En el extremo oriental de Punta Nariga, situada entre las illas Sisargas, el cabo de San Adrián y
la punta do Roncudo, en
plena Costa da Morte, se alza desde 1998
el faro más moderno de Galicia, sobre un agreste acantilado golpeado por el mar
e incesantes temporales.
Este FARO DE PUNTA NARIGA con sus 50 metros de altura de plano focal y 22
millas (41 km) de alcance luminoso, es un extraordinario diseño del arquitecto César
Portela. En este contexto de indómita naturaleza, un faro, con su presencia,
introduce un nuevo factor dialéctico: el artificial.
La secuencia cabo-faro-mar es paradigmática y mutante con las distintas
épocas del año y las horas del día.
Con tiempo calmo y despejado, la quietud del entorno serena la imagen y
acrecienta el estatismo del faro; en días tormentosos, los cambios de luz y el
movimiento de las nubes transmiten al conjunto un constante dinamismo.
De día, la solitaria silueta parece dormitar de pie, ...
...mientras que al atardecer de pronto cobra vida y comienza a hacer guiños y a emitir destellos y ráfagas de luz que rasgan las tinieblas y se adentran en el mar.
...mientras que al atardecer de pronto cobra vida y comienza a hacer guiños y a emitir destellos y ráfagas de luz que rasgan las tinieblas y se adentran en el mar.
El conjunto edificatorio se estructura en cuatro cuerpos bien definidos.
El primero con su forma triangular, divide sus vértices haciendo que cada uno
de ellos cobre particular significado. El nordeste penetra en la roca como si
formara parte de ella, mientras que el sureste se asemeja al baluarte de una
fortaleza.
El orientado al oeste, se presenta cómo la proa de un barco que surca las
aguas, coronada por una escultura de bronce denominada ATLANTE.
Esta estatua, obra del artista Manolo Coia, es una figura con forma entre
un humano y una gaviota a punto de volar.
Sin duda, una silueta perfecta para las maravillosas puestas de sol de Nariga que ofrece este MIRADOR.
El segundo cuerpo, de forma prismática y base también triangular,
inscrita en la anterior, alberga los cuartos de instalaciones y de almacén, en
la primera planta, y las dependencias del farero, en la planta superior. La
cubierta plana se convierte en una PLATAFORMA-MIRADOR elevada siete
metros sobre la anterior.
ISLAS SISARGAS |
La relación y el contraste funcional y formal de estos cuatro elementos,
de geometría bien definida, y de ellos con el terreno en que se asientan y el
mar que los rodea, constituyen la esencia del proyecto.
FARO DE LAS ISLAS SISARGAS |
El entorno está lleno de magia en este conmovedor acantilado golpeado por
el mar, colmado de curiosas FORMACIONES ROCOSAS talladas por el viento y
la lluvia, que incluso te recordarán la
silueta de algún animal.
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