Del primitivo MONASTERIO DE SAN SALVADOR, únicamente se conserva la CAPILLA MOZÁRABE DE SAN MIGUEL DE CELANOVA.
Lo que hoy en día podemos admirar (que no es poco), es el resultado de la evolución histórico-arquitectónica experimentada desde la construcción de esa primera iglesia, pasando por el monasterio de estilo románico, hasta el edificio actual, bello ejemplar del barroco gallego.
Lo que hoy en día podemos admirar (que no es poco), es el resultado de la evolución histórico-arquitectónica experimentada desde la construcción de esa primera iglesia, pasando por el monasterio de estilo románico, hasta el edificio actual, bello ejemplar del barroco gallego.
Hipótesis de cómo serían las primeras construcciones superpuestas al perfil del conjunto actual, en la que 1 corresponde a la Capilla de San Miguel, conservada, 2 sería la preexistente Capilla de San Martin y 3 sería la primera iglesia, las dos últimas desaparecidas (1) Foto de: http://viajarconelarte.blogspot.com/2017/10/la-historia-del-monasterio-de-san.html |
Sucedió que, hallándose San Rosendo en oración en el MONASTERIO DE CAAVEIRO, le reveló el Señor que era su voluntad que fundase un gran monasterio en el lugar de Villare (hoy Celanova), en terrenos del patrimonio paterno cedidos por su hermano el conde Froila, lugar donde había construida tan sólo una antigua iglesia dedicada a San Martín.
Una vez autorizada por el rey Ramiro II la disposición de esos bienes, se inicia la construcción de monasterio con el favor de la noble familia del fundador.
Se consagra la iglesia el domingo 25 de septiembre del año 942, con la presencia de obispos de los reinos de Galicia y León; condes; abades; presbíteros; diáconos; monjes y una ilusionada muchedumbre fascinada ante la grandiosidad del templo.
El Santo, entrega el báculo al monje Franquila, abad que había sido de Ribas del Sil, momento en el que Celanova pasa a convertirse en el blanco de las miradas de todos los fieles, espejo de todos los monasterios de Galicia, y heredero de todos los familiares del Santo, condes y reyes del noroeste de la Península, con dominio señorial sobre numerosos pueblos; villas; monasterios; prioratos e iglesias, llegando a adquirir tal importancia y prestigio, que el abad unió a su título religioso, los de conde, marqués y capellán real.
Después de la exclaustración del siglo XIX, el poder religioso es sustituido por el civil, convirtiéndose la iglesia en la parroquia de San Verísimo, albergando las dependencias del monasterio diferentes usos: cuartel; cárcel; casa consistorial; escuelas e incluso vivienda particular.
Era tal su categoría, que se observó como lugar de retiro para el rey Carlos V después de su abdicación, siendo elegido por último el MONASTERIO DE YUSTE.
MONASTERIO DE YUSTE.CÁCERES. |
MONASTERIO DE YUSTE. CÁCERES |
MONASTERIO DE YUSTE, CÁCERES. |
De este, destacamos primeramente LA IGLESIA abacial con aspecto de catedral, construida por Melchor de Velasco y Agüero en el s. XVI. Con la nueva fachada en la que vemos las imágenes de San Rosendo (drcha.); San Torcuato (izqda.); San Benito (centro); y un gran escudo abacial en la parte alta, se inició la transformación del antiguo templo románico, en este barroco mucho más ostentoso.
El espectacular interior nos revela sublimes trabajos como: la CÚPULA, delicadamente ornamentada realizada por Pedro de Monteagudo.
El espectacular interior nos revela sublimes trabajos como: la CÚPULA, delicadamente ornamentada realizada por Pedro de Monteagudo.
En la calle
central, se sitúa una Asunción de María y una Transfiguración.
En las calles
laterales, en forma de tríptico triunfal y glorioso, la Resurrección y la
Ascensión, situadas entre monumentales columnas salomónicas sostenidas por los
cuatro evangelistas.
Arriba, en
el cascarón, se representan una Circuncisión central flanqueada por la Natividad
y la Epifanía y todas custodiadas por cuatro figuras ecuestres, el propio San
Rosendo, Santiago, San Millán y San Fernando.
