MUIÑOS DE ARDELEIRO, MALPICA

Galicia es pródiga en sorprendentes cursos de agua, en muchos de los cuales, el hombre supo aprovechar esa riqueza natural y el particular escenario por el que discurren, para integrar eficientes ingenios hidráulicos como son los molinos.

 

En Malpica, más concretamente en el lugar de Ardeleiro, parroquia de San Cristobal de Cerqueda, han utilizado el agraciado tramo final del pequeño REGO DOS MUIÑOS, para construir cinco molinos de indiscutible belleza y gran vigor. 

Para disfrutar de este interesante complejo patrimonial y etnográfico, debemos recorrer la RUTA DOS MUIÑOS DE ARDELEIRO, también conocidos como MUIÑOS DA RIBEIRA.

Sencillo itinerario de muy baja dificultad y corto recorrido, que nos acerca hasta el increíble enclave de la ENSENADA DOS MUIÑOS.

Llegados a este espectacular punto del Alto dos Muiños, somos recibidos por la típica cruz que salpican muchos de los recodos de esta accidentada Costa da Morte, recordándonos su rudeza y las numerosas vidas cobradas.

Un espacio natural al que asomarse con mucha cautela, pues los frecuentes temporales han horadado las paredes de este balcón, abriendo bajo nuestros pies enormes y profundas cuevas. 

 

Desde este farallón, observamos también el pequeño barranco que forma el Rego dos Muiños antes de despeñarse bruscamente en el salado océano atlántico, lugar donde se ubican estos cinco molinos reformados recientemente.

 

Es el momento de explorar los aproximadamente 160 metros que separan la primera construcción de la última, situada prácticamente en la misma rompiente marina.

Comenzamos en el MUIÑO DO PIRILLETE, el más apartado de la costa. En él distinguimos, que dependiendo de la ubicación de la estructura, varía la solución dada para que el agua baje con fuerza hacia el rodicio, encontrándonos con molinos de canal y de cubo.

Caminando por el estrecho sendero de tierra que bordea el curso del Rego, el siguiente que nos topamos es el MUIÑO DO TECEDÉN. Esta, como las otras cuatro construcciones, está realizada en mampostería, presenta planta rectangular con techumbre a una sola agua y cubierta de teja del país.

Ahora el tramo donde se ubican los últimos tres molinos se vuelve más empinado y vistoso, dibujando hermosos saltos de agua como el que observamos junto al MUIÑO NOVO. 

Paso a paso, el encanto del entorno va en aumento. 

 

Alcanzado el MUIÑO DE MANDIÁN, contemplamos como el agua fluye del molino anterior hacia el cubo pegado a la pared trasera de este por un canal elevado, describiendo un fenomenal lienzo.

Junto a este, el rego dos muiños desciende escalonadamente formando atractivas cascadas donde agua y piedra se funden, ofreciéndonos imágenes extraordinarias que hemos intentado capturar, para compartir tan mágicos instantes.

En la base de las cascadas, una amplia poza recoge las cristalinas aguas que, por último, alimentaran el MUIÑO DE VARELA, que el muy atrevido, desafía al impetuoso océano próximo a la pleamar.

Este modesto regato es grandioso hasta entregando sus aguas dulces al mar, regalándonos una de esas inolvidables y perfectas estampas, que en muy pocos lugares se repite.

 Un singular frente costero declarado espacio natural, por el que se derrama en forma de prodigiosas cascadas al lecho marino, este cautivador Rego dos Muiños.

 

Siempre recomendaré su visita, sobre todo tras épocas de abundantes lluvias cuando se apreciará mejor su lucimiento por su abundante caudal; pero también su conservación, para que podamos seguir disfrutando de tan increíble lugar, que además nos habla, de una no muy lejana forma de vida.

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