La noche de San Xoán es una de las fiestas antropológicamente más
importantes en Galicia. Así por ejemplo, se celebra en A Coruña con las
tradicionales hogueras en sus playas, siendo esta la fiesta más multitudinaria
de Galicia y una de las más multitudinarias de toda España. La noche de San
Xoán en A Coruña fue declarada Fiesta de Interés Turístico Internacional.
Muchos ritos de carácter mágico o supersticioso se asocian la esta
tradición: saltar las hogueras, poner un ramo de hierbas de San Xoán en las
puertas de la casa con la finalidad de protegerse de las meigas, lavarse al
amanecer en manantiales o con agua de rosas etc.
La Víspera de San Juan o Noche de San Juan es una festividad cristiana,
de origen pagano. En el calendario celta esta fiesta corresponde a Litha, el otro gran
solsticio del año, el de verano. Marca el inicio del verano, pero también el
inicio del acortamiento de las noches. En esta fiesta era tradición encender
grandes hogueras, para alargar aún más el día más largo del año –“Para darle
más fuerza al sol”. Como se sigue celebrando hoy en día, era normal encenderlas
en las playas, y saltar por encima de ellas para luego saltar nuevamente al
mar, a modo de purificación.
Aunque actualmente se ha establecido que la Noche de San Juan se celebra
la noche del 23 al 24 de junio, como ya sabéis, en origen estas fiestas
dependían de un calendario lunisolar y las fiestas con solsticios. Así pues,
cuando escuchemos que la noche de hoy será la noche más corta del año, podremos
explicarles que no es así.
La noche más corta del año se corresponde con la de aquel día en la que
el Sol pasa más tiempo sobre el horizonte, lo que sucede en junio en el
hemisferio norte y en diciembre en el hemisferio sur. El inicio del verano, en
el hemisferio norte, puede darse, a lo sumo, en tres fechas distintas del calendario
vigente, del 20 al 22 de junio. Lo que sí es cierto es que al principio de
nuestra era, antes de que se aplicara la corrección del calendario gregoriano,
el solsticio de verano sí podía caer en el 23, 24, o incluso el 25 de junio, de
ahí el origen de la confusión.
El ritual con el que se asocia indiscutible la Noche de San Juan son LAS
HOGUERAS que se encienden en la tarde-noche del 23 de junio. Son
llamadas también cacharelas, cachadas, cachelas ou lumeiradas. Durante los días previos, los jóvenes y
vecinos van acopiando diverso material en algún lugar abierto y de paso público
(plazas, encrucijadas o, actualmente, playas) hasta que, en el comienzo de la
noche, se prende fuego entre la expectación de todos los vecinos. En las horas
siguientes, comen sardinas a la brasa y beben vino, cantando y bailando
alrededor de la hoguera y, cuando esta está prácticamente consumida, terminan
saltando sobre las últimas lapas mientras se exclama:
Salto por riba
do lume de San Xoán,
para que non me morda
cadela nin can
nin bicho vivinte
que ande polo chan.
Otras fórmulas que se usan son:
Salto por riba/ do lume de San Xoán/ para que non me trabe/ cadela nin
can.
Sálvote lume de San Xoán/ para que non me trabe/ cadela nin can/ nin
cantos males han.
Suelen saltarse un número determinado de veces para conseguir el objetivo
mágico. Suele recurrirse al número 3, que representa la Trinidad, al 7, que
representa la totalidad, o al nueve, el número de la perfección (tres veces
tres). Se recomienda que para conseguir el máximo efecto a la hora de saltar,
que se haga desnudo.
En Oliveira (A Coruña), se solía colocar una cabeza de algún animal
pinchada en un palo de laurel y apilar leña a su alrededor. La hoguera no se
solía apagar hasta que la cabeza acabara calcinada.
En algunos lugares se suele celebrar ciertos ritos de paso sobre las
llamas o sobre el fuego para curar algunas enfermedades. Se pueden hacer entre
dos mujeres llamadas María o entre una mujer llamada María y un hombre llamado
Xoán, que se pasan mutuamente a un bebé enfermo mientras dicen:
Enfermo cho entrego
devólvemo san.
Cuando acaban se envuelve al bebé con una sábana de lino nueva que nunca
hubiera sido lavada.
También existía la costumbre de ahumar el ganado esta noche para
protegerlo del meigallo (embrujo). Para ellos se hacía andar al ganado
alrededor o entre hogueras. En otras ocasiones se quemaba en la corte un cuerno
de carnero, laurel bendito y azufre (RODRÍGUEZ LÓPEZ:202).
Con las hogueras también se protegían las cosechas mientras se recitaba:
Ve-lo lume, ve-lo pan,/ cada espiga seu toledán, o Ve-lo lume, ve-lo pan,/ Dios
che dea bo gran/ polo mes de San Xoán/ espigas como rebolas/ e grauciños como
olas (FRAGUAS:106).
En Castrofeito (O Pino) o Pedrouzo (Silleda) a las hogueras se las
denomina fumazos porque en ellas queman toda la leña verde que levanta un
intenso humo con el que se espanta a las meigas y sus meigallos.
