La
abundancia de castros, indica la importancia de la cultura celta, que se pueden
fechar en un periodo comprendido entre el siglo VII a.C. y el siglo II d.C.,
aunque es probable que los asentamientos se amplificarán hasta la Edad Media.
La llegada de los monjes en el siglo VI monopolizará la historia del municipio, que permanecerá estrechamente ligada a su monasterio, incluso el nombre primitivo, Samanos, ya alude a este asentamiento. Esta villa es paso obligado para todos los peregrinos que peregrinan a Santiago y muchos duermen en el hospedaje ofrecido por los monjes benedictinos, en la REAL ABADÍA BENEDICTINA DE SAN JULIÁN DE SAMOS, uno de los centros religiosos más importantes de Galicia.
Samos se encuentra en un espectacular entorno natural,
en un valle que da entrada a los montes de Pedrafita. Lo atraviesa el Río
Oribio, un pequeño río rico en anguilas y truchas, unos de los platos más
emblemáticos de la zona.
Posee un árbol senlleira, por su antigüedad y valor cultural, un ciprés milenario que se encuentra en la CAPILLA DEL SALVADOR.
Como alojamiento en la zona, recomendar las CASAS DE OUTEIRO, formadas por un pequeño y bello conjunto de arquitecturas populares de
finales del s. XIX.
Si deseas
participar con alguna sugerencia sobre este municipio, agradezco vuestros
comentarios.
Os espero en las próximas entradas de
y disfrutad del BLOG.
Un saludo de
Alberto García Roldán.
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