GALICIA PUEBLO A PUEBLO: PASEO DEL MALECÓN, MONFORTE DE LEMOS

En esta ciudad milenaria, el río Cabe que la atraviesa de norte a sur es sin duda otro de sus principales atractivos, y un plan perfecto para disfrutar de la belleza natural que este nos ofrece es, recorrer el paseo fluvial acondicionado en ambas márgenes.

Iniciamos el recorrido, parcialmente accesible a personas con movilidad reducida, en la llamada PONTE VELLA (enlace a nuestra publicación), el más bello y antiguo puente de todos cuantos salvan el río en la Villa.

Nos recreamos con las preciosas estampas que se divisan a ambos lados de este.

Foto tomada desde el puente en nuestra visita el 19/08/1998

Al otro lado del puente, en la margen derecha del río Cabe, nos detenemos en el CONVENTO DE LAS CLARISAS Y MUSEO DE ARTE SACRO (enlace a nuestra publicación), el segundo más importante de España.

Desde la plaza que se abre frente a él, tenemos una maravillosa vista del CONJUNTO MONUMENTAL DE SAN VICENTE DO PINO (enlace a nuestra publicación).

Buscamos ahora la ribera del río y como nos habían advertido en la Oficina de Turismo, en este lado encontraremos alguna que otra dificultad para realizarlo en silla de ruedas.

Me asomo al pantalán para captar una visión diferente del puente.

El camino de tierra nos acerca a una pasarela de madera, que nosotros decidimos no atravesar para continuar por la misma orilla.

A lo largo del año el Cabe ofrece estampas perfectas, con pequeñas brumas que salen de sus aguas, los colores del otoño acompañando el discurrir de las aguas, las heladas que cuando son contundentes consiguen que el río se llegue a congelar y el verano,….en verano el Cabe es punto de encuentro y vive un ambiente especial por las terrazas que hay en sus márgenes y por la cantidad de barcas que lo cruzan.

Desde aquí se nos ofrece nuevas y hermosas perspectivas del mencionado San Vicente do Pino.

Al final de este tramo, cuando se tiene que acceder a la Ronda de María Emilia Casas Baamonde para cruzar a la otra orilla, nos encontraremos el impedimento más grande de todo el recorrido. Una fuerte pendiente que remata en un reborde insalvable para la silla eléctrica, y que en nuestro caso quisimos librar ayudando a mi esposa a bajarse de la silla y franqueándolo yo con la silla en modo manual, gracias a la ligereza que ofrece.

Por la otra margen, como ya se me había indicado, el paseo es totalmente accesible.

Como antes también avistáramos dentro del agua, ahora contemplamos junto a la orilla otro grupo de aves (Gansos u Ocas).

Llegamos al puente de madera, al que nos asomamos para contemplar la trasformación que con el paso de los años ha experimentado el tramo urbano del río.

Según pudimos leer en este artículo, en la década de los años veinte del siglo pasado, la apertura de la carretera, motivó una serie de despropósitos urbanísticos de los que fue víctima la ribera del Cabe: sus típicas lavanderas, sus terrenos de clareo, su vegetación y arboleda o las huertas a las que estaban destinadas la mayor parte de las traseras de las casas de la margen de Doctor Casares. Esa singular estampa que se remontaba a siglos, con las típicas barcas que descansaban de sus paseos a la vera del río, desapareció con la realización del proyecto antes citado.

Foto de la página: https://www.lavozdegalicia.es/noticia/lemos/2020/07/19/malecon-paseo-nunca-existio/0003_202007M19C5991.htm

Tuvo también un enorme impacto sobre el patrimonio de esa zona. Se sepultó un arco del puente medieval, se destruyó parte del edifico del Liceo Artístico y desapareció la canalización original de uno de los molinos más antiguos que se conservaban en la comarca, el denominado «de la Roja». Perteneciente originariamente a los monjes benedictinos, su historia se remonta a los siglos bajo medievales. La presa que debía su existencia fue quedando progresivamente abandonada y finalmente una gran riada del Cabe motivó hace un par de décadas su rotura y desaparición definitiva.

Foto de la página: https://www.lavozdegalicia.es/noticia/lemos/2020/07/19/malecon-paseo-nunca-existio/0003_202007M19C5991.htm

Dejando atrás la polémica, continuamos el último tramo del recorrido bajo la sombra de los viejos chopos y sauces del Paseo del Malecón, que aquí nos obsequia con otras bellas estampas, como esta del puente viejo sobre el que destaca el magno edificio del COLEGIO DE NUESTRA SEÑORA DE LA ANTIGUA (enlace a nuestra publicación).

Y así, deteniéndonos a fotografiar cuanto nos llamaba la atención, llegamos de nuevo al inicio de este agradable paseo, admirando el reflejo del viejo puente medieval en las serenas aguas del río, que cada año, por las fiestas patronales de Agosto, se ilumina de noche con los fuegos artificiales de río.