Las Islas Cíes o, como las llamaron los romanos en su época, ISLAS DE LOS DIOSES son un
paraíso tanto para las aves que anidan en sus acantilados, como para las
diversas especies que allí se encuentran, pero además también lo son para quien
las visita y pueda disfrutar de sus bellos entornos naturales, de sus playas, de
su tranquilidad, etc.
VISTAS DE LAS CIES DESDE CABO SILLEIRO |
El archipiélago, corazón del PARQUE NACIONAL MARÍTIMO TERRESTRE DAS ILLAS ATLÁNTICAS DE GALICIA, está formado por tres islas: ISLA DE
MONTEAGUDO (o del Norte), ISLA DE O FARO y la ISLA DE SAN MARTIÑO
(o del Sur) y los islotes de Agoreira o
Boeiro, Penela dos Viños, Carabelos y Ruzo.
Las dos primeras están unidas entre sí por la barrera arenosa de la PLAYA
DE RODAS, que actúa de puente natural, y el “LAGO DOS NENOS” (hoy “O
Lago”), donde una frágil pradera subacuática de zostera (planta con flor
acuática) sirve de refugio de cría a peces y otros animales acuáticos.
Las Islas Cíes fueron llamadas en la antigüedad, SICCAE (áridas).
En ellas se han encontrado restos arqueológicos que datan la presencia humana
sobre el 3500 a.C. Sin embargo, los restos del primer asentamiento humano del
cual se tiene constancia, es un castro de comienzos de la Edad de Hierro.
VISTA DESDE NIGRÁN |
VISTAS DESDE LA VIRGEN DE LA ROCA |
En la Edad Media, fueron habitadas por monjes de diversas órdenes. De estas sucesivas ocupaciones quedaron como pruebas LOS MONASTERIOS de San Estevo (en la Isla de O Faro); y de San Martiño (en la isla de su nombre), así como una fábrica de salazón y de un molino de agua. Las idas y venidas de los monjes se debían a los continuos ataques que sufría el archipiélago por parte de piratas y también de armadas invasoras. Esta situación se prolonga hasta el siglo XVIII, acabando con el despoblamiento del archipiélago.
LAS CIES VIGILADAS POR EL FARO DE PUNTA LAMEIRA (NIGRÁN) |
A mediados del siglo XIX se construye el primer faro en la Isla de O
Medio (Isla de O Faro). Por esas fechas, las islas se vuelven a poblar con
algunas familias que se dedican a la pesca y a la ganadería ovina y caprina.
Será en los años 60, cuando las islas se despueblan definitivamente. A
partir de los 70 y 80 la gente empieza a acudir al archipiélago para disfrutar
de las playas, el sol, la naturaleza, etc.; convirtiéndose en un importantísimo
recurso turístico.
ISLA DE FARO DESDE LA PLAYA DE PATOS, NIGRÁN |
Hoy, la única vía de acceso a las islas, es el servicio de transporte
marítimo de pasajeros con salidas desde Vigo, Cangas y Baiona durante los meses
de verano y en Semana Santa, si el tiempo lo permite. La de San Martiño es la
única que no está comunicada por línea regular (solo pueden acceder a ella
embarcaciones privadas).
Nosotros elegimos el puerto de Cangas por su proximidad a la ciudad de
Pontevedra, donde estábamos alojados.
Tomamos uno de los primeros barcos que salían hacia la isla y así
aprovechar bien el día, que se presentaba espectacular meteorológicamente
hablando (algo que después paso factura en la piel de alguno y alguna).
El archipiélago cuenta con un pequeño embarcadero en la isla de
Monteagudo, donde también se ha levantado el único servicio hostelero con el
que cuenta esta isla.
Desembarcamos y nos dirigimos a la CASETA DE INFORMACIÓN sobre el
Parque Nacional, situada a 100 metros del muelle de Rodas (puerto de embarque).
Aquí te darán todo tipo de información sobre los servicios y actividades que se
pueden desarrollar en este increíble espacio natural.
El personal de dicho puesto, nos aconsejó realizar una de las cuatro RUTAS
DE SENDERISMO señalizadas que existen dentro de las islas de O Faro y
Monteagudo, que recorren sus interesantes y atractivos enclaves: Ruta de O Monte Faro; Ruta de O Faro da Porta; Ruta de O Monte Agudo y Ruta de O Alto do Príncipe.
Nosotros apostamos por la del Alto do Príncipe, un recorrido de 3km (ida
y vuelta) con un desnivel de 122m, y que como las demás parte de la Caseta de Información.
Echamos en falta un lugar con taquillas donde poder guardar lo
innecesario (accesorios de playa; alimentos; etc.), para explorar esas rutas
más desahogadamente.
Seguimos la pista a la derecha que pasa junto a la playa de Figueiras de
tradición nudista (300m), y su complejo dunar.
