La encantadora parroquia de San Paulo de Xende, congrega en torno al SANTUARIO DEL SANTO CRISTO DE XENDE, unos atractivos turísticos-religiosos de primer orden como son: el mismo santuario; un viacrucis pétreo donde cada estación revela matices de la historia sagrada; una gran alameda con fuente y un ángel o cupido en su centro; una preciosa casa rectoral soportalada; un templete baldaquinado; o varios cruceros y petos de ánimas; que conforman todo un elemento diferenciador y que hace única a esta parroquia, no sólo en el municipio, sino también en los del entorno.
Descubre la majestuosidad del propio Santuario (XVI-XVIII), un lugar que emana serenidad y devoción por sus cuatro costados.
Esta impresionante edificación religiosa se distingue por su fachada principal, en la que nos recibe San Pedro con las llaves y donde un óculo central irradia luz y solemnidad al interior del templo.
Sobre él, dos elegantes hornacinas albergan las veneradas imágenes pétreas: la de San Paulo, con espada y libro en mano; Santa Bárbara, sosteniendo la palma y la torre con tres ventanas, y sobre ellos, un reloj de agujas marca el paso del tiempo en este sagrado refugio.
Como colofón a esta obra arquitectónica, una majestuosa torre espadaña se alza en posición central, imponiéndose con su grandeza.
Justo frente a la imponente fachada, enclavado en el atrio, se erige un sencillo pero conmovedor Cruceiro, extendiendo sus brazos y acompañado de un "pousadoiro".
También podemos ver otra estructura de
piedra, testamento visual de devoción, como esta hermosa Pila Bautismal.
Durante nuestra visita, no pudimos resistirnos a contemplar la
encantadora plaza que se despliega frente a la iglesia, destacando la antigua Casa Rectoral. Esta joya
arquitectónica nos recibió con su solana imponente, que abarca toda la
extensión de la fachada, agregando un toque de elegancia palaciega. Es importante
destacar que esta Rectoral ha sido cuidadosamente restaurada hace
aproximadamente una década, gracias al esfuerzo económico y la dedicación de
los vecinos.
Este santuario mágico se erige como un lugar de culto por excelencia,
siendo escenario de una celebración única que tiene lugar el octavo domingo
después de la Pascua, conocido como el domingo de la Trinidad. Este día marca
la celebración de una de las romerías más destacadas y queridas tanto en el
municipio como en la provincia (con la de San Benitiño, O CORPIÑO, SANTA TREGA o la de los
Milagros de Amil), atrayendo a numerosos devotos que viajan desde diferentes
rincones de Galicia para visitar al milagroso Cristo de la Agonía.
Aunque la fecha exacta del inicio de la devoción al Santo Cristo se
pierde en el tiempo, algunos historiadores sugieren que sus raíces se remontan
a los primeros años del siglo XVII. Lo notable es que esta perdura con gran
vigor hasta hoy, atrayendo a una amplia audiencia. Entre las particularidades
que distinguen esta celebración, destaca una peculiar procesión religiosa que
tiene lugar en el día dedicado al Santo Cristo, donde aún se puede ver
procesionar ataúdes que, en algunos casos, están ocupados por personas que,
como acto de devoción, se ofrecieron a participar tras superar graves
enfermedades. La simbología profunda detrás de este ritual se relaciona con la
búsqueda de curación, la eliminación del "meigallo" (hechizo o
embrujamiento) o la liberación de aquellos que están poseídos por el mal.
Esta experiencia evoca memorias similares a la vivida en nuestra visita a SANTA MARTA DE RIBARTEME (enlace a nuestra publicación); o la impresionante Procesión de las
Mortajas (A POBRA DO CARAMIÑAL), de la que os hablamos en el enlace. Esta muestra de fe añade un matiz
conmovedor a la celebración, recordándonos la fuerza sanadora que puede emerger
de la devoción y la superación personal.
Los ofrecidos son llevados a hombros en un ataúd en procesión, por
familiares o amigos desde la cercana Cova Esmoleiro de Santa Bárbara, pequeña oquedad artificial construida en la década
de los 60 del siglo XIX con mampostería granítica. En el interior podemos ver
una imagen de una mujer que sujeta con uno de sus brazos una jarra por la que
antaño vertía agua.
