Forma parte de la plataforma costera de las Mirandas, en la que encontraremos
un escenario ideal para la práctica del chapuzón.
Es una playa de oleaje moderado, arena dorada y roca. Presenta un grado
de ocupación bajo y el acceso, en esta costa acantilada, debe hacerse mediante
escaleras (unas cuantas, pues quiero recordar que conté más de 180).
Su acceso se abre a la Ría de Ares y se conforma como un mirador natural
sobre las costas de Oleiros,
Sada
y del ARCHIPIÉLAGO DE LAS MIRANDAS, compuesto por la Mirandiña, Miranda
Pequeña o de Terra; y la Miranda Grande o Miranda de Mar, por estar más alejada
del continente.
Al mirar la costa de Ares a la cara, frente a frente, también se recupera
un mundo de LEYENDA que incluso ha sido estudiado por antropólogos y
escritores. El epicentro mitológico de la zona son las dos islas Miranda,
asociadas a una sirena.
Un hidalgo la descubre, se enamoran y se casan en secreto. Con el tiempo,
las escamas dan paso a dos piernas y la sirena abandona su vida junto a las
Mirandas. Cuentan que este es el origen del linaje de los Mariño, que tienen
por armas unas olas azules. En Caldas de Reis un relieve muestra la leyenda de
la sirena de los Mariño." El escritor Antonio Reigosa ofrece
una variante. «Un mariñeiro casa cunha serea muda e teñen un fillo -relata-; un
día, farto do seu silencio, ameaza con matar ao cativo e a serea berra e
expulsa algo que lle obstruía a gorxa».
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