SANTIAGUIÑO DO MONTE, PADRÓN

Es uno de los emplazamientos de mayor tradición jacobea de Galicia. En la falda de este monte, también llamado San Gregorio, se encuentra un espacio de desbordante espiritualidad. Se trata de un yacimiento arqueológico que podría remontarse a la Edad de Hierro (s. III a. C.). La tradición lo identifica como uno de los santos lugares donde estuvo predicando el apóstol Santiago en la Península Ibérica, hacia el año 40 d.C.
  


El cardenal compostelano Martín de Herrera (1835-1922), gran impulsor de la cultura jacobea, fomentó las peregrinaciones al Santiaguiño. También mandó restaurar el santuario. 



Desde principios del siglo XX los visitantes ascienden al lugar a través de los 132 escalones que forman un VÍA CRUCIS. Fueron costeadas por el filántropo padronés José María Vidal Cepeda.
  


La actual ERMITA es una pequeña y sencilla edificación de piedra de 40 m2. Tiene un origen incierto, pues nada se sabe acerca de la fundación de esta capilla cuya época y otras particulares se pierden en la oscuridad del tiempo.” Fue prácticamente reconstruida en el siglo XIX y reformada en los años sesenta del pasado siglo. Responde a postulados de la arquitectura historicista. Las referencias a su existencia se remontan al siglo XV.






En el exterior del templo se conserva un ESCUDO del arzobispo Rodrigo de Luna (1449-1460)... 

  

...y un altorrelieve que representa el bautismo de la reina Lupa por parte del apóstol Santiago.


En el interior se aprecia una imagen sedente de Santiago que tiene los dedos de las manos desgastados, debido al continuo roce de los peregrinos a lo largo de los siglos. Hoy en día esta costumbre se limita al día del Santiaguiño, el 25 de julio. En este lugar está también el sepulcro del canónigo Gregorio, probablemente el constructor del templo. Hasta la remodelación del templo, en 1960, el sepulcro se situaba en el centro de la ermita.



El PROMONTORIO ROCOSO está formado por diez grandes piedras colocadas en su día en un estudiado desorden. Es en origen un yacimiento arqueológico que la tradición jacobea reinterpreta como el lugar donde estuvo predicando el Apóstol. 



En el centro se encuentra una imagen de Santiago en ademán de predicar.





Detrás hay una cruz antigua de la que no se conoce su origen. El cardenal Jerónimo del Hoyo hace referencia a ella en el siglo XVII. En el siglo XIX Domingo Erosa y Fontán confirma la existencia de dos imágenes, hoy perdidas, que escoltaban al Apóstol. Representaban a sus discípulos, una a Atanasio y la otra a Teodoro.


Entre el grupo de piedras hay tres agujeros. Cada uno tiene su nombre: Infierno, Gloria y Cielo o Purgatorio. Durante siglos se ha fomentado el paso a través de ellos por el supuesto beneficio que producía. En el siglo XIX había un altar de piedra, situado enfrente, hoy perdido. Antiguamente los peregrinos se llevaban trozos de las rocas como reliquias.




Este sagrado escenario, imprescindible en la leyenda jacobea, ha sido interpretado a lo largo de la historia por peregrinos y visitantes. Beda el Venerable (673-735), que confirma las noticias del Breviarium Apostolorum del siglo VI, destaca la predicación de Santiago en el extremo peninsular. Más adelante, en el siglo XIV, la reina Isabel en su peregrinación a Compostela se detiene a orar sobre las piedras de este simbólico monumento jacobeo de camino a la tumba de Santiago.


No pasó desapercibido el evocador espacio para el viajero Ambrosio de Morales en 1572: “En este lugar visitan los peregrinos como muy principal de sus romerías, subiendo de rodillas las gradas que están cavadas en la peña, y rezando en cada una y pasando tendidos por aquellos dos agujeros, y por otro que está un poco más abajo. También dice un refrán en aquella tierra: “quien va a Santiago en non va al Padrón, o faz romería o non”. Muestran también otra peña donde dicen dormía el Apóstol y así otros particulares que los peregrinos en aquel cerro visitan, por haberlos frecuentado el Santo y cierto considerando el sitio y la hermosa vista que de allí hay a la ciudad, que está abajo y en lo llano, y a toda la ancha olla llena de grandes arboledas y frescuras de más de dos leguas en largo, cuyo lugar es aparejado para mucha contemplación.”




En las proximidades de promontorio rocoso había una piedra que la tradición identifica como el lecho donde descansaba Santiago. Es la llamada CAMA DEL SANTO.


La LEYENDA se ha transmitido oralmente desde tiempos lejanos por los pueblos y aldeas que circundan Padrón. El historiador Eloy Rodríguez Carbia en su libro Os monumentos e a etnografía de Padrón a través da Historia, recoge un suceso acaecido en un tiempo lejano: “Cuando un cantero del lugar de Extramundi [entidad de población próxima a Padrón] se propuso arrancarla, al ver esto se acercaron dos hombres que le dijeron ¿Pero tú que haces? ¡No ves que arrancas la cama del Santo! El cantero respondió que todo era un cuento, que el Apóstol nunca había dormido allí, después de decir estas palabras se cayó al suelo, lo llevaron para su casa y a continuación se murió, no sin antes pedir perdón al Santo tras reconocer que cometiera una profanación.”



La evocadora FUENTE de agua está a un paso de la ermita, situado a un nivel más bajo. Aparece flanqueada por dos tramos de escalera. La tradición popular transmitió la creencia de que la fuente era fruto de un milagro del Apóstol, quien hizo brotar agua de la roca al golpearla 3 veces con su báculo para saciar la sed de una gentil mujer. Domingo Erosa y Fontán recupera otra leyenda que hablaba de la existencia en el interior de la fuente de unas supuestas galerías, a modo de grutas, donde se guarnecían y protegían el Apóstol y sus discípulos.



Desde el siglo XV se vincula con el perdón de los pecados. Era el lugar donde bebían y se lavaban los peregrinos que se aproximaban al territorio en que el Apóstol predicó. Actualmente se mantiene el rito de recoger su agua en la víspera de San Xoán para que, mezclada con las hierbas, purifique y libre de los malos espíritus.


Completa el conjunto la CASA DEL ERMITAÑO. Es de reducidas dimensiones y las diferentes reformas han mermado su interés artístico.


El 25 de julio se celebra en el monte Santiaguiño una ROMERÍA a la que acude la mayoría de los habitantes de Padrón y de los pueblos cercanos. Es una tradición muy arraigada en la comarca. Por la mañana los actos comienzan con una concurrida procesión que parte de la iglesia parroquial padronesa y finaliza en el monte Santiaguiño. La preside una imagen de apóstol Santiago, conocida popularmente con el apelativo de O PARRANDEIRO, que se custodia en dicho templo. Es llevada a hombros cada año por vecinos del pueblo. A continuación se celebra una misa en el santuario, a la que le sigue una comida campestre, en la zona de bosque acondicionada como ÁREA RECREATIVA.
  




Desde este estupendo enclave podremos realizar algunas rutas de senderismo, o acceder a él siguiendo la RUTA DE LA TRASLATIO.





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