Estanislao Fernández de la Cigoña recoge la siguiente historia: “Este agujero tiene una relación directa con
el Santuario del Santo Cristo de Xende, pues el dinero gastado en su
construcción procede de las limosnas dejadas por los romeros que, durante la
“Pascuíña” (primer domingo antes del Corpus), congrega a millares de personas
ante el Santo Cristo. Al principio no existía como cavidad, ya que era una
fuente que tenía fama de milagrosa, porque sus aguas venían del alto, donde el
Santo Cristo hacía tantos milagros. Como había dinero abundante, los
administradores del Santuario decidieron cubrir la fuente, simulando que se
encuentra en el interior de una caverna natural. Le hicieron muros de piedra
desiguales, simulando los roquedos en los que se abren las cavidades, y un
techo con estalactitas artificiales”.
Aquí se inicia un llamativo Vía Crucis pétreo, que a través de unas curiosas escaleras de piedra y hormigón, conducen hacia el santuario pasando por cada una de las estaciones.
En la primera parada, contempla la impactante escena donde Jesús enfrenta su sentencia de muerte.
En la segunda vemos la imagen de Jesús asumiendo el peso de la
Cruz; y en la tercera estación, contempla el momento conmovedor en el que Jesús
cae por primera vez, revelando la fragilidad humana.
En la cuarta estación, vemos la emotiva escena en que Jesús se reencuentra con María, su Madre. Avanzando a la quinta, observaremos con asombro cómo Simón de Cirene se une al camino, ofreciendo su ayuda para cargar la Cruz.
La sexta nos muestra la escena de Verónica limpiando
el rostro de Jesús; y en esta séptima estación, Jesús cae por segunda vez.
En la octava estación, Jesús ofrece consuelo a las mujeres de
Jerusalén; y en la novena, Jesús cae por tercera vez.
El vía crucis, después de pasar junto
a la iglesia, se adentra en el campo de romeros y culmina en un cerro del
cementerio, el calvario. Allí vemos la décima estación, donde Jesús es
despojado de sus vestiduras; y la undécima, cuando Jesús es clavado en la
Cruz.
Llega el Vía Crucis al icónico Cruceiro Bajo Baldaquino, obra maestra tallada por el cantero lamense Manuel González Perdiz en el año 1868, y que forma la estación número doce, en la que Jesús muere en la Cruz.
La majestuosidad del cruceiro no solo yace en su imponente presencia,
sino también en el fascinante secreto que atesora, convirtiéndolo en uno de los
tesoros mejor guardados de Galicia. Su cantero insufló vida a esta obra maestra
no solo con su destreza, sino también con una policromía excepcional que aún
perdura. Las figuras coloreadas, decoradas a la antigua usanza, se mantienen
vibrantes gracias a la cúpula del baldaquino, que ha protegido esta obra a lo
largo del tiempo de las inclemencias del clima gallego.
El capitel, coloreado en tonos rosas y adornado con exquisitos motivos vegetales, volutas y rostros de ángeles en cada uno de sus cuatro lados, sirve como entrada a una cruz de sección cilíndrica adornada con intrincados nudos, que nos muestra las imágenes de Cristo crucificado acompañado por un ángel que recoge su sangre en un cáliz.
En el reverso, la imagen de la Virgen reposa sobre una peana con la forma de la cabeza de un ángel alado, y coronando este magnífico conjunto, dos ángeles.
En la cruz se aprecia aún el color carne de Cristo crucificado, el marrón de la madera, y los mantos rojos y azules de los ángeles.
Lamentablemente, la exposición a la intemperie ha borrado la decoración
pictórica del resto de la estructura. Sin embargo, el Fuste aún conserva una
rica y variada ornamentación que narra la Pasión con
detalles (escaleras, látigo,…).
Una representación de Adán y Eva sobre una peaña con forma de cabeza
humana y la serpiente a su alrededor.
Sobre una peana, vemos otra imagen, que nosotros identificamos como la flagelación de Cristo.
Y otra imagen religiosa sobre peaña, que enseña el que parece un santo sudario con el rostro de Jesús.
Nosotros tuvimos la posibilidad de contemplar, la que dicen es esta santa reliquia en la CATEDRAL DE SAN SALVADOR en Oviedo (enlace a nuestra publicación).