El camino sigue ascendiendo hasta que llegamos al cruce principal de la
Isla de Monteagudo (20 min.). Hemos de desviarnos a la izquierda, por una senda
que nos conducirá al Alto do Príncipe.
UNA PARADA EN EL ASCENSO |
Serpenteando en dirección sur, el camino continúa hasta que después de
una pequeña bajada se abre para descubrirnos parte del espectacular paisaje del
que gozaremos en unos minutos.
Estos últimos 100 m. de subida transcurren por una senda entre rocas modeladas
por el viento y el agua hasta llegar a la “SILLA DE LA REINA”,
caprichosa formación rocosa resultado de esa tremenda acción erosiva y que
constituye uno de los más hermosos miradores de las islas.
Además de la visión del Faro de Cíes, imponente sobre los 175m de
acantilado a sus pies, observamos el arenal de Rodas, la tranquilidad del mar
en su recogida bahía, el lago o la exuberante vegetación arbórea, en
comparación con las casi desnudas y escarpadas laderas de poniente, nos dan una
idea de la protección natural que ofrecen las islas a la ría de Vigo.
Desde esta elevada situación, se hace patente el relieve tan contrastado
entre: la cara oeste; la orientada al océano, donde abruptos acantilados se
elevan más de 150 metros, con numerosas cuevas (furnas), formadas por la
erosión del mar y el viento; y la cara este; que mira a la Ría de Vigo y toca
al mar con la arena de sus paradisiacas playas (Rodas; Bolos; Nuestra Señora; Cantareira; Margaridas; Mixueiro; Areiña; San Martiño y Figueiras.
Aunque existen multitud de lugares en las islas desde los que poder
admirar su paisaje, sólo se consideran MIRADORES, como tales, algunos de
ellos que, por su elevado interés paisajístico, amplitud y localización, son
accesibles para la mayor parte de los visitantes. En Cíes se recomiendan: Faro
de Cíes, Faro da Porta y Pedra da Campá, en la Isla do Faro; Faro dos Bicos en
la Isla de San Martiño; Faro de Monteagudo y este del ALTO DO PRÍNCIPE,
en la Isla de Monteagudo.
El camino de vuelta debe realizarse por el mismo sendero, que aunque no
era demasiado duro, el sofocante calor, la mañana de paseo y el madrugón, nos
hizo detenernos en un área recreativa habilitada con mesas y bancos entre la
playa de Figueiras y el embarcadero de Rodas, donde dimos cuenta de un buen
refrigerio al abrigo natural que proporcionan los árboles.
Tras dar cuenta de las viandas llevadas para la ocasión, era el momento
de disfrutar de la que en febrero del año 2007, el periódico británico 'The Guardian' eligió como "LA MEJOR PLAYA DEL
MUNDO".
No se equivocan, la PLAYA DE RODAS, arenal que como ya señalamos une
las islas de Monteagudo (norte) y del Faro (centro), posee una arena fina y
blanca, así como unas aguas cristalinas de color esmeralda que la convierten en
una paradisiaca playa. Junto a ella se conservan zonas de dunas naturales que,
actualmente, están en fase de recuperación.
Es la playa más extensa con 1300m de largo por 60m de ancho, y también la
más famosa y distinguida.
Un paseo por cualquiera de sus playas de arenas finas y blancas, y un
baño en esas aguas cristalinas del Océano Atlántico (algo frías), suponen un
placer para los sentidos del visitante de este bello entorno natural.
A tan sólo 1,2 km del muelle de Rodas, ya en la isla del Faro y muy cerca
del Camping, se encuentra el CENTRO DE INTERPRETACIÓN, situado en el
interior de un antiguo almacén de artillería del S.XIX, el cual fue levantado a
su vez sobre las ruinas del Monasterio de San Esteban, datado en el S. XI y
centro de la vida insular en aquella época. En su interior aún se pueden
observar los restos de la cimentación, algunas piezas que formaron parte de las
cornisas del edificio y un sepulcro antropomorfo, perteneciente a alguno de los
monjes que allí vivieron.
A LA DERECHA POR ENCIMA DEL CAMPING EL CENTRO DE INTERPRETACIÓN |
Fue un día de calor sofocante, por lo que adelantamos nuestra vuelta a la
península do Morrazo, para tomarnos unos estupendos combinados resfrescantes en Cangas y con
ello, dar por concluida nuestra jornada de excursión, eso sí, y como aviso a
futuros navegantes, algunos con la piel enrojecida.
INFORMACION RECOGIDA DE LOS SIGUIENTES ENLACES
Maravillosas fotos y una explicación de como es la isla sencilla y clara, así resulta muyy facil enamorarse de la isla y que te den ganas de visitarla..
ResponderEliminarGracias por el comentario. Nos da ánimos para seguir compartiendo estos parajes. Un saludo.
ResponderEliminarGracias. Vigo es un magnífico punto de partida para descubrir las hermosas playas e islas de la región.
ResponderEliminarGracias Nuno por tu comentario. Un saludo!
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