VILLA DE CANGAS

La Zona Monumental acoge un rico patrimonio artístico cada vez más reconocido y valorado. En este antiguo burgo de pescadores, la mano sabia del cantero y el buen hacer de sus hombres y mujeres a lo largo de los siglos, acabaron  legándonos la preciosa  arquitectura marinera, que funde sus raíces en la tradición medieval. Pero Cangas no es solamente historia, sino también presente; un presente de grande vitalidad, en el que nuestro casco urbano continúa embelleciéndose con nuevos y magníficos edificios contemporáneos.

Comenzamos nuestro recorrido en la Casa del Ayuntamiento, obra de vanguardia que lleva el sello de un laureado arquitecto: Alberto Noguerol.

Desde aquí, nos asomamos al largo Paseo Marítimo flanqueado por la ría y los Xardíns do Sinal.

A sólo unos pasos nos topamos con la Capela do Hospital. Este sobrio templo formo parte de un pequeño hospital de peregrinos y pobres que desaparece, por deudas, poco antes del siglo XIX. Solo la capilla de Nuestra Señora de la Concepción permanece hasta que es vendida y desmantelada piedra a piedra en 1966. Su situación original fue en la calle de Eugenio Sequeiros, exactamente donde hoy está el edificio de Abanca. A finales de los años noventa un movimiento popular liderado por un arquitecto de renombre de la ciudad comenzó a tomar forma. El proyecto de reconstrucción de la antigua capilla, gracias a una bolsa de la Caixanova, culminó en el  2002 con su inauguración en los Xardíns do Sinal. La capilla hoy está dedicada a San Roque, a quien se le rendía culto.

Nos quedamos un rato frente a ella, contemplando su fachada de estilo barroco rural, enmarcada por dos columnas acanaladas y capitel jónico, un arco de medio punto con el nombre del fundador inscrito GUNDISALBUS NOGUEIRA ARAUJO (me)  FECIT. En la cornisa situada encima de la puerta encontramos inscrita la fecha de su construcción. ANO DE 1711.

Bien destacado en el frontón, el imponente blasón de su fundador, D. Gonzalo Nogueira de Araújo. Este escudo consta de cuatro cuarteles: el primero, el tercero y el cuarto muestran grabados relacionados con las armas del linaje de los Araújo: cruces flordelisadas, un castillo o casa torre y una figura de caballero. El segundo cuartel contiene una cruz, símbolo de la Inquisición de la que era comisario. Y en la cabecera del escudo, un yelmo de caballero.

Luego, aprovechando que estaba abierta, no asomamos al austero interior donde se encuentra la tumba de su fundador y en el que se exponía artesanía en madera del artista Santiago Córdoba. Pues la capilla ya no es utilizada para fines religiosos, pero funciona como una sala de exposiciones y es  lugar de bodas civiles.

Frente a los jardines se alza la Casa da Bóla, una de las casas mejor conservadas, tanto exterior como interiormente. Construida en el S. XIX en estilo neoclásico tardío, tiene tres balcones y está acabada en una bola de la que recibe en nombre. Hoy acoge la Oficina de Turismo.

Ascendemos luego por la Calle Real, salpicada de hermosas mansiones hidalgas que aún lucen con orgullo sus escudos de armas. También podemos ver impresionantes edificaciones de finales del S.XIX y principios del XX, con sus graníticas fachadas labradas con esmero, de blancas y alegres galerías. Y la Estatua Ecuestre de Santiago Apóstol, una de las imágenes más conocidas.

Así llegamos a la principal joya arquitectónica que atesora la villa, y máximo orgullo de los cangueses: la Ex-colegiata de Santiago. A finales del siglo XVI, el escultor Mateo López levanta la fachada de estilo plateresco, una de las más bellas de Galicia. En ella, se distinguen dos cuerpos donde están representados los cuatro evangelistas. Sobre ellos, un frontón triangular en el que se encuentra la figura del Cristo.

