Castro de Saa, es un asentamiento fortificado de la Edad de Hierro situado
en la parroquia de Baltar, y uno de los más monumentales y singulares de la
provincia de Lugo.
Las potencialidades del castro, según las primeras investigaciones, son muchas, ya que este yacimiento podría ayudar a explicar la secuencia que va de la época castreña a la galaico-romana en Galicia, tal y como defiende Emilio Ramil.
El castro, hoy limpio y con la zona excavada “una superficie de 48 metros
cuadrados” resguardada por un vallado para evitar posibles daños, ya es un
nuevo reclamo en el municipio.
Muy próximo a FONMIÑÁ, su emplazamiento permite controlar
visualmente el valle del río Miño y una buena zona de la Terra Chá.
Se componen de tres murallas defensivas, con sus respectivos fosos, un
antecastro y la croa.
La croa o primero recinto circular de 100 m. de diámetro, está defendida
por una muralla perimetral.
El complejo sistema defensivo se completa, en la mitad meridional, con
tres fosos y tres parapetos, coincidiendo con el acceso al recinto,
apreciándose el vano o posible puerta de acceso.
Su visita es un viaje en el tiempo, un salto 2.000 años atrás. Y en el
espacio abierto en la tierra se pueden ver los restos de una vivienda galaico-romana de planta
rectangular, con esquinas redondeadas por el exterior y haciendo ángulo en el
interior.
Se aprecian dos pavimentos superpuestos en la casa.
En el primero de
argamasa amarilla, se encontraron entre 2.500 y 3.000 fragmentos de cerámica
“la mayoría castreños pero también algún material romano”, una moneda de
bronce, una fusayola “pieza de piedra que se usaba en los antiguos telares”,
algunos restos de hierro de posibles herramientas de la época y de carbón,
posiblemente de un incendio en la vivienda. Es mucho material que ofrecerá más
datos sobre la datación y la historia de este yacimiento, probablemente
habitado unos cien años.
Bajo los muros de esta edificación emerge otra muralla, de una construcción anterior posiblemente castreña, según los arqueólogos.
En el castro hay una cueva que fue descubierta de forma casual por unos
perros; hay quien cree que pudo estar poblada con anterioridad. Fue adquirido
por el Ayuntamiento para protegerlo de las actividades agropecuarias y
forestales que pudieran estropearlo.
Una interesante manera de conocer este enclave es recorriendo la Ruta PR-G153 AUGAS DE FONMIÑÁ. Este sendero parte del entorno de la LAGOA DE FONMIÑÁ hasta llegar a la playa fluvial del núcleo de Baltar, en A
Pastoriza. El trayecto – de baja dificultad- permite conocer los
característicos paisajes y humedales de la Terra Chá, la riqueza ecológica
del entorno natural de las cristalinas aguas del río Miño desde su nacimiento,
y el puntos de interés como la Iglesia de San Salvador de Crecente, este Castro
de Saa, el “puente viejo” de Miñota y el área recreativa de Baltar.
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