Sobre la base moldurada, también podemos ver, en sus cuatro lados, las inscripciones:
“SE HIZO SIENDO ABAD Dº ANTº BENITO GARRIDO” |
“Y ADMINISTRADORES DOMº ANTº HERMIDA” |
“Y MANUEL FRANCO AÑO DE 1868” |
“EL MAESTRO MANUEL GONZALEZ Y PERDIZ” |
El baldaquino finaliza en una cúpula que conserva restos de policromía, y
varias imágenes pétreas se alzan como guardianes silenciosos en los esquinales y en la cumbre. Los lados
abiertos del baldaquino están protegidos por una verja metálica, que invita a la contemplación del cruceiro desde la distancia.
Este no es el único cruceiro bajo baldaquino que nos hemos encontrado en el territorio gallego, así pudimos ver otros como el de SANTA MARÍA A NOVA de Noia;...
... el de la SANTÍSIMA TRINIDAD de Baiona;...
... el de MARRUBIO en Montederramo;...
... o el CRUCEIRO DO ALTO DA CORONACIÓN en A Cañiza, este último bajo un templete (enlaces
a nuestras publicaciones).
Según se cuenta “estando el maestro trabajando en los andamios, un día por la mañana, las campanas de la iglesia comenzaron a tocar como por arte de magia. Ante la extrañeza del hecho, los vecinos se acercaron para ver que sucedía. El maestro bajó del andamio y, delante de las preguntas de la gente sobre lo que había sucedido negó que había acontecido nada. Tres días dospois el andamio vino abajo, y Manuel González quedó colgado de una cuerda por los pies. Este accidente le provocó un dislocamento de las articulaciones de los tobillos, quedándole un oso saliente en un pie que le estropeaba el calzado”.
Por último, también señalar que este cruceiro aparece en la película-documental "Lejos de los árboles" (1972, pero rodada en el 63 por Jacinto Esteva).
Ahora nos acercamos a la decimotercera estación, cuando Jesús es
bajado de la cruz y puesto en brazos de su Madre. Luego, este excepcional Vía
Crucis llega a su conmovedor epílogo en la decimocuarta estación, que narra el
momento culminante donde Jesús es finalmente sepultado, sumiendo al espectador
en la reflexión sobre la transitoriedad de la vida y la promesa de la
resurrección.
En las escaleras que dan acceso a este conjunto, podemos ver también una Fuente, magistralmente esculpida por el mismo artista, donde por encima del caño, vemos la
representación de un pelícano alimentando a sus crías con su sangre, poderoso
símbolo de amor maternal.
La leyenda, basada en parajes bíblicos e introducida en el Physiologus, el primero de
los bestiarios cristianos, cuenta de él que alimenta a sus retoños con su
sangre y su carne, sacrificando su vida por la de los demás, como hizo
Jesucristo. Fue San Agustín de Hipona la primera persona que comparó el sacrificio
del pelícano con el sacrificio de Jesucristo. Esta comparación
se hace evidente en la Eucaristía, el acto en el que el pan y el vino, a través
de la transubstanciación, se convierten en el Cuerpo y en la Sangre
de Jesús, cosa que explica su presencia en un gran número de representaciones y
de adornos litúrgicos.
Nada tiene que ver esta simbología con la realidad. Las hembras de este animal no tienen por costumbre sacrificarse para alimentar a sus crías en caso de necesidad. Lo que sí hacen las madres pelícano es golpear su pico y su bolsa contra el pecho para sacar el pescado almacenado en ella y poder dar de comer a sus crías. La visión de este movimiento y el gran pico que tiene el pelícano pudieron dar origen a esta creencia.
Por encima de esta representación, un frontón moldurado y en la cumbre, una curiosa figura expresiva que, en un gesto dramático de rasgarse las vestiduras, revela un corazón emergiendo de su pecho.
El muro exterior del cementerio es embellecido por un encantador Peto de Ánimas, obra tallada con bloques de cantería granítica que configuran una delicada hornacina con repisa, de sección cuadrada y protegida por una verja metálica. En la repisa de la hornacina se encuentra el cajón con tapa metálica para las limosnas.
Corona
el conjunto una piedra profusamente decorada con una cruz, volutas y motivos
vegetales. En el centro, bajo la cruz, vemos un azulejo policromado que
representa a la Virgen del Carmen.