En el interior del templo destaca el retablo de la capilla mayor, donde se alza una imagen del Cristo del Consuelo del maestro Juan Pintos y una cruz de plata de gran valor artístico.

Allí también se conserva un venerado Cristo, acaso milagroso, del que se dice que «no quiso arder», pues en el año 1617 sobrevivió al incendio del templo por parte de los  piratas turcos. Uno de los hechos más dramáticos que vivió Cangas a lo largo de su historia.

Así, un 4 de diciembre, once buques corsarios turco-berberiscos fondeaban en las Islas Cíes con el propósito de causar el mayor destrozo posible en las posesiones de la Corona Española. Los piratas trataron de apoderarse de Vigo antes de dirigir sus proas contra Cangas, que entonces era una humilde villa de pescadores totalmente desprotegida, que no disponía de recinto fortificado, ni tampoco de artillería. A primeras horas de la mañana, alrededor de 1.000 hombres desembarcaron en la Playa de Rodeira y en Punta Balea, ante las aterrorizadas gentes del lugar. A las mermadas tropas se unieron numerosos vecinos mal armados, protagonizando una lucha desesperada, en abrumadora inferioridad numérica. A las pocas horas, los que consiguieron huir a los montes cercanos pudieron contemplar un espectáculo espantoso: la villa ardía por los cuatro costados y docenas de cadáveres sembraban las calles. Los turcos se dedicaron a saquear los aledaños durante tres días y con ellos se llevaron un gran botín, pero también a decenas de personas cara el cautiverio de Argelia. El pueblo de Cangas tardó mucho tiempo en recuperarse de aquel desastre.

Dejemos aún lado esos lamentables hechos históricos y continuemos nuestra visita contemplando la cercana Casa da Xuventude, o si bajamos las escaleras ubicadas a la derecha  de la iglesia, encontramos la Casa Barbicas. Tanto ella como la que tiene enfrente, son dos bellos ejemplos de las típicas "casas de patín", las casas marineras por excelencia de Cangas.

Desde aquí, aprovecharemos para visitar el MUVI o Museo do Videoxogo, el primer museo dedicado al sector del videojuego que hay en la comunidad gallega. Se trata de una muestra todavía por crecer, en la que podemos encontrar modelos de videoconsolas y juegos históricos. Hay más de centenar y medio de sistemas electrónicos diferentes.

Y el Mausoleo del Cementerio de Cangas, obra muy cargada y posiblemente la más lograda de Cerviño. Es la tumba de don Joaquín Francisco Graña y Bernardo Fandiño. Posee unos finísimos paños que parece imposible que se puedan lograr y realizar en granito. Esbeltísimas columnas salomónicas. Puede considerarse también una obra de estilo ecléctico. Fue realizado en los años 1899-1901.

Volvemos sobre nuestros pasos hacia la Rúa Hío, para dirigirnos hacia al Eirado do Costal, corazón del barrio que fue el núcleo primitivo de Cangas. Sus tortuosas calles esconden muchas y muy hermosas casas de patín, alternándose estas con otras modalidades de morada marinera, como la "casa con desván" o entre medianeras. También aquí sorprende al visitante un venerable hórreo, que desde su extraña localización sobre un muro, nos recuerda los duros tiempos en los que tener el sustento de cada día era todo un lujo.

Subirás por la Rúa de Síngulis, donde se encuentra un gastado escudo de la Inquisición, donde recordaremos que, entre los años 1619 y 1628, numerosas mujeres de Cangas fueron juzgadas por la Inquisición por supuesta “brujería”. Hoy en día sabemos que aquellas desgraciadas fueron en realidad víctimas de una invención de los inquisidores. La caza de “brujas” estuvo directamente provocada por el empobrecimiento general que siguió a la invasión turca del año 1617. De entre todas estas mujeres destaca María Soliña, protagonista de varias cantigas.

Luego llegarás a la Plaza del mismo nombre, en la que luce un hermoso cruceiro barroco.