En las
calles laterales también se ubican sendas celosías con URNAS DE PLATA con las
reliquias de San Rosendo, en el lado del Evangelio, y San Torcuato, en el de la
Epístola, realizadas por el orfebre vallisoletano Juan de Nápoles en 1601 y
decoradas con escenas de sus respectivas vidas, y por encima, en hornacinas con
forma de venera, las esculturas de bulto de los santos representados con
vestiduras episcopales, pues San Torcuato fue obispo de Guadix.
Está
presidido por un imponente BALDAQUINO
adelantado al plano general del retablo, que se cree que es lo único que no es
de Castro Canseco, obra de fines de la década de 1730 o comienzos de la
siguiente.
Con un
primer cuerpo con cinco relieves de alabastro policromado los que se reproducen
temas evangélicos. La Última Cena en la puerta del sagrario, y cuatro escenas
de la Pasión, con el Lavatorio, el Prendimiento, la Flagelación y la Coronación
de Espinas.
Un segundo
en forma de templete con columnas salomónicas y estípites que soportan una
cúpula resguardando una cruz para exponer la Sagrada Forma.
Y un tercero
flanqueado por las tres virtudes teologales y rematado por una escultura del
Salvador.
La conservación
de todo el mobiliario litúrgico es excepcional. La mayor parte de los retablos
situados en las calles laterales también son barrocos y, a excepción de los de
la Crucifixión y la Inmaculada Concepción que forman parte del conjunto del
Retablo Mayor y son obra de Castro Canseco, anónimos. En todo caso, constituyen
piezas de gran calidad artística, como es el caso de los de San Benito, San
Rosendo, Santa Escolástica.
Puerta principal desde el interior. |
Hermosas son también, las majestuosas y artísticas PUERTAS del s. XVIII que dan acceso al coro bajo, donde cerradas muestran a los santos Pedro y Pablo y abiertas tienen a la Virgen María y a san Juan, con el arcángel san Miguel coronando el vano.
Además de sendos retablos en el trascoro
dedicados a las santas Escolástica y Gertrudis rematados con las esculturas de
bulto redondo de San Rosendo y San Torcuato, la misma pareja del retablo mayor.
Las sillerías de los dos coros sobresalen entre las mejores de España.
Las del CORO BAJO, excelente obra barroca del s. XVIII, hay autores que atribuyen al monje arquitecto de Celanova fray Plácido
Iglesias, y cuyos sitiales, tallados por Francisco Castro (anteriormente mencionado como autor del retablo mayor), se divide en chorus
abatis en el lado de la Epístola,...
...y chorus prioris en el del Evangelio,...
... con la sillas del abad y del prior en el centro de cada una de ellas, con las figuras de los santos Benito y Rosendo respectivamente, y presenta sitiales altos con “retratos morales” santos y santas benedictinos, y bajos con escenas de la vida y milagros de los santos Benito, en el lado de la Epístola,...
O las
del CORO ALTO del gótico flamígero
(s. XVI),......y chorus prioris en el del Evangelio,...
... con la sillas del abad y del prior en el centro de cada una de ellas, con las figuras de los santos Benito y Rosendo respectivamente, y presenta sitiales altos con “retratos morales” santos y santas benedictinos, y bajos con escenas de la vida y milagros de los santos Benito, en el lado de la Epístola,...
En este coro se encuentra el ÓRGANO de 1710, año del que únicamente conserva la caja del escultor Francisco de Castro Canseco. El mecanismo
es del organero franciscano fray Felipe de la Peña, al que a comienzos del
siglo XIX se le añadió un segundo teclado.
Aunque a mediados del XX se electrificó, se le añadieron nuevos tubos y materiales de poca calidad que provocaron su abandono, en 1995 el ayuntamiento de Celanova consiguió que se financiara su restauración completa de la mano del organero suizo Hans Späth, inaugurada en 2001.
Trasera de órgano |
La mecánica actual que cuenta con dos teclados, un pedalero, 32 registros y cerca de 1.800 tubos. En la actualidad se utiliza en determinados actos litúrgicos y conciertos, pero si deseáis que os expliquen su historia y funcionamiento, contratarlo en la visita guiada. ¡Una maravillosa experiencia, sin duda!
Durante la visita, accedimos a la SACRISTÍA, construida a fines del siglo XVI siguiendo trazas del arquitecto portugués Mateo López. Posee
proporciones acordes con el conjunto de la iglesia y alberga en sus paredes
media docena de valiosos cuadros con personajes de la familia de San Rosendo,
que son debidos a los pinceles de Gregorio
Ferro (1742-1812), pintor gallego de reconocida fama que llegó
a competir con Velázquez por un puesto en la Corte.