En el interior se revela un fascinante retablo de madera policromada (se dice que no es el original), en la que aparecen las imágenes de un ángel sobre un fondo azul en la parte superior, y en la parte inferior, cinco imágenes entre las llamas del Purgatorio; entre ellas vemos la figura de un obispo con su mitra. La policromía añade riqueza visual al retablo, infundiendo color y vida a cada detalle.
A tan solo 100 metros de distancia, se erige un segundo esbelto y hermoso
Peto de Ánimas que parece una
pequeña capilla. La estructura presenta una elegante hornacina con arco
trilobulado que culmina en un frontón triangular muy puntiagudo, flanqueado por
dos pináculos laterales que realzan su esbeltez. En la repisa de la hornacina se encuentra el cajón
con tapa metálica para las limosnas. Este encantador monumento es obra del
maestro cantero Manuel Piñeiro Suárez, (Manolito
da Ponte), vecino de la parroquia limítrofe de San Pedro de Gaxate.
El interior revela un retablo de madera policromada exquisitamente
decorado, que despierta la admiración con su profusión de detalles.
En el centro, la imagen de la Virgen con el Niño en el regazo, flanqueada por dos ángeles, todos ellos posados sobre una nube creando una escena celestial.
Por debajo vemos dos ángeles, uno de ellos queriendo elevar al ánima que porta una copa.
En la parte baja del retablo vemos varias ánimas entre las llamas del
Purgatorio, y una, que parece ser la Virgen consuela a una de ellas; también se
distingue la representación de un Papa entre las ánimas.
El Peto de Ánimas se complementa con la presencia de otro monumento de
gran simbolismo elevándose junto a él, un modesto Cruceiro.
Además de entregarse a las manifestaciones de fervor religioso, los visitantes tienen la oportunidad de deleitarse con la belleza del entorno natural que ofrece la parroquia de Xende y sus alrededores. Por Paradela de Xende se extiende una Ruta de Senderismo fascinante que conecta con la Fervenza de Liñares. A lo largo de esta ruta, los caminantes pueden descubrir cruces de piedra que cuentan historias antiguas y molinos que, en tiempos de escasez, sirvieron como sustento crucial para muchas familias. Hoy, estos molinos se erigen como un tesoro etnográfico de gran atractivo turístico.
¡Ven y descubre la magia que solo esta parroquia puede brindar!
TODA LA INFORMACIÓN INCLUÍDA EN ESTA PUBLICACIÓN HA SIDO RECOGIDA DE LOS
SIGUIENTES ENLACES:
https://concellodalama.com/parroquias/xende/
https://concellodalama.com/turismo/festas-romerias-e-feiras/
https://viajes.lavozdegalicia.es/noticia/2019/12/27/cruceiro-technicolor/00031577463397947559922.htm
http://patrimoniogalego.net/index.php/115855/2023/05/cova-esmoleiro-de-santa-barbara/
https://es.wikipedia.org/wiki/V%C3%ADa_crucis
https://amarguras.es/2023/02/08/la-simbologia-del-pelicano-del-amor/
https://es.aleteia.org/2019/08/08/bestiario-de-la-biblia-el-pelicano-simbolo-del-amor-a-cristo/
http://patrimoniogalego.net/index.php/115288/2023/03/igrexa-parroquial-de-san-paulo-de-xende/
http://patrimoniogalego.net/index.php/115304/2023/03/peto-de-animas-de-xende-i/
http://patrimoniogalego.net/index.php/category/comarcas/pontevedra/a-lama/
https://karkallon.blogspot.com/2013/01/santo-cristo-de-xende_30.html
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SORPRENDENTES LUGARES DEL CONCELLO DE A LAMA EN EL ENLACE, CON UN MAPA PARA LLEGAR
A CADA UNO DE ELLOS.
Me encantan estos recorridos, que me los apunto. Espero verlos algún día, aunque hay tanto para ver. Besos.
ResponderEliminarTe entiendo perfectamente, pues a mi me pasa lo mismo Teresa. Tengo tantos lugares para ver que necesitaría varias vidas para conseguirlo. Ya me pasa con todos los que tengo por publicar, pues todavía no creo que tenga ni la mitad de los visitados, publicados. Es mucho trabajo y tiempo, pero en ello estamos. Además, como puedes ver, tenemos un blog de cada comunidad autónoma. Un saludo Teresa y gracias por todo!
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