Bajaremos entonces a los Xardíns Félix Saoge donde podemos ver el  Monumento al Filántropo nacido en Cangas, Xosé Félix Soage Villarino. En 1914, año de su muerte, en agradecimiento a su labor, la villa de Cangas quiso recordarlo en una escultura de Asorey, uno de los más grandes escultores de principios del siglo XX, y en ella se ve la combinación de materiales: el busto de Soage, realizado en bronce en la parte alta del conjunto, y lo que parece la figura de un marinero, vestido con ropa de aguas y botas. Por la parte trasera, una gruesa cadena esculpida en la piedra rodea la escultura, y en los perfiles sobresalen los extremos de un barco, la proa y la popa. Además, el conjunto se asienta sobre uno pequeño estanque, en el que podría parecer mar. Todo esto nos lleva a pensar en la figura de un marinero.

Como tantos hombres en aquella época, emigró a Argentina. Gracias al dinero que él aportó, se pudo construir el Mercado, destruido por el temporal en 1894; hacer la pavimentación de los Barreros; una traída del agua; el  Palco de la Música de la Alameda; la reconstrucción de la bóveda central de la Iglesia (qué era de madera) y el órgano; así como muchas necesidades particulares. 


En esta alameda también encontramos dos esculturas de Xoan Piñeiro. Un autorretrato y la bella escultura A volta do mar. Esta última escultura del año 1952, representa la desesperación de un padre marinero a la llegada del mar sin nada para dar de comer a su familia. Su mujer se apoya en él con tristura, mientras el niño mira con curiosidad el cesto vacío.


Ya al final de la Alameda Vieja nos topamos con el Reloj de Guitián, un equipo de predicción meteorológica construido en el año 1907 y desde un principio consulta obligada para los marineros antes de salir al mar.

Está dotado de cuatro esferas, veleta y cuatro aparatos meteorológicos: termómetro, higrómetro, otro que mide la velocidad del viento y otro que nos dice el estado del tiempo (seco, lluvioso,...) Perdió importancia debido a los grandes avances, pero sigue siendo lugar de referencia y un punto de encuentro para los vecinos de Cangas.

Desde aquí nos asomaremos a la riqueza arquitectónica del Barrio de Outeiro. En la Plaza del Arco, antigua puerta de entrada a la villa, encontraremos uno de esos rincones recogidos y de encanto singular, donde se dice que durante la edad media vivieron judíos. La calle Antonio Garelly conserva la Fonte  Ferreira, un antiguo lavadero; así una de las más primorosas «Casas de Patín». Otro ejemplo es la ubicada en la calle Pablo Iglesias, donde pasmaremos ante los enormes portalones que en su día fueron utilizados para guardar embarcaciones de pesca.

Otro de los imprescindibles en la visita a Cangas, es acercarse al Puerto de Pasajeros de Cangas, un punto esencial en el transporte marítimo de la región, especialmente para la conexión diaria con la ciudad de Vigo y la puerta directa al paraíso natural de las ISLAS CÍES (enlace a nuestra publicación).

Y al Puerto Deportivo Rodeira y el Puerto Pesquero, donde la brisa suave olía a sal, a redes secándose y a vida marinera.


Desde aquí podemos realizar numerosas Rutas de Senderismo con diferente longitud y tipo de dificultad.

Para los que gusten de algo muy sencillo, nosotros realizamos el ITINERARIO PEATONAL CANGAS - PRAIA DA CUNCHIÑA  (enlace a nuestra publicación), en cuya publicación te llevamos de la mano por nuestro recorrido, semi-accesible a personas con movilidad reducida, arrancando al comienzo del Paseo Marítimo, justo donde el mar y la memoria se encuentran, frente a la Pedra do Sinal, también conocida como 'El Galeón'. Un monumento de Manuel Coia instalado en el año 2001 en homenaje a las gentes del mar de esta localidad gallega.

Pero los más osados tienen la oportunidad de prolongar el camino en varios tramos que comparten recorrido. Todos ellos parten del Puerto de Cangas y transcurren por las playas de Salgueirón y Cunchiñas, la Antigua Conservera Masso y por la Ballenera, edificaciones clave en la evolución económica de Cangas que dejaron huella en su historia.


