GALICIA PUEBLO A PUEBLO: FERVENZAS DE FERVENCEDO, ARANGA

El topónimo de "Fervenzas" alude al rápido movimiento del agua provocado por los saltos o por las corrientes, que simulan el efecto de hervir. En la parroquia de San Vicente de Fervenzas (ya os hablamos de su HISTORIA, IGLESIA Y BONITO CRUCEIRO), se localiza el lugar de Fervencedo, en el que el agua cobra un especial protagonismo.

El río Fervenzas o Vexo nace en los Montes do Gato y se junta con el Mandeo en COIRÓS. Tiene un recorrido con mucho desnivel en el que abundan las FERVENZAS (Cascadas).

Podemos acercarnos a este enclave desde la iglesia o aproximarnos al río para cruzarlo por un pequeño puente y tomar el camino de la derecha que va paralelo al río en su descenso.

Enseguida nos topamos con una presa, que antaño recogía las aguas para alimentar los molinos que resaltan entre la espesura de la otra orilla del río.

A partir de este punto, el río baja por una zona de rocas granítica muy encajado, formando varios saltos, alguno de más de 5 m y numerosos rápidos, todos muy hermosos.

Si queremos disfrutar de ellos desde una preceptiva más cercana, debemos estar atentos a las pequeñas sendas que se abren a la derecha del camino principal y que bajan en fuerte pendiente hacia la orilla del río.

Hay que ir con mucho cuidado, pues el terreno puede estar bastante resbaladizo, además junto a la orilla apenas existe sendero abierto. Una difícil la tarea, aunque merece mucho la pena.

Será la única manera de apreciar estas fervenzas salpicadas de sorprendente belleza. El agua parece hervir al chocar contra las rocas en su revoltoso y ruidoso descenso.

En mi dificultoso avance por la frondosa ribera, me topé con la estructura de un viejo molino.

Dejando atrás las ruinas, el cauce está colmado de peñascos entre los que arrebatado se abre paso.

Decidí volver al camino ascendiendo la ladera, para continuar bajando por el sendero principal (aquí bastante deteriorado y pedregoso), que nos acercará hasta un pequeño puente que salva el curso fluvial.

Desde el puente volvemos a vislumbrar la belleza con la que nos obsequia la naturaleza y entre la vegetación típica que lo ciñe, la estructura de otro molino.

También dependerá de la época del año en que visitemos el lugar, para que podamos contemplar estos saltos de agua con más realce.

El camino parece continuar, pero ya no parece ofrecer el mismo atractivo que el tramo recorrido anteriormente, por lo que decidir volver tras mis pasos. Si es cierto que aguas abajo, poco antes de entregar estas al Mandeo, ya en el ayuntamiento de COIRÓS, el también conocido como “O RÍO DOS DOUS NOMES”, nos deja otro maravilloso tramo colmado de belleza.