Aunque se trate de una pequeña ruta circular, el entorno natural por el
que discurre la hace sencillamente atractiva.
Son únicamente 900 metros de longitud total recorriendo los dos orillas del
sorprendente río Mendo, en la que emplearemos una media hora de marcha por
la baja dificultad que ofrece.
El sendero comienza y termina en la fabulosa ÁREA
RECREATIVA DE AGRA-REBOREDO, situada en un entorno forestal
perfectamente acondicionado.
Entorno bañado por las aguas del río Mendo, en donde se ha represado el
río para formar una piscina natural en la que darnos un chapuzón.
Una densa vegetación de pinos, eucaliptos, robles y alisos cobijan al
visitante, bajo cuya sombra se han habilitado numerosas mesas y barbacoas de
piedra, que animan al picnic.
Pero sin lugar a dudas, será su magnífico equipamiento recreativo el
punto fuerte sobre todo para los más peques de la casa, pudiendo disfrutar en
contacto con la naturaleza de sorprendentes juegos construidos en madera.
Se ha aprovechado la zona boscosa para montar un fantástico parque
recreativo con tirolinas; pasos tibetanos; columpios; etc.
Después de recrearnos en este singular espacio, es el momento de recorrer
la ruta de senderismo, atravesando el puente de madera que une las dos orillas
y que nos sitúa a la izquierda de estas, río arriba.
Nada más comenzar no topamos con una señalización indicándonos la
proximidad del MUIÑO DE SUSO.
Dos piedras de moler junto al camino nos
delatan su presencia.
Esta muestra etnográfica se
encuentra abandonada y la vegetación ha invadido el atractivo entorno,
impidiéndonos una clara visión de los dos ojos por los que atraviesa la
construcción el río.
Entre esa maleza que puebla
también la orilla, vislumbramos un hermoso SALTO DE AGUA que se forma en
la presa que alimenta el molino, cuando estas en su impetuoso y caudaloso
descenso la rebasan.
Continuamos nuestra andadura acompasados únicamente por el agradable
sonido de la naturaleza.
En seguida estamos sobre el puente de piedra que nos devuelve a la orilla
opuesta del río, en el que veremos el MUIÑO DE PRATA, imponente
construcción en proceso de rehabilitación.
Pudimos asomarnos al "termiñado", piso donde se encontraban las
tres muelas; o al "sarteio", espacio donde el agua generaba la fuerza
motriz que las movía, e imaginarnos la enorme capacidad de trabajo del que
dispuso el molino antaño.
Partimos de vuelta acompañando el descenso del río, por lo que ahora sus
rápidos y pequeñas cascadas son mucho
más visibles.
Hasta el anteriormente mencionado SALTO DEL MUIÑO DE SUSO, desde
este margen del río se contempla más hermoso, no así el molino, apenas
reconocido entre la maleza.
Tras aprovechar el tranquilo paseo, el sendero nos devuelve al Área
Recreativa, donde rematar esta magnífica jornada de ocio.
INFORMACIÓN RECOGIDA EN EL SIGUIENTE ENLACE
No hay comentarios:
Publicar un comentario