En la cajonería se guardan interesantes piezas de orfebrería, así como una no menos interesante colección de casullas y otras prendas religiosas.
Además cuenta con un relicario, obra rococó de fines del siglo XVIII que está encajado en un arcosolio de medio punto rematado con frontón triangular policromado con el escudo del monasterio.
En la cajonería se guardan interesantes piezas de orfebrería, así como una no menos interesante colección de casullas y otras prendas religiosas.
Además cuenta con un relicario, obra rococó de fines del siglo XVIII que está encajado en un arcosolio de medio punto rematado con frontón triangular policromado con el escudo del monasterio.
De la
fachada del majestuoso edificio conventual, llama la atención que la puerta de
acceso se encuentra en el mismo frente que la de la iglesia.
Una
vez traspasada esta por la portería, nos topamos con dos amplios claustros.
Sobre esta
puerta de acceso al claustro, podemos ver el gran ESCUDO
abacial, con la cruz, el espejo y el compás, con corona volada. A lo largo del
cenobio aparecen distintas versiones, que podemos observar en su escalera
abacial, claustro procesional, iglesia o fachada principal.
Este
presenta un cuerpo inferior renacentista obra de Juan de Badajoz realizada en
el siglo XVI muy ornamentado,...
... y otro superior muy barroco, obra realizada por Fray Plácido Iglesias en el s. XVIII, monje arquitecto de Celanova,...
Se compone
de balcones con vanos rectangulares encuadrados en molduras y formas avolutadas
separados por pilastras en el eje de los contrafuertes inferiores que soportan
una cornisa moldurada en el que destacan unas imponentes gárgolas y sobre el
que se ubica un antepecho rematado por jarrones. En el centro de cada panda se
levantan sendas peinetas que alojan relojes de sol.
Un MONUMENTAL RELOJ CUÁDRUPLE que podemos observar en cada una de las paredes
que conforman este claustro, y que cada una es una pieza distinta.
Se conserva
íntegra la solemne ESCALERA ABACIAL,
que comunica los dos pisos de este claustro, dando acceso a las dependencias
abaciales y al coro alto.
Levantada por Mateo López y el cantero Juan de
Coterón, con un diseño que se corresponde con el modelo de grandes escaleras
voladas que surge en esta época en las principales abadías y que podemos
también ver, con ligeras variaciones, en el MONASTERIO
DE SANTA MARÍA de Montederramo o en el COLEGIO DE NUESTRA SEÑORA DE LA ANTIGUA en
Monforte de Lemos. En ella volvemos a ver el escudo con las armas del señor San
Rosendo.
En el muro
norte de la caja de esta escalera se conserva el único vestigio de la
construcción medieval, una hornacina en la que todavía perduran grabadas
algunas de las marcas de cantero,...
... y en el pavimento se conservan unas líneas geométricas que podrían corresponder a una MONTEA para la realización de la bóveda de arista que cubre el brazo del crucero de la Epístola, situada cerca de la escalera, que pudo ser utilizada como sala de monteas durante la reforma de la iglesia en la década de 1680.
... y en el pavimento se conservan unas líneas geométricas que podrían corresponder a una MONTEA para la realización de la bóveda de arista que cubre el brazo del crucero de la Epístola, situada cerca de la escalera, que pudo ser utilizada como sala de monteas durante la reforma de la iglesia en la década de 1680.
El segundo del s. XVIII, recibe el nombre de CLAUSTRO DEL POLIERO por las grandes ménsulas que sostienen una balconada de acceso a las celdas, típicas de la arquitectura gallega.
foto de la página: http://viajarconelarte.blogspot.com/2017/12/una-visita-al-monasterio-de-san.html |
Una vez rematada
la visita oficial al conjunto, Paula (Fundación
Curros Enríquez) se ofreció a mostrarnos alguno de esos rincones que no
están incluidos en el recorrido. El primero fue un espacio emblemático vinculado
a la obra de CELSO
EMILIO FERREIRO (Celanova, 1914-Vigo, 1979) como es la CELDA en la que popularmente se cree
que estuvo recluido cuatro días y tres noches de 1937, durante la guerra y tras
un permiso que lo devolvió del frente de Asturias a casa para ver a la madre
enferma. Allí se expresa en una tasca abiertamente sobre los efectos de la
barbarie fascista y una vecina lo denuncia a las autoridades del lugar, que ordenan
su ejecución, aunque no llega a cumplirse gracias a la rápida intervención
de sus familiares delante de las autoridades.