La Ruta Cangas - Cabo Home, es una de las sendas costeras más hermosas y maravillosas que existen en toda Galicia. 

Por último, dentro de la Parroquia de Cangas, tampoco podemos perdernos el hermoso conjunto de Peto de Ánimas y Cruceiro da Madalena que data de 1878. Su creación es atribuida a Ignacio Cerviño. El crucero de piedra está situado encima del peto y presenta un cristo crucificado de singular belleza.

TODA LA INFORMACIÓN INCLUIDA EN ESTA PUBLICACIÓN, HA SIDO RECOGIDA DE LOS SIGUIENTES ENLACES:

https://cangas.gal/es/areas/turismo/parroquias/cangas

https://cangas.gal/es/areas/turismo/rutas/ruta-por-el-casco-historico

https://bluscus.es/que-ver-en/pontevedra/cangas/

https://www.queverengalicia.com/2012/05/que-ver-en-cangas.html

https://www.mardeons.es/blog/que-hacer-en-cangas-y-vigo/

https://destinoriasbaixas.com/rias-baixas/que-ver-y-que-hacer-en-cangas-do-morrazo-y-alrededores/

https://galiciaquever.com/que-ver-en-cangas-do-morrazo/

https://www.elespanol.com/quincemil/vivir/escapadas/20201012/mejores-planes-cosas-ver-cangas-visita/527698605_0.html  

https://www.paxinasgalegas.es/lugares-turisticos-cangas-2415ep_262ay.html?pagina=3

VISITA OTROS SORPRENDENTES LUGARES DEL MUNICIPIO DE CANGAS EN ESTE ENLACE, CON UN MAPA PARA LLEGAR A CADA UNO DE ELLOS.

ITINERARIO PEATONAL CANGAS - PRAIA DA CUNCHIÑA, CANGAS

En esta publicación te llevamos de la mano por nuestro recorrido, semi-accesible a personas con movilidad reducida, arrancando al comienzo del Paseo Marítimo de la VILLA DE CANGAS (enlace a nuestra publicación), justo donde el mar y la memoria se encuentran frente a la Pedra do Sinal, también conocida como 'El Galeón'. Un monumento de Manuel Coia instalado en el año 2001 en homenaje a las gentes del mar de esta localidad gallega.

En el imaginario popular gallego, el mar no es solo agua y sal, sino morada de un sinfín de criaturas fantásticas. Entre todas, brilla con luz propia la maruxaina, nuestra particular sirenita, que desde hace siglos seduce a marineros y curiosos. No sorprende que su silueta se repita de norte a sur de Galicia: aparece en fiestas costeras, en cuentos que se susurran junto a la lumbre y hasta en la llamada “otra bandera” de Galicia, la de la sirena diseñada por Castelao. Su leyenda ha inspirado esculturas y monumentos que salpican el litoral: desde la del municipio de CERVO (enlace a nuestra publicación), hasta la isla de Sálvora en las Rías Baixas, sin olvidar esta misma de la ría de Vigo, donde la maruxaina parece vigilar el horizonte y recordarnos que el océano guarda siempre un secreto.

Al fondo se proyectaba la CIUDAD DE VIGO (enlace a nuestra publicación), regalándonos una vista espectacular de la ciudad que se alza en la orilla opuesta, del ir y venir de veleros y pequeños barcos de recreo, mientras un gran crucero parece zarpar del puerto para emprender un viaje por el Atlántico.

Fuimos avanzando por el paseo y a solo unos pasos de este y el casco antiguo, nos topamos con la Capela do Hospital. Este sobrio templo formo parte de un pequeño hospital de peregrinos y pobres que desaparece, por deudas, poco antes del siglo XIX. Solo la capilla de Nuestra Señora de la Concepción permanece hasta que es vendida y desmantelada piedra a piedra en 1966. Su situación original fue en la calle de Eugenio Sequeiros, exactamente donde hoy está el edificio de Abanca. A finales de los años noventa un movimiento popular liderado por un arquitecto de renombre de la ciudad comenzó a tomar forma. El proyecto de reconstrucción de la antigua capilla, gracias a una bolsa de la Caixanova, culminó en el  2002 con su inauguración en los Xardíns do Sinal. La capilla hoy está dedicada a San Roque, a quien se le rendía culto.