También es común la creencia de que EL AGUA, que lava tanto la
suciedad como las enfermedades o, en general, el Mal, alcanza en esta noche
propiedades mágicas superiores a las que pueda tener en el resto del año. Por
eso, se acude a ríos y fuentes a practicar ciertos rituales, preferentemente a
las más próximas a monasterios y santuarios, que transfieren su sacralidad al
agua. Así, en la fonte da Moza, Veiga (Ourense), se aparece esta noche una moura
a peinar sus cabellos; esta misma leyenda está presente en muchos otros lugares
de Galicia, como por ejemplo en Outeiro de Vimieiros (Celanova, Ourense), o en
el lugar de Doniz (en Espiñoso, Cartelle, Ourense). En la fuente de Bexán (Cambados),
se bañan los enfermos de mal de ojo para romper el hechizo. En la Gudiña, las meigas
reparten el agua que le toca a cada vecino.
Se llama flor del agua, a la capa más superficial en la que se refleja el
sol al amanecer y que por tal motivo posee un misterioso efluvio que guardan
las ninfas o xanas del agua. En el caso de una fuente, este poder lo tiene el
primer agua que brota al amanecer. En esta noche de San Xoán, la flor del agua
transmite sus propiedades de salud y belleza a las jóvenes que laven la cara en
las fuentes en las que habiten estos seres. Esta misma operación también sirve
para esconjurar a las meigas:
Día de San Xoán, alegre
meniña, vaite lavar,
pillarás auga do paxaro
antes de que o sol raiar
Irás arrente do día
a i-auga fresca a catar
da auga do paxariño
que saúde che ha de dar
Corre meniña, vaite lavar
alá na fonte te has de lavar
i a fresca i-auga desta manecida
cor de cereixa che ten que dar.
Se arraiar, se arraiará
tódalas meigas levará;
xa arraiou, xa arraiou,
tódalas meigas levou.
También se cree que se cura el bocio bebiendo durante esta noche agua en
nueve fuentes distintas; en Xavestre (Trazo, A Coruña), beber el agua que sale
de siete o nueve molinos libra de los hechizos. En Entrimo, se purifican unos a
los otros salpicándose mutuamente. En otros lugares, hay que coger una rama de
bieiteiro (Sauco) para ir con ella a una fuente mágica al amanecer del día de
San Xoán: el primero que llegue puede coger con esa rama la flor del agua y
usar de sus virtudes. En las Vendas da Barreira (Riós, Ourense) se cree que la
joven que recoja la flor del agua casará dentro del año.
La llovizna orballo que se deposita sobre la hierba o la simiente
durante la noche de San Xoán posee también propiedades curadoras y milagrosas;
en Riós lo explican en que en esta noche las meigas (brujas) se acuestan sobre
la hierba, transfiriéndole su poder. Para curar la sarna el enfermo tiene que
dormir, desnudo, entre el centeno, o correr entre él o echarse a rolos sobre la
hierba húmeda, también en cueros. Otra fórmula curativa consiste en desnudarse
y colocar la ropa en la rama de un roble (Carballo), contra el que se refregará
a las 12 de la noche; luego debe bañarse en un río próximo y vestirse con ropa
nueva, dejando la vieja en el árbol. Estas operaciones se practican, por
ejemplo, en Melide o en Monterrei. Colocando al sereno durante esta noche la
ropa de invierno, queda protegida contra la couza (Polilla) en Verín.
El ganado se saca de las cortes y se lleva a andar sobre la hierba, o
bien se deja al relente toda la noche para que reciba la llovizna de San Xoán,
que lo protegerá de las enfermedades durante el año.
Risco recoge la creencia en la zona de A Limia, de que durante la noche
de San Xoán pueden escucharse las campanas de la ciudad de Antioquía, sumergida
bajo las aguas de la laguna de Antela.
Las HERBAS DE SAN XOÁN son las diferentes plantas, hierbas, flores y hojas, normalmente
medicinales, que se cogen la víspera de la noche de San Juan. Tienen
propiedades terapéuticas y limpiadores y éste es uno de los rituales más
repetidos a lo largo y ancho del territorio gallego. Según la tradición y
creencias populares el agua de estas siete plantas dejadas al rocío en la noche
de San Xoán posee propiedades mágicas.
Si bien es cierto que cada maestrillo tiene su librillo, hay siete hierbas que no deben faltar en ningún mejunje que se
precie: El fiuncho o hinojo; el fento macho o helecho; el codeso; la abeloura o
hierba de San Juan; la malva común; el romeu o romero; Hierba luisa.
Una vez recogidas habrá que preparar el agua. En primer lugar hay que
coger agua de siete fuentes diferentes, meter todas estas plantas en el líquido
y dejarlas reposar durante toda la noche a la intemperie. Cuando la mañana de
San Juan nos levantemos, lo primero que hay que hacer es lavarse la cara con
ese agua, con la que conseguiremos prevenir enfermedades cutáneas, rejuvenecer
la piel y espantar los malos augurios hasta el próximo año.
