La iglesia parroquial de SANTA MARIÑA DE BRAÑAS, que fue matriz de
SAN
ANTOÍÑO DE TOQUES, se encuentra en la falda occidental del monte Corno
do Boi, cerca del nacimiento del río Furelos y de su impresionante FERVENZA
(Cascada).
De su historia prácticamente nada
se sabe, sólo que a principios del siglo XX la presentación se alternaba entre
la corona y los herederos de Juan Fandiño, Jorge Varela y otros.
La tipología del edificio y la escasez de elementos decorativos
dificultan fijar la cronología de esta iglesia románica. A veces se ha fechado
sin más en el siglo XII, pero por el tipo de construcción y los elementos
decorativos que conserva se trata de una obra que se puede calificar de tardía,
por lo que se podría situar su datación en los últimos decenios del siglo XII.
La iglesia de Brañas tiene una nave y un ábside de planta cuadrangular,
prolongado hacia el este con una sacristía añadida. Para acceder a esta
dependencia se abrieron dos puertas, una en cada extremo del muro. El presbiterio
recibe luz directa a través de una ventana adintelada de pequeño tamaño situada
en el lado sur, que pasó a sustituir a otra que debió haber en el testero,
cegada al colocar el retablo. Se cubre con una techumbre de madera a dos aguas que deja a la vista la armadura.
Como en el interior, también por fuera están enlucidos los muros del
edificio.
En el ábside lo más destacado son los canecillos, en su mayor parte de nacela o proa, excepto dos de la cornisa meridional que se adornan con una hoja rematada en rollo.
En el ábside lo más destacado son los canecillos, en su mayor parte de nacela o proa, excepto dos de la cornisa meridional que se adornan con una hoja rematada en rollo.
La puerta sur es adintelada por el
exterior, al igual que la occidental, pero esta última es fruto de la
reconstrucción de la fachada que se realizó en 1875, según figura en una inscripción.
Las ventanas abocinadas del interior son sencillas saeteras por fuera.
Las ventanas abocinadas del interior son sencillas saeteras por fuera.
Una de las cobijas del alero norte presenta hacia los extremos dos
oquedades en forma de círculos unidos entre sí por una ranura de lados curvos.
Se ignora el origen de esta singular pieza, pero no cabe duda de que se trata
de una reutilización.
Desde este lugar parte el ROTEIRO DAS SETE FONTES.
SANTA EUFEMIA – ROMÁNICO DIGITAL (pdf)
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