Nos quedamos un rato frente a ella, contemplando su fachada de estilo barroco rural, enmarcada por dos columnas acanaladas y capitel jónico, un arco de medio punto con el nombre del fundador inscrito GUNDISALBUS NOGUEIRA ARAUJO (me)  FECIT. En la cornisa situada encima de la puerta encontramos inscrita la fecha de su construcción. ANO DE 1711.

Bien destacado en el frontón, el imponente blasón de su fundador, D. Gonzalo Nogueira de Araújo. Este escudo consta de cuatro cuarteles: el primero, el tercero y el cuarto muestran grabados relacionados con las armas del linaje de los Araújo: cruces flordelisadas, un castillo o casa torre y una figura de caballero. El segundo cuartel contiene una cruz, símbolo de la Inquisición de la que era comisario. Y en la cabecera del escudo, un yelmo de caballero.

Luego, aprovechando que estaba abierta, no asomamos al austero interior donde se encuentra la tumba de su fundador y en el que se exponía artesanía en madera del artista Santiago Córdoba. Pues la capilla ya no es utilizada para fines religiosos, pero funciona como una sala de exposiciones y es  lugar de bodas civiles.

Continuamos nuestro recorrido pasando junto al Puerto de Pasajeros de Cangas, un punto esencial en el transporte marítimo de la región, especialmente para la conexión diaria con la ciudad de Vigo y la puerta directa al paraíso natural de las ISLAS CÍES (enlace a nuestra publicación).

¡Y cómo no acordarnos de nuestra visita! Fue desde aquí donde nos embarcamos rumbo a ese paraíso natural de aguas cristalinas y playas de arena fina que parece sacado de un sueño.





Eso fue otra historia, ahora seguimos por este paseo que también merece la pena disfrutar. Y ahora pasamos junto al Puerto Deportivo Rodeira y el puerto pesquero, donde la brisa suave olía a sal, a redes secándose y a vida marinera.

Con el sol tiñendo de oro el horizonte, el imponente trasatlántico ya se deslizaba por la ría como una ciudad flotante, marcando rumbo hacia su próxima aventura.

Finalizado el Paseo Marítimo, continuamos ahora hacia la Av. de Bueu para seguir por la Rúa Arrecife, cuyo inicio en pronunciada pendiente y la falta de aceras accesibles, lo que obliga a circular por la calzada, complicando la marcha en silla de ruedas.

La calle pronto se abre de nuevo hacia la ría, como si quisiera presumir de paisajes. Desde aquí se disfruta una estampa preciosa de la antigua fábrica y del puerto o Peirao de Massó. A su lado, casi escondida, asoma la pequeña Praia do Salgueirón, un rincón tranquilo donde el agua parece invitar a una pausa para el baño.

Allí, la Fonte de Massó aparece casi de sorpresa como un pequeño altar de piedra entre mar y memoria, para recordarnos la época en la que la familia Massó marcaba el ritmo de Cangas con sirenas de trabajo y barcos de vapor.

Ahora continuamos por el Paseo Marítimo de O Salgueirón, cuyo acceso tiene una pequeña dificultad para la silla de ruedas, pero que luego se descubre como una joya costera, donde el mar, la memoria industrial y el paseante se encuentran.

Caminamos junto a la Antigua Fábrica Massó, donde sus muros de piedra y ladrillo, su esqueleto de hierro oxidado, sus tejados rotos y su alta chimenea, nos hablaron de otro tiempo más prolífico. Fue en 1941 cuando se construye la fábrica en el lugar donde antes estaba la salazón Paganini, levantando este complejo conservero con la última tecnología, integrando: una cámara frigorífica; una fábrica de envases y zona de varaderos para la reparación de flota pesquera; un taller mecánico e instalaciones para la producción de harinas y aceites de pescado. Fue una de las conserveras más importantes de Galicia y un motor económico. Pudimos imaginarnos la vida que allí bullía: mujeres enlatando sardinas, hombres trabajando en los barcos y el olor del pescado recién cocido. ¡Es imposible no sentir algo al estar frente a ese lugar!