Después, en las antiguas
dependencias monacales de la primera planta, tuvimos la oportunidad de contemplar una
curiosa exposición, sobre los trabajadores gallegos que viajaban a Castilla
para la siega.
Castellanos de Castilla,
Tratade ben ós gallegos;
Cando van, van como rosas,
Cando vên, vên como negros.
—Cando foi, iba sorrindo;
Cando veu, viña morrendo;
A luciña d'os meus ollos,
O amantiño do meu peito.
Aló van, malpocadiños,
todos de esperanzas cheos,
e volven, ¡ai!, sen ventura
cun caudal de desprezos.
Van probes e tornan probes,
van sans e tornan enfermos,
que anque eles son como rosas,
tratádelos como negros.
¿Por que aló fuches, meu ben?
¡Nunca tal houberas feito!
¡Trocar campiños floridos
por tristes campos sen rego!
¡Trocar tan claras fontiñas,
ríos tan murmuradores
por seco polbo que nunca
mollan as bágoas do ceo!
Mais, ¡ai!, de onda min te fuches
sen dó do meu sentimento,
e aló a vida che quitaron ,
aló a mortiña che deron.
Morriches, meu queridiño,
e para min non hai consolo,
que onde antes te vía, agora,
xa solo unta tomba vexo.
Triste como a mesma noite,
farto de dolor o peito,
pídolle a Deus que me mate,
porque xa vivir non quero.
Mais en tanto non me mata,
casteláns que aborrezo,
hei, para vergonza,
heivos de cantar xemendo:
¡Casteláns de Castela,
tratade ben ós galegos:
cando van, van como rosas;
cando vén, vén como negros!
Cantares gallegos Rosalía de Castro 1863
Esa celda de
cúpula abovedada, conocida por ser lugar de inspiración para el poema ‘Longa
noite de pedra’ es en realidad el antiguo archivo del monasterio, una
estancia toda de piedra para evitar que cualquier incendio destruyera los
códices guardados y por la que se accede a través de una balconada en la que
hay una excepcional vista de la CAPILLA DE SAN MIGUEL.
Corredor que permite el paso desde las dependencias monacales al primitivo archivo. |
Para finalizar, y gracias a la extraordinaria atención que nos prestó Paula en todo este espacio, también pude conocer la COCINA del monasterio, hoy reconvertida en cafetería y local social, donde se realizan diversas actividades.
Otra vez nos
sentimos unos privilegiados al poder disfrutar de este estupendo grupo, que hasta hizo que nos animáramos a arrancarnos con un baile. ¡Una sorpresa más en el recorrido, muchísimas gracias!
Otras dependencias bellas e interesantes del edificio que todavía no hemos podido visitar son: la vieja BIBLIOTECA, situada en la planta alta de la nave central que separa y une a la vez los dos claustros; y el PATIO DE LAS CABALLERIAS.
http://www.edu.xunta.es/centros/iescelanova/system/files/images/biblioteca_0.preview.jpg |
INFORMACIÓN: Casa do Concello, Praza Maior nº1, Teléf.: 988432201. Web: www.concellodecelanova.com. Entrada: 2€ , gratis carné joven.
Horario de inverno (noviembre a abril): 11:00, 12:00, 13:00, 16:00 y 17:00. Domingos y festivos: 11:30; 13:00; 16:00 y17:00.
Horario de verano (mayo a septiembre): 11:00,12:00, 13:00, 16:00, 17:00 y 18:00. Domingos y festivos: 11:30; 13:00; 16:00, 17:00 y 18:00.
INFORMACIÓN RECOGIDA EN LOS SIGUIENTES ENLACES
https://es.wikipedia.org/wiki/Monasterio_de_San_Salvador_(Celanova)
http://viajarconelarte.blogspot.com/2018/01/el-retablo-mayor-de-san-salvador-de.html
Una obra arquitectónica maravillosa, que por obra de su fundadorSan Rosendo se encuentra ubicada donde o " Mundo se chama Celanova " como celanovés uno se siente orgulloso de ver estas hermosas imágenes que traen muchos recuerdos de la Primera Comunión en la iglesia y los pétalos de rosas que se tiraban dedes la cúpula, pero a esa edad no se valoraba en las dimensiones que se merecía el Monasterio.
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