SAN MARTIÑO DE BRABÍO, BETANZOS

Es una iglesia muy sencilla, con la parte interior del ábside románico, cuya cronología se situaría hacia 1175, al que se añadió una nave gótica construida alrededor de la década de 1220 o algo después, estilo artístico que cuenta con importantes ejemplos en la comarca de Betanzos.

Se accedía a ella a través de tres puertas, dos laterales y otra a los pies. La portada principal es abocinada y rematada por dos arquivoltas apuntadas, pero en el centro no presenta un tímpano, sino un dintel en el que ya apenas se distingue una inscripción, ilegible debido al deterioro de la pieza. 


Está sostenido por dos mochetas decoradas con sendos animales vistos de frente, con largos cuernos curvos, por lo que es fácil deducir que se trata de carneros.

Sobre esta puerta se abrió una ventana moderna que ilumina el coro de madera y en el piñón se construyó una espadaña de dos vanos.

A los pies de la puerta, se vislumbra una curiosa lápida, anónima y probablemente medieval, en la que se aprecia una cruz que, por su aspecto, parece representar las típicas cruces procesionales.

El muro sur está reforzado por tres contrafuertes, dos en los extremos y otro hacia el centro. En ambos aleros aparecen canecillos de proa. 

La puerta está descentrada hacia la cabecera y en el exterior parece corresponderse con una reforma más moderna. Durante largo tiempo esta puerta sirvió de acceso a una sacristía, recientemente eliminada y de la que sólo queda como testimonio una roza horizontal por debajo de la línea de las dos saeteras que, junto con las del muro septentrional y la del testero iluminan el interior de la nave.

Por el exterior del ábside la ventana del testero es una sencilla saetera. En cada lateral aparecen dos contrafuertes que contrarrestan el empuje de la bóveda interior: uno coincide con el testero y otro en el centro de cada muro. Sosteniendo las cobijas de los aleros destacan cuatro canecillos; los de la cornisa sur se adornan con una gran hoja rematada en una poma, mientras que los dos del norte son figurados.

Estos, aunque se encuentran bastante deteriorados, se ve que se trata de escenas de juglaría, tema frecuente en el románico: en uno de ellos aparece un músico tocando una fídula con un arco del que apenas se ve más allá del arranque.

Y en el segundo a dos figuras desnudas cabeza abajo que realizan acrobacias o una escena sexual.

En el lienzo norte aparecen cuatro contrafuertes, uno en cada extremo y dos flanqueando una puerta abocinada. 

La presencia de junta central en el arco en lugar de clave sugiere una fecha no muy avanzada, posiblemente de fines del siglo XIII o principios del XIV. La forma de resolver las puertas de la nave emplea un modelo poco frecuente en Galicia, con los falsos arcos de descarga. Está presente en templos de cronología avanzada, como ya denota el apuntamiento de los arcos. En el entorno betanceiro no hay ejemplos, pero se puede ver en la puerta septentrional del crucero de la iglesia del monasterio de SANTA MARÍA LA REAL DE OSEIRA y templos de su ámbito de influencia, como San Pedro de Alperiz (Lalín, Pontevedra), San Vicente de Rodeiro (Rodeiro, Pontevedra) y SAN PEDRO DE VILANOVA DE DOZÓN, aunque en estos casos cuentan con la peculiaridad de tener en los dinteles unos apéndices en forma de media cola de milano, a modo de salmeres.

San Martiño de Brabío se encuentra situada en un punto por el que discurría una vía romana y, posteriormente, un camino medieval que iba desde BETANZOS a LUGO pasando por GUITIRIZ. La primera noticia documental que se conoce sobre esta iglesia es de 1133, cuando Alfonso VII delimitó sus confines, y más tarde pasó a pertenecer a Betanzos. Pero, en 1154, este mismo rey se la concedió al monasterio de SAN SALVADOR DE CINES. A él perteneció hasta que, por una concordia entre Alfonso VII y el párroco de SANTIAGO DE BETANZOS, Brabío quedó unida a esta última iglesia, si bien parece que la matriz pudiese ser San Martiño y Santiago la filial, pero ambas bajo el derecho de patronato del monasterio de San Martiño Pinario. En 1186, Gómez González, conde de Trastámara, revisó de nuevo las posesiones y área de influencia de esta iglesia y prometió darle dos años después la VILLA DE SALTO.

Por último, como leímos (enlace a la publicación), en la historia de este pequeño lugar de Brabío, existen algunas referencias a un tema muy controvertido, como es el de las monjas templarias. Además de las cofrades templarias, los documentos de la orden aluden en ocasiones a unas controvertidas “sorores” o hermanas. El vocablo acentúa el cariz religioso de estas personas y parecen contravenir la regla de la milicia. “El 20 de junio de 1201, Pedro Rodríguez y su esposa Guntroda Peláez, vendieron a Urraca Vermuiz, soror templi, unas heredades de San Martiño de Bravío en Betanzos. Pocos días después, el 2 de julio, las mimas personas hacen un documento, aunque, en este caso, a Urraca Vermuiz se la llama, soror militie templi, por el cual se concierta otra venta, en un lugar junto a la heredad anterior, asimismo en Bravío, entre los ríos Midii et Mandeu; en ese documento figuran como confirmantes, por parte del Temple, don Rodrigo Fernández, comendador de la bailía de Faro, y otros freires, entre ellos un capellán, don Juan, el primero que aparece en la documentación gallega que se conserva”.

Pero ¿quién era la compradora Urraca Vermuiz? El diploma la califica literalmente como “soror templi” y “soror militie templo”. Es decir “hermana del Temple”. Durante la Edad Media las llamadas “hermanas del Templo” desempeñaron importantes roles para reforzar a los caballeros de la Orden. Donaron bienes a las cofradías y hubo incluso mujeres al frente de algunas encomiendas. Otro elemento de reflexión se halla en el dorso del documento. Ahí se aclara con letra moderna que “de este pergamino se colige que hubo junto a las casas monasterio de monjas templarias”. Según el profesor de Historia del Derecho Gonzalo Martínez Díez, estos documentos “nos muestran la existencia en esta bailía de mujeres templarias” en la encomienda de Faro. Otro investigador actual de la orden, Xoan Carlos Pereira Martínez, matiza esta posibilidad y apunta hacia la hipótesis de que se tratara de una cofrade templaria más que de una auténtica monja que hubiera tomado los hábitos, votos y norma de vida de los freires.

Horarios de misa: Domingos y Festivos 10:00h El 2º domingo de mes.  Coordenadas: 43º 15' 58.9" N  8º 11' 58.9" W

TODA LA INFORMACIÓN INCLUIDA EN ESTA PUBLICACIÓN, HA SIDO RECOGIDA DE LOS SIGUIENTES ENLACES:

ARTE ROMÁNICO EN EL GOLFO ÁRTABRO Y EL ORIENTE CORUÑÉS María del Pilar Carrill (pdf) pag. 199.

https://www.romanicodigital.com/sites/default/files/pdfs/files/a_coruna_Brab%C3%ADo.pdf

https://juancar347-romanica.blogspot.com/2015/02/san-martino-de-brabio.html

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