MONASTERIO DE SANTA MARÍA DE PENAMAIOR, BECERREÁ.

El monasterio de Santa María de Penamaior es probablemente, de los abundantes cenobios medievales de Galicia, uno de los menos conocidos y ello a pesar de estar a escasa distancia del Camino de Santiago que pasa por la provincia de Lugo.



El Monasterio está en la parroquia de Santa María de San Lorenzo de Penamaior, municipio de Becerreá, en un verde valle de una de las laderas da Serra do Pico, de unos 1.184 metros de altura, con unas vistas espectaculares. Se aprecian hacia el sur, el monte Oribio (Triacastela), y siguiendo el sentido de las agujas del reloj, Sarria, el valle de Neira de Rei, A Fonsagrada, Ancares, O Cebreiro y la sierra del Poio, en el territorio de Pontevedra. También se ven, más cercanos, los valles de Becerreá, As Nogais y Cervantes, un paraje poco poblado, con montañas pizarrosas llenas de bosques espesos de las estribaciones de los Ancares.


Del monasterio ya se tienen referencias documentales en el año 922. Habitado primeramente por benedictinos que se unieron a la Congregación cisterciense  en 1203. 



Recuperó la categoría de Abadía y la independencia en 1225 y la mantuvo hasta 1506 cuando tuvo que aceptar la reforma de la Congregación Cisterciense de Castilla por ser una comunidad muy reducida de monjes. Desde entonces perdió definitivamente la dignidad de Abadía y parte de sus rentas pasaron a financiar el Colegio que la Congregación tenía en Salamanca.


Los monjes cistercienses del Bierzo lo habitaron hasta la desamortización de Mendizábal en 1835. El abad de CARRACEDO los envió, bajo el mando de un prior a levantar una casa y un oratorio para atender a los peregrinos que iban a Compostela, ya que por aquí pasaba una derivación del Camino de Santiago documentado por el monje alsaciano Künig Von Vach en 1495, en su famosa GUÍA KÜNIG, que describe el itinerario clásico del Camino Francés con dos variantes. La primera en León, donde cruza los Montes de León, hasta PONFERRADA y la segunda en Lugo, donde irá por Piedrafita, Becerreá y Lugo hasta Melide.

Monasterio de Carrracedo
Según algunas fuentes, el convento de Penamaior arranca del siglo X y se indica que desde él, San Virila partió con 16 monjes a reavivar el de SAMOS, abandonado tras la invasión musulmana, lo que proporciona la fecha de su establecimiento.
El templo es lo más valioso de esta vieja abadía benedictina. En su construcción se alterna la piedra y el muro de mampostería de pizarra, mientras la sillería luce en todo su esplendor, la mampostería está enfoscada de argamasa y con color blanco, lo que le da una bella imagen en la que se resalta la calidad de los vanos, ofreciendo un aspecto bicolor a la iglesia.


La fachada de su iglesia, ha sufrido alteraciones barrocas a finales del siglo XVII, pero todavía conserva su disposición mediante una puerta de ingreso y tres ventanales de iluminación para cada nave, todos ellos desiguales, aunque no resta armonía al conjunto.












La puerta tiene un TÍMPANO con extraños relieves que ha generado distintas interpretaciones de los especialistas por su originalidad. Presidiéndolo hay una gran cruz decussata, muy utilizada en heráldica. 



En el centro de la cruz hay una inscripción en caracteres modernos que indica la fecha de 1177, por lo que se piensa que la construcción de la iglesia tuviera lugar en torno a esa fecha.


 En la esquina inferior izquierda aparece un caballero con lanza y escudo y detrás de él un caballo sin jinete. Sobre esta escena un frondoso árbol en cuyas ramas parecen alojarse pájaros.




 En el derecho, un cartel que algunos identifican con el nombre del escultor "DIDACUS o DIDACISP", nombre del maestro del taller (Diego) y el tiempo en que fue realizado, ERA: MCC: IV: L. 


Algunos autores, recientemente, han vinculado esta representación con una historia del ciclo artúrico, concretamente la novela caballeresca "Yvain, el Caballero del León" escrita por Chrétien de Troyes.


Esta obra medieval está protagonizada por Yvain, uno de los caballeros de la Corte del Rey Arturo. En ella se cuenta cómo Calogrenant -primo de Yvain- encuentra una fuente mágica y le dicen que si vierte sus aguas en una piedra grande, puede quedar expuesto a muchos peligros, incluyendo una terrible tormenta, pero también acontecimientos maravillosos.
 Cuando lo hace, una tormenta destruye los cultivos y mata a las personas del lugar.
 Pero entonces, la maravilla sucede: muchas aves de canciones melodiosas se posan en el árbol. De repente, un caballero lucha contra Calogrenant y lo vence.
Yvain decide vengar a su primo muerto. Llega al castillo, mata a su dueño y se enamora de Laudine, la viuda. Se casa con ella, pero luego convencido por Galván, vuelve a sus aventuras.
Yvain vaga por el bosque, hallando un león que está combatiendo contra un dragón.
 Decide ayudar al león y salvarlo. Como agradecimiento, el león se queda a su lado, por lo que se llamará a partir de ahora el Caballero del León y ambos vivirán una serie de aventuras que con el tiempo van a enseñar a Yvain el verdadero significado del honor, la amistad y el amor.
Ciertamente los elementos del relieve del tímpano pudieran tener relación con esa historia.


Sobre este, dos arquivoltas que descansan sobre otras dos columnas, que muestran diversos capiteles vegetales.





Sobre la arcada de acceso, se visualiza el ESCUDO de la Congregación Cisterciense Castellana en piedra y en el interior, otro de madera policromada, ambos encarnan el escudo abacial, con pequeñas diferencias.


