Del tiempo de los Andrade, señores feudales de la comarca, también queda
en el municipio la PONTE DA FERRARÍA (S. XIV), en la parroquia de
Narahío. El puente tiene un solo ojo de arco gótico y es de cantería con una
fábrica muy semejante a la del cercano CASTILLO. A finales de
los años 60 del siglo pasado fue remodelada, añadiéndole una placa de hormigón
que permitiera salvar las riadas del Castro durante el invierno.
En uno de sus extremos cuenta con una ruda escultura zoomorfa que aún hoy
genera controversia académica sobre si se trata de la figura de un oso o de un
jabalí, animales ambos ligados a la simbología de los Andrade, que solían
colocar en cada extremo de los puentes que levantaban.
En Naraío solo se conserva uno conocido como “O PORCO”, de 0,61
metros de alzada por 0,96 de longitud, que fue rescatado del fondo del río.
Se ha tenido a las figuras de Pontedeume y Narahío como ejemplares
protohistóricos reutilizados por el noble, aunque sin aportar argumentos
convincentes. En todo caso no dejan de evocar poderosamente a los llamados
verracos, estatuas repartidas por distintas provincias castellanas, Cáceres y
norte de Portugal. Es éste un término aplicado no sólo a jabalíes sino también
a toros, que integran las cerca de 400 piezas hasta ahora conocidas de su
producción, cuya datación se hace oscilar entre el siglo IV a. C. y el III d.
C. Álvarez -Sanchís, Jesús R, ha estudiado con rigor a los verracos y no
descarta que, en base a su morfología, los ejemplares citados sean “esculturas
antiguas, reutilizadas y trasladadas de la Meseta a Galicia en la Edad Media”,
aunque los considera “posiblemente medievales”.
Tres autores que se han ocupado de ellos coinciden en señalar las
peculiaridades tipológicas de los escasos ejemplares gallegos; es más, los
fernandinos guardan mayor parecido con los castellano-portugueses, lo que
invita a pensar, si o Bóo, trasladó una costumbre de otra área, como la
lusitana, al igual que su innovador MONUMENTO FUNERARIO ha sido relacionado con ejemplares portugueses de mediados del siglo
XIV.
Sepulcro de Fernán Pérez de Andrade "O Boo" |
Entre las varias interpretaciones de las esculturas de verracos, destacar
la que les atribuye una función señalizadora: delimitar pastizales, marcar
rutas trashumantes o, en general, servir como hitos. ¿Los emblemas animales de
Fernán Pérez en los puentes, tal vez mantuviesen una arraigada costumbre,
importada o no, como la aplicable a los verracos, en cuyo caso habría de
considerarse la percepción de antiguos autores, que vieron en ellos deslindes o
signos de jurisdicción, pudiendo indicar el derecho del noble a cobrar
porntazgo?.
El puente fue durante siglos, el principal punto de vadeo del RÍO CASTRO recorriendo el
antiguo Camino Real y fuente de recursos económicos para el señorío, debido a
los impuestos que cobraba por su uso.
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