GALICIA PUEBLO A PUEBLO: LEYENDAS Y CRUCEIROS DE SANTA MARÍA A NOVA, NOIA

Cuenta la LEYENDA DE A SERPE DA QUINTANA DOS MORTOS, que en este cementerio había muchas serpientes peligrosas, pero una destacaba entre todas por su tamaño y porque devoraba a todo ser viviente que entraba en él.

Un ESCUDO en la entrada al camposanto, recuerda como el valiente caballero Armero, encomendándose a la Virgen María, mató con su espada a esta enorme bestia.

Según Álvaro de las Casas, se trataría de un simple adorno del siglo XVI. Pero también podría relacionarse con la leyenda. Sin embargo, otros autores como Barroso Castro y Neira Pérez, argumentan que podría estar en relación con la Cofradía de los Clérigos de Nuestra Señora de la Concepción, dedicada a la celebración de cultos fúnebres, pues la iglesia fue sede de la misma. Así, representaría el capítulo 12 del Apocalipsis donde Miguel y sus ángeles combaten y derrotan a un dragón.

Durante el encuentro del grupo de facebook LA MAGIA DE LAS PIEDRAS

El lugar, además de albergar uno de los más importantes MUSEOS DE LAUDAS GREMIALES del mundo, nos depara otras extraordinarias sorpresas.

Una es el CRISTO DO HUMILLADOIRO, un cruceiro del siglo XVI, bajo baldaquino, que tendría como finalidad la realización de prácticas litúrgicas para mediar por los difuntos, así como adoctrinar a los vivos que asistían a dichas prácticas, siendo lugar de oración en el cementerio.

Sin embargo, el crucero que alberga ya no es el original, una cruz de bronce, que fue llevada a la Exposición Regional de Arte Retrospectiva de 1909 y no volvió.

Dicho palio de piedra está formado por cuatro pilares que sostienen los frisos, dos de ellos historiados. Muy desgastados, apenas se perciben los relieves. En uno se representa a un animal herido que huye del hombre y de los perros...

... y para algunos, en el otro a la luna en sus cuatro fases, alegorías de nuestra existencia.

Castelao los dibujó en su obra As cruces de pedra na Galiza. Señalar también, que este es, junto al hermosísimo CRUCEIRO DE LA SANTÍSIMA TRINIDAD de Baiona, los dos únicos cruceiros con baldaquino que existen en Galicia.

Cuenta la LEYENDA, que el cruceiro fue donación de un soldado del Temple que regresó de las cruzadas y trajo tierra de los Santos Lugares, con la que se dice que se rellenó el cementerio.

Otra LEYENDA dice que el origen del cruceiro y su baldaquino, fue obra de dos hermanos inseparables (monjes del Templo del Señor de Jerusalén), que estaban combatiendo contra el infiel y quedaron separados en medio de una batalla. No volvieron a encontrarse más, a pesar de que el mayor estuvo buscando a su hermano durante siete años. Al fin regresó a su tierra natal de Noia y mandó levantar el cruceiro en memoria del joven desaparecido, al que creía muerto. Éste, que cayera preso, logro escapar, pero para cuando regresó a su tierra, el mayor ya había muerto, mandando construir el baldaquino sobre el cruceiro en su memoria.

Frente a la fachada lateral sur de la iglesia, podemos admirar un cruceiro gótico del siglo XVI, donado por Lope de Buya. Interesante ejemplo de esta tipología, en su cruz están representados, en el anverso, Cristo crucificado ante la presencia de María y Juan; en el reverso, la Virgen con el Niño; y en cada una de las caras del capitel aparecen los símbolos de los cuatro evangelistas, el tetramorfos cristiano.