GALICIA PUEBLO A PUEBLO: EIRA DA ERMIDA, CERDEDO-COTOBADE

Uno de los elementos constructivos más representativos de Galicia son los hórreos o canastros, una de las dependencias más importantes de las casas labradoras de antaño.

Tenían como función principal almacenar y secar cereales, en especial maíz, el cual exigía una buena ventilación y un sistema de protección contra roedores y pájaros.

La agrupación singular de hórreos se conoce como “EIRADOS”, y se sitúan en mayor número en las sierras de O Suído, Candán y Faro de Avión, en aldeas conformadas en la mayoría de los casos, por casas adosadas o muy próximas, donde no es posible emplazar el hórreo al lado de estas.

Los conjuntos de hórreos (ver otros ejemplos en este enlace) están asociados a "eiras " comunales, que son objeto de una propiedad colectiva.

El municipio de Cerdedo-Cotobade es uno de los pueblos gallegos en los que podemos encontrar más eirados bien conservados y catalogados como bienes patrimoniales. Uno de ellos es esta “Eira da Ermida”, situada en el lugar de Filgueira (parroquia de Sta. Baia de Castro).

Es un hermoso eirado compuesto por 21 hórreos en muy buen estado de conservación, pero que en su día, dicen, que llegó a contar con cuarenta y cinco.

Están agrupados en torno a la barroca CAPELA DA VIRXE DOS REMEDIOS, quemada en 1809 por los soldados de Napoleón, durante la guerra de la Independencia Española.

Esta sencilla capilla, en la que destaca su enorme espadaña.

También nos muestra un curioso reloj de piedra coronado por una cruz de malta y bajo esta, un monagrama. Lástima que ya no marque las horas, pues le falta el gnomon.

Sus fiestas patronales en honor a la Virgen de los Remedios se celebran el 8 de septiembre, donde se cumple con la tradicional carrera de “Tiro do Carro”, en la que las gentes del lugar, remontan la cuesta desde la aldea hasta los hórreos tirando de un carro.

Se completa el conjunto con un CRUCEIRO...

...una FUENTE...

... y un Palomar que vivió tiempos mucho mejores.

Ubicada en la ladera de Pena Redonda, cuenta con interés paisajístico y etnográfico singular. Las hermosas vistas del valle de Quireza no dejarán indiferente a nadie.