Están rodeados por cuatro escudetes que cargan cruces de cuatro órdenes militares, la de Alcántara y la de Calatrava arriba, mientras que varían las inferiores. En el primer escudo aparecen Temple y San Jorge, mientras que en el segundo, son las de Avis y el Temple.


Coronándola una hornacina con la imagen de la Virgen, de la que parte a cada lado, una moldura con pinceladas románicas, para rematar en una ventana con arcos de medio punto, con capiteles decorados con motivos variados.


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Se completa el lienzo con una espadaña de dos vanos, que hace las veces de campanario.


Remata al oriente con tres ábsides, los laterales semicirculares y el central poligonal al exterior, si bien interiormente es semicircular.





En el flanco norte sorprende la presencia de cuatro tragaluces, que son todos ellos distintos.



El más próximo a la fachada tiene estructura ajimezada con arquillos interiores apuntados.



La siguiente abertura es moderna, sin adornos adicionales.




La ventana central es la más ortodoxa románica,...



...mientras que el vano próximo a la cabecera, es un bonito y espectacular ROSETÓN adornado con arquitos que cobijan cabecitas humanas.





Resulta sorprendente la localización de este tipo de óculo en esta parte de la iglesia, pues son mucho más comunes encontrarlos en las fachadas occidentales o sobre los muros divisorios que se alzan sobre los arcos triunfales.


En cuanto a los canecillos de la cabecera y del muro norte, aunque la inmensa mayoría son de caveto, rollos y otros motivos geométricos, observamos algunos zoomorfos,...




 ...como una cabeza perruna y un león de cuerpo entero.




En el interior, se aprecia una fábrica un tanto ecléctica como resultado de distintas fases de construcción y posteriores reformas. Tiene planta basilical de tres naves sin transepto, separado mediante arcos apuntados y pilares cilíndricos y prismáticos con columnas.


En la actualidad casi todo el edificio se cumbre con madera, si bien las columnas adosadas de los muros perimetrales, permite suponer que en un primer momento se pudieron proyectar arcos fajones para respectivas bóvedas de medio cañón.
Los capiteles de sus puntales son en su mayoría vegetales y se aprecia con total claridad ejecutores de distinta calidad y cronología, siendo los de mayor calidad los de la cabecera.


Las naves están divididas por arcos apuntados y en cuatro compartimentos, por columnas cilíndricas y una prismática.


Los arcos de entrada a las capillas de los ábsides son de medio punto, comenzando con semicolumnas talladas con capiteles de traza compostelana.

FOTOS RECOGIDAS DEL PORTAL ARTEGUIAS
En la actualidad quedan pocos restos de las dependencias monacales, apenas algunas columnas que daban al claustro, reutilizando sus piedras en otras construcciones posteriormente, utilizadas estas como casa de labranza de uso particular y que hoy están en venta.




Entre los restos de su claustro, aún perdura un gran PALOMAR cuadrado y en el exterior,  frentre a este la conocida como CRUZ DE HIERRO (hoy de madera).



 En la noche, los muertos que componen la SANTA COMPAÑA, procesión nocturna de almas dolientes, se arrodillan ante ella para purificar sus sufrimientos y así lograr la salvación de sus almas. Se dice que cuando tronaba, todos los rayos se detendrían en ella.



Poco se sabe del misterioso monasterio de Santa María de Penamaior, o "EL CONVENTO” como se conoce a este monasterio.
De él hay pocos documentos, pero muchas historias y LEYENDAS que lo relacionan con la Orden del Temple, ya que no lejos del monasterio, a menos de un kilómetro y medio, sobre el pueblo de Vilarín, se encuentra la Pena do Castelo, donde se indica que había una torre desde donde los Templarios custodiaban los alrededores para proteger a los peregrinos a Santiago, que junto al amparo de la orden escupido en el escudo abacial, dan más refuerzo a esta teoría.
Crónicas incluso de prácticas de tortura, ya que entre sus muros se encontró alguna técnica de tortura medieval.  Se dice que cuando la restauración del templo, encontraron un calabozo donde había un sistema para torturar a los prisioneros por el método del goteo. Sujetados por un mecanismo para que no pudieran moverse, una gota caía intermitentemente sobre las cabezas de los prisioneros, perforando la tapa de su cráneo y pudriéndole el cerebro.
Igualmente se dice, que era el único monasterio que no dependía directamente de la abadía francesa del Cister.

En Penamaior se encuentra una notable ESTAUROTECA, el relicario que alberga un fragmento del Lignum crucis, “pieza única en Galicia”, según destaca el escritor y periodista lucense José de Cora.

Enfrente está también, en relativo buen estado, el MOLINO DEL CONVENTO de excelente piedra de cantería y con escudo. 




FOTO RECOGIDA 1000 LUGARES DE GALICIA

Una fuente de factura moderna, en lajas 
de pizarra del país, recoge el agua que antaño llegaba al monasterio, y forma parte de la puesta en valor del maltrecho monasterio. 


Podemos llegarnos a este enclave, siguiendo una RUTA DE SENDERISMO que parte desde el Campo da Feira de Becerreá, que además a su interés histórico-artístico debemos añadirle un notable atractivo paisajístico que nos muestra una gran variedad forestal, destacando la abundancia del inconfundible acebo, especie protegida y de gran belleza.



INFORMACIÓN RECOGIDA DE LOS SIGUIENTES ENLACES:













VISITA OTROS SORPRENDENTES LUGARES DEL MUNICIPIO DE BECERREÁ EN ESTE ENLACE, CON UN MAPA PARA LLEGAR A CADA UNO DE ELLOS.

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