En el barrio de San Lázaro, situado a las afueras de la ciudad, nos
encontraremos distintos elementos del patrimonio de esta hermosa Villa.
El barrio es atravesado por el CAMINO NATURAL DE SAN ROSENDO y por
el CAMINO NORTE. Señalado camino de peregrinación a Santiago que entra en
Mondoñedo salvando el río Valiñadares, por un histórico puente de piedra
de dos arcos.
Este PUENTE
DE SAN LÁZARO, se dice fue construido a instancias del Obispo
Sarmiento, por iniciativa de Fray Lorenzo de Santa Teresa en el s. XVIII, aunque
hay referencias sobre reparaciones efectuadas en 1660.
Tiene en su parte central dos escudos labrados en piedra mirando al
Camino, uno con las armas de la ciudad de Mondoñedo,...
... el otro parece ser el escudo del obispo Fray Antonio Sarmiento de Sotomayor.
... el otro parece ser el escudo del obispo Fray Antonio Sarmiento de Sotomayor.
Próximo al puente se encuentra el PAZO
DE CAIÓN. D. Luis López de Lombardía obtuvo de Felipe V (28-09-1738) una
Real Cédula para establecer una Fábrica de Lienzos. Este, para ubicar a
fábrica, adquiere en San Lázaro un terreno que hoy ha sido reconvertida en Pazo.
Aquí viviría posteriormente el poeta gallego Luis Pimentel.
Junto al cauce del Rego de Cesuras y cercano al empalme de la antigua carretera de Villalba a Oviedo y a la de Vivero a Meira, nos encontramos con un pequeño CRUCEIRO confeccionado en piedra de cantería, que por su apariencia, bien pudiera haber servido también como fuente.
Continuando camino hacia Mondoñedo nos toparemos la CAPILLA
DE SAN LÁZARO. Fundada a principios del siglo XVIII, presenta una única
nave de planta rectangular con arco triunfal. En el interior alberga un retablo
principal de estilo Barroco Regional del siglo XVIII con imágenes de San José y
San Fernando, así como un relieve de la Resurrección de Lázaro de esa misma
época.
La advocación a San Lázaro, patrón de los leprosos, delata que aquí
estuvo situada una LEPROSERÍA
o MALATERÍA,
de la que se conserva el edificio enfrente de la capilla. La referencia más
antigua data de 1287. Además de hospitales de peregrinos es común en los
Caminos de Santiago hallar este tipo de obras piadosas, amparadas por nobles,
reyes, obispos... pues se tenía por uno de los actos supremos de caridad
cristiana, al ser una de las enfermedades más temidas de la antigüedad. En el
año 1755, con la finalización de las obras del nuevo Hospital de San
Pablo, ambos hospicios serán fusionados en un único centro.
El barrio de San Lázaro es también importante por su actividad industrial, en este lugar es donde se asientan buena parte de las fábricas de transformación maderera de Mondoñedo.
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