«Ti dis Galicia é ben pequena. Eu dígoche: Galicia é un mundo. Cada terra é coma se fose un mundo enteiro. Poderala andar en pouco tempo do norte para o sur, do leste para u oeste noutro tanto; poderala andar outra vez, mais non a has dar andado. E de cada vez que a andes, has atopar cousas novas e outras has botar de menos.
Vicente Risco: Leria (ensaio)
El dolmen Fornela dos Mouros está situada en la parroquia de San Simón de
Nande, cerca del lugar de Aprazadoiro.
Este dolmen data de entre el 2500 y el 2000 a.C., presenta planta
rectangular y está formado por tres losas verticales y una horizontal como
cubierta.
Está emparentado, por su forma, con otros dólmenes de la zona como la CASOTA
DE FREÁN en el Municipio de Vimianzo.
De altura tiene 1,35 metros, por 2,57 de ancho.
La piedra de la cubierta mide 2,70 metros.
Los historiadores ponen en duda que esta construcción sea en realidad un
dolmen debido a sus reducidas dimensiones y a que se encuentra en un lugar
pedregoso y poco propicio para los enterramientos.
Argumentan que probablemente estamos delante de una de esas arcas
megalíticas de forma cuadrada o rectangular, con cubierta única y de aspecto
muy cuidado, que son un preludio de lo que serán las CISTAS de
inhumación individual que aparecerán en Galicia a partir de la edad del Bronce.
Pazo de estilo barroco del siglo XVII fundado por Álvaro Núñez Taboada.
Estuvo habitado hasta principios del siglo XX aunque durante el siglo anterior
ya sólo era utilizado como vivienda de vacaciones.
El Pazo de Liñares es el más señorial de las Terras do Deza, una de las
joyas de la arquitectura rural gallega. Fue bautizado para la inmortalidad por
Doña Emilia Pardo Bazán como "El Palacio del Recuerdo". Así lo
describe "en Liñares, el culto al pasado es tan reverente, que yo, en mi
geografía novelesca he llamado a esa casa a la vez tan hospitalaria, tan
patriarcal y tan distinguida", y sigue diciendo "rodean a Liñares
robledas plantadas, no con el caprichoso desorden de la fraga rústica, sino a
cordel, y tan altas y añosas, de tan espléndido arbolado, que recuerdan las
francesas de los antiguos sitios reales. Valen miles de duros esos bosques, que
sus dueños, la señora viuda de Taboada y sus hijos, no quieren, no digo talar,
pero ni aún mutilar".
En Liñares la Condesa de Pardo Bazán pasaba largas jornadas en compañía
de los Taboada, amigos de la familia Quiroga, dueños del pazo de Quíntela, en
la parroquia de Santiago de Catasós, estaba casada con José Quiroga Pérez Deza,
hijo de Antonio Quiroga Hermida y María Asunción Pérez de Deza, dueños del
dicho pazo de Quíntela. Estas relaciones datan de muy antiguo, ya que ambas
familias se originaron de un mismo tronco a principios del siglo XVI,
perdurando estrechos lazos familiares y de amistad hasta bien entrado el siglo
XX.
El último dueño que vivió en el pazo fue D. José Cano Otero, presidente
de la Academia de Medicina y Cirugía de Galicia, que lo heredó de su abuelo
materno Augusto Otero Martínez y éste lo heredó de su tío Rafael Otero que fue
quien lo ganó en una partida de cartas en el Casino de Santiago, a su dueño
Amalio Taboada, que lo jugó con todas sus tierras, y lo perdió. El último
propietario fue Rafael Latorre que en 2002 se lo vendió al Ayuntamiento de
Lalín.A lo largo del siglo XX sufrió diversos
avatares y el cambio de titularidad en varias ocasiones, lo que hizo que esta
gran mansión cayera en un estado próximo a la ruina, hasta que lo adquirió el
Ayuntamiento de Lalín y los restauró con sumo gusto.
Este hermoso pazo está configurado en dos cuerpos, uno de ellos de planta
rectangular y el otro más pequeño en forma de L. La zona más antigua fue
construida con las piedras del Castillo de Vilaboa, destruido por los
Irmandiños.
El pazo es de estilo barroco, de planta rectangular, de cantería, con una
gran fachada principal a la que se abren tres balcones con balaustres de
hierro, sustentadas por ménsulas decoradas con motivos vegetales y varias
ventanas.
