uno de los sitios arqueológicos e históricos más importantes de Galicia.
En nuestros días, el lugar es uno de los sitios arqueológicos e históricos más importantes de Galicia.
Y por si no fuese poco, en el año
2011 se descubre una fuente de aguas termales con efecto medicinal que brotan
en los montes Fontevecha, y que la
Dirección Xeral de Industria, Enerxía e Minas de la Xunta reconoció a comienzos
del año 2013. Son aguas bicarbonatadas
cloruradas, sódicas y sulfuradas, a una temperatura constante de 18,3 grados. Este
manantial de agua termal y minero-medicinal que recibe el
nombre de As Lombas.
AS LOMBAS. |
INFORMACIÓN
RECOGIDA DE LOS SIGUIENTES ENLACES:
http://militaresescritores.es/wp-content/uploads/2016/06/2013_02_01_Juan_Jose_Burgoa_La_Armada_gallega_de_Diego_Gelmirez.pdf
https://www.diariodearousa.com/articulo/ulla-umia/agua-termal-y-vikingos-combinacion-futuro/20140322025411062797.html
https://www.diariodearousa.com/articulo/ulla-umia/agua-termal-y-vikingos-combinacion-futuro/20140322025411062797.html
VISITA OTROS SORPRENDENTES LUGARES DEL MUNICIPIO DE CATOIRA EN ESTE ENLACE,
CON UN MAPA PARA LLEGAR A CADA UNO DE ELLOS.
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