Al tratarse del solsticio de verano, el Padre Feijóo recogió la creencia
de que el sol baila al amanecer de esta noche porque está alegre por la fiesta
del Santo. Para poder verlo bailar se suele subir al monte, como por ejemplo,
al alto del CASTRO DE CASTROLANDÍN.
Madrugada de San Xoán,
madrugada máis garrida,
que baila o sol cando nace
e ri cando morre o día
San Xoán pediulle a Cristo
pra que non o adormentase,
quere ver baila-lo sol
o día da súa romaxe.
La Noche de San Juan es propicia para llevar a cabo ciertos SORTILEGIOS
con los que adivinar lo que va a suceder en el futuro. Por ejemplo, la
tradición dice que si una mujer echa una clara de un huevo en un vaso de agua a
las doce de la noche y la deja durante toda esta noche, al amanecer podrá
adivinar con quien se casará según la forma que adopte la clara: si se parece a
un martillo, será un carpintero, si es un barco, un marinero, si es una
herradura, un herrero. También se usa para adivinar el futuro de una persona:
si se parece a un ataúd, augurará una muerte próxima, si es un corazón, es que
habrá un amante, si es un bebé es que va a tener hijos.
Cuando la joven tenga varios pretendientes, puede, igualmente, saber con
cual de ellos se casará: para saberlo ha de echar en el vaso varios papelitos
enrollados con los nombres de los distintos pretendientes. El que al amanecer
aparezca desenrollado será el futuro marido. Otra forma para reconocer el
futuro marido consiste en dejar en la ventana una piel de patata: a la mañana
estará arrugada dibujando la letra por la que comienza su nombre.
También las hierbas de San Xoán poseen propiedades premonitorias: dejadas
sobre una mesa durante toda la noche, si a la mañana siguiente están verdes y
frescas, auspician prosperidad en la casa; si están marchitas, anuncian
infortunios.
En Galicia la GASTRONOMÍA va de la mano de todas las fiestas. Y en
esta lo tradicional es comer sardinas a la brasa, beber vino, cantando y
bailando alrededor de la hoguera. También son típicos los cachelos (patatas
asadas con su piel, que se retira luego) para acompañar a las sardinas. La
bebida típica es la “QUEIMADA”. No hay San
Juan sin queimada. La bebida más tradicional durante la noche del 23 de junio
debe llevar aguardiente, frutas y mucho azúcar y debe ser realizada en una
buena marmita. Ningún efecto mágico tendrá la rica queimada si en su
preparación falta recitar el «CONXURO». Los postres típicos son las
“filloas”, las “orellas de frade”, y las chulas.
En la ciudad de A Coruña, la ciudad entera sale a la calle a festejar su
noche más mágica, pudiendo encontrar hogueras en todos los barrios, siendo de
especial relevancia la gran concentración de gente en las playas de Riazor y
Orzán, en pleno corazón de la ciudad. Los coruñeses celebran la llegada del
verano con multitud de hogueras, sardiñadas y buen ambiente en una fiesta que
cada año atrae un mayor número de turistas, principalmente nacionales, que se
ven atraídos por esta atmósfera festiva, por las verbenas y los fuegos
artificiales que se lanzan desde la explanada de Las Esclavas.
A sardiña en San Xoán xa molla o pan.
A sardiña por abril cóllea polo rabo e déixaa
ir, por maio ásaa no rescaldo e por san Xoán xa molla o pan.
Abril chuvioso, maio pardo e san Xoán ventoso
traen o ano compogoso.
Ata san Xoán non te quíte-lo gabán.
En abril, o salmón para min, no maio para o
criado, e no san Xoán para o can.
En san Xoán, as nove co día dan.
En San Xoán pinga a sardiña no pan.
Fogueira de San Xoán, que non pase cadela nin
can.
No día de san Xoán baila o sol pola mañán.
No mes de san Xoán secan as fontes e arden os
montes.
Polo san Xoán andan coa gaita na man.
Se queres comer patacas por San Xoán,
seméntaas cando o pan.
Se queres ó teu marido matar, dálle verzas
por san Xoán.
Se San Xoán chora, a silveira non dá
mora/moras.
Cantigueiro
Alá unha noite de lúa/ alá no mes de San Xoán/ saleu o señor Tourón/ cos
calzoncillos na man.
San Xoán pideu a Cristo/ pra que non o
adormentase/ para ver beilar o sol/ o día da súa romaxe.
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VISITA SORPRENDENTES
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Soy brasileño hijo de españoles de Ponferrada muy cerca de Galicia. Fiquei muy emocionado al conocer esto blog y tener conocimiento de las Fiestas de San Xoan en España. Soy musico y buscava algo sobre el tema. Gracias por las informaciones.
ResponderEliminarSaludos y besos a todos de Galicia desde Brasil.
Julio Carrera
Gracias Julio por el comentario. Me alegra que te gustase este trabajo. Un saludo y otro para todas las gentes que han tenido que abandonar esta tierra y no han podido volver! Gracias!
EliminarEsta bien la información
ResponderEliminarMuchas gracias!
EliminarInformacion muy genial
ResponderEliminarMuchas gracias!
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