La puerta principal es de traza sencilla y da acceso a un vestíbulo de
donde arranca una escalinata interior de cantería que conduce a la planta noble
del edificio, donde estaban las dependencias de los señores.
En el recibidor hay una pila bautismal proveniente de una capilla románica desaparecida, decorada con conchas marinas y fue en ella donde fue bautizado el aviador Joaquín Loriga en 1895, uno de los hijos ilustres de esta casa y de esta comarca, conocido por realizar en 1926 el vuelo Madrid-Manila en 17 etapas y 33 días.
La planta inferior
estaba destinada a cuadras para guardar los animales.
La planta alta tiene un gran salón desde el que se accede a las
habitaciones y a la galería posterior.
El majestuoso salón estaba decorado en las cuatro esquinas con escudos
tallados en madera policromada, representando las armas familiares, y las
paredes estaban adornadas con frisos de pintura mural. En este regio salón se
escuchaba música clásica del piano de cola, donde se interpretaban con
frecuencia partituras del célebre compositor y músico coruñés romántico Marcial
del Adalid, emparentado con la ilustre familia de Liñares.
En una sala existían pinturas murales que representaban la iglesia de SAN MARTÍN DE PRADO.
Existía un adosado destinado al servicio donde hay que destacar una LAREIRA en piedra en la segunda planta.
En la fachada posterior destaca una amplia GALERÍA compuesta por cinco
arcos de medio punto sustentados por columnas y con escudos en el muro.
Otro elemento destacable es la escalera de triple rampa quebrada en
ángulos, terminada en patín, cuya cubierta está sostenida por dos columnas.
El pazo tenía agua corriente que era conducida hasta la edificación por
caños de piedra, y pasaba por dos fuentes. El patio está ajardinado y cuenta
con diferentes árboles ornamentales, entre los que destacan un gran ciprés, un
magnolio y una fuente, frente a la fachada principal.
Entre los inmuebles anexos hay una CAPILLA que limita con el
cierre de la finca, un palomar circular, las casas del servicio, dos hornos y
un hórreo, cumpliendo el dicho popular "si tiene capilla, palomar y
ciprés, pazo es".
En los distintos muros de la casa hay cuatro ESCUDOS, considerados
los antiguos blasones adoptados por la familia Taboada de Deza. Los dos escudos
más antiguos están situados en el antepecho de la galería de la fachada
posterior, que pueden corresponder por sus formas y características al siglo
XVI.
En el acceso al salón hay otro escudo de buenas proporciones, que tiene
las armas de los Churruchaos.
Por último, el escudo más visible es el que
ostenta la fachada principal, con las armas de los Taboada, Mosquera,
Churruchaos y López de Lemos, bajo una corona como timbre de nobleza.
En la actualidad está totalmente restaurado. En 2009 fue declarado BIC (Bien de
Interés Cultural) y desde 2014, bajo el nombre de Espazo Liñares, funciona como
un contenedor cultural multidisciplinar en el ámbito gallego.convirtiéndolo en la actualidad en un espacio
sociocultural, de uso multidisciplinar, que albergará el Centro de Gestión y
Conocimiento Arqueológico de la cultura de los Castros (CXCA), que funcionará
como un apéndice del Museo de Pontevedra; también el Museo Galego de la Marioneta,
que es el único de estas características en Galicia y se completará con el
Archivo Histórico de Deza, con una Sala dedicada a Loriga y otra sala al
Xacobeo por ser un lugar de paso de la Vía de la Plata y por lo tanto un lugar
de afluencia de muchos peregrinos.
El MUSEO GALEGO DA MARIONETA,
fué inaugurado en octubre de 2001. Fruto de un convenio de colaboración
subscrito entre el Ayuntamiento de Lalín y
la compañía “Viravolta títeres”, para mostrar su colección de marionetas y fomentar el
disfrute, investigación, estudio y recuperación del arte de los títeres.
El
museo amplía cada año su fondo documental con la incorporación de nuevas
piezas, libros, vídeos y otros materiales sobre esta materia.
El día 13 de diciembre abrió sus puertas en este nuevo edificio, con dos
salas de exposición y biblioteca-centro de documentación, iniciándose la
programación de actividades.
Horario: 11-14 h. 17-20 h. Cerrado los días 24, 25, 31 de diciembre y 1
de enero.