Desde tiempo inmemorial, el río Mendo vino siendo aprovechado para la
molienda de granos, en los numerosos molinos que se instalaron en sus márgenes.
Las orillas se comunican mediante pontezuelos, pasarelas y puentes, como un
medio de relación vecinal, de conexión con sus tierras y para transporte de
mercancías, en definitiva y como todos, útiles y necesarios.
Uno de los puentes más conocidos y monumentales de esta zona se encuentra
levantado en el lugar de Roibeira, ya documentado en la Edad Media, uniendo las parroquias de Santa Cruz de Mondoi y la de Brabío, en el antiguo camino que
comunicaba Betanzos con Curtis.
El puente se presenta airoso en un paraje de extraordinaria belleza; un
valle que descansa sus colinas en viejas “corredoiras”, a las que abren sus
puertas antiguas casas, cobertizos, hórreos, puentes y acequias, entremezclados
con los molinos, nunca alejados de productivas brañas. La densa vegetación
natural, apenas siente la mano del hombre si no es para el plantío de viñedos y
montes en conjugada riqueza, de cuyo sonado exponente son fruto los afamados
vinos del Mendo.
En el puente se identifican las modificaciones sucesivas de su
construcción; un muy antiguo arco de esquisto, conformado por lajas en su cuña,
se diferencia del principal, más moderno y amplio, por su fábrica con dovelas
de granito. Como es tradicional, los tajamares río arriba son triangulares y
achaflanados con sus contrarios. La medida de su ancho se aproxima a los nueve
pies, y de largo alcanza los setenta.
Se recuerda empedrado con gruesos gorrones de pórfido rojo, ceñidos por
cuadros regulares de pizarra, en perfecta conjunción con los pretiles de
granito que encauzan su recorrido. En la actualidad, aquella noble calzada se
presenta cubierta de cemento, incomprensible atentado que debiera ruborizar a
los responsables, desde ahora y siempre obligados a reparar el mal causado,
mediante una restauración que, a la vez, permita recuperar la cruz que presidía
el vértice de su antepecho.
INFORMACIÓN RECOGIDA DE LOS SIGUIENTES ENLACES
En ese increíble lugar nació mi bisabuelo José Miño Bugallo, hijo de Román Miño Pereiro y María Bugallo Pérez. Lo imagino en su niñez por el año 1855 con apenas cuatro años de edad, y en ese maravilloso entorno.
ResponderEliminarLa verdad es que es un entorno muy bonito y cercano a la hermosísima villa de Betanzos, con muchísimo patrimonio para disfrutar!
EliminarEl puente pertenece a Betanzos, no a Oza-Cesuras. Informese antes de poner esas cosas.
ResponderEliminarEn este enlace del plan general de ordenación municipal del ayuntamiento de Oza-Cesuras indica que pertenece a su concello, aquí le dejo el enlace: http://www.planeamentourbanistico.xunta.es/siotuga/documentos/urbanismo/OZADOSRIOS/documents/0299CA009.PDF
EliminarDe todos modos, voy a señalar que une las parroquias de Santa Cruz de Mondoi y la de Brabío, en los concellos de Oza-Cesuras y Betanzos, para que no quede ninguna duda.
EliminarUn puente es de un lugar y de otro...qué más puede ser un puente que eso.
EliminarPienso lo mismo!
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