La parroquia ferrolana de Brión, concretamente en la aldea de San
Cristovo, una atalaya privilegiada en la boca de la ría, se celebraba en julio su tradicional romería
de San Cristóbal, cumpliendo así con la
devoción hacia su santo patrono.
La imagen del santo, patrono también de todos los conductores y
trabajadores de la carretera, se procesiona todos los años a hombros de los
vecinos, por los bellos caminos del lugar, acompañada por
los músicos del Grupo Scout 19 de Ferrol como ya es tradición. Y es que esta
asociación juvenil fue la encargada de restaurar la ermita en los años 70 e
incluso ayudó a construir la carretera que une el templo con el núcleo
poblacional de San Felipe, conocida como la “Ruta de los exploradores
ferrolanos”.
Antes, como manda la tradición, se celebra una misa solemne en la ermita
-más bien, por cuestión de espacio, en su atrio; a los pies del CRUCEIRO que
tantas veces ha soportado los envites del tiempo y de los accidentes
automovilísticos, hoy ya reconstruido-, que reúne a un buen número de vecinos
de la aldea y de su parroquia vecina, San Felipe.
Recordar que André Pena
en su obra, San Andrés de Teixido, muestra a San
Cristovo das Serpes de Brión (Ferrol); posiblemente como otro de los lares
viales gallegos, tenía la piadosa tarea de socorrer personalmente
recogiéndolas, una a una de la arena y subiéndolas sobre sus espaldas, a las
almas que llegando tarde al muelle llamado “Areas do Paradiso” en su santuario
de Ferrol, perdían el barco para el “Alén”, o “Máis Alá”(más allá). Dicen, también, que San Cristovo una noche de pereza y aburrimiento subió
a una barca de piedra con el Niño Jesús a espaldas y cruzó el mar hasta la playa de Chanteiro
para hacer una visita a Nosa Señora de la Merced, que salió a esperarlo delante
de su iglesia. También se dice que una enorme serpiente, con una impresionante
melena, protege a San Cristovo. Se introducía dentro de la fuente enroscándose
hasta que desaparecía por las aberturas de las piedras del fondo. Todos huían al verla, más nunca hizo mal a
nadie. La serpiente, a pesar ser perseguida por la religión católica desde la
antigüedad, su fama de protectora y conductora de almas continúa en muchos
lugares de Galicia.
En las cercanías de la coqueta ermita de San Cristovo, se encuentra el
patrimonio compuesto por la BATERÍA DE SAN CARLOS y SAN CRISTOVO,
todo un alarde de arquitectura militar borbónica. Esta última conforma un
enclave idóneo para observar la entrada y toda la Ría de Ferrol , como hacían
antiguamente los defensores de este territorio, pues desde la batería militar
se generan conexiones visuales con la amplia ensenada configurada por la
desembocadura del río Xunia, pudiendo contemplarse San Felipe, Ferrol o Neda.
INFORMACIÓN RECOGIDA DE LOS SIGUIENTES ENLACES
Bonita mi ciudad, me saqué el carnet de conducir en Ferrol para tener más libertad pero aquí me quedo.
ResponderEliminarGracias por el comentario Laura!
Eliminar