Asomando al paseo se abre la Praia canina da Cunchiña, pequeña, recogida, con arena clara y muchas conchas (como promete su nombre).

Y al final de este tramo del paseo, de 916 metros de longitud, como premio, el disfrute de unas preciosas vistas a la ría.

Ya no podíamos continuar más, la senda hacia el Paseo Marítimo da Congorza se hizo inaccesible en silla de ruedas.

Volvimos despacio, con el sol poniéndose y tiñendo de dorado todo a nuestro alrededor, y así, desandando nuestros pasos, llegamos de nuevo a Cangas.


En el inicio de la Alameda Vieja nos topamos con el Reloj de Guitián, un equipo de predicción meteorológica construido en el año 1907 y desde un principio consulta obligada para los marineros antes de salir al mar.

Está dotado de cuatro esferas, veleta y cuatro aparatos meteorológicos: termómetro, higrómetro, otro que mide la velocidad del viento y otro que nos dice el estado del tiempo (seco, lluvioso,...) Perdió importancia debido a los grandes avances, pero sigue siendo lugar de referencia y un punto de encuentro para los vecinos de Cangas.

En la alameda también encontramos dos esculturas de Xoan Piñeiro. Un autorretrato y la bella escultura A volta do mar. Esta última escultura del año 1952, representa la desesperación de un padre marinero a la llegada del mar sin nada para dar de comer a su familia. Su mujer se apoya en él con tristura, mientras el niño mira con curiosidad el cesto vacío.


Y por último el Monumento al Filántropo nacido en Cangas, Xosé Félix Soage Villarino, que como tantos hombres en aquella época, emigró a Argentina. Gracias al dinero que él aportó, se pudo construir el mercado, destruido por el temporal en 1894; hacer la pavimentación de los Barreros; una traída del agua; el palco de la música de la Alameda; la reconstrucción de la bóveda central de la Iglesia (qué era de madera) y el órgano; así como muchas necesidades particulares. En 1914, año de su muerte, en agradecimiento a su labor, la villa de Cangas quiso recordarlo en una escultura de Asorey, uno de los más grandes escultores de principios del siglo XX, y en ella se ve la combinación de materiales: el busto de Soage, realizado en bronce en la parte alta del conjunto, y lo que parece la figura de un marinero, vestido con ropa de aguas y botas. Por la parte trasera, una gruesa cadena esculpida en la piedra rodea la escultura, y en los perfiles sobresalen los extremos de un barco, la proa y la popa. Además, el conjunto se asienta sobre uno pequeño estanque, en el que podría parecer mar. Todo esto nos lleva a pensar en la figura de un marinero.

Así, el itinerario ya no fue sólo un camino: fue un viaje por la historia, por la identidad de un pueblo que siempre ha vivido con los pies en la tierra y la mirada puesta en el mar.


TODA LA INFORMACIÓN INCLUIDA EN ESTA PUBLICACIÓN, HA SIDO RECOGIDA DE LOS SIGUIENTES ENLACES:

https://ailladosratos.org/es/la-capilla-del-hospital-ii-la-capilla/

https://cangas.gal/es/areas/turismo/patrimonio-religioso/capillla-del-hospital

https://cangas.gal/es/areas/turismo/etnografico/reloj-de-guitian

https://cangas.gal/es/areas/turismo/rutas/ruta-por-el-casco-historico

https://cangas.gal/es/areas/turismo/rutas/senda-costera-cangas-donon

https://www.elespanol.com/treintayseis/cultura/conoce-vigo/20240602/sirenita-cangas-do-morrazo-simbolo-cultura-marinera-plena-ria-vigo/859414137_0.html

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