El puente de Taboada Viejo, erróneamente llamado romano, es un puente medieval de estilo románico, que pertenecía al camino real que unía a las ciudades de Santiago y Orense, entre las parroquias de Prado (LALÍN) y Taboada (SILLEDA).
Sustituyó con seguridad a un anterior puente
construido en el mismo punto, probablemente de madera, de procedencia romana y del que adquirió el nombre (Pons Tabulata).
Por este lugar discurría la Vía de la Plata en su camino de peregrinaje hacia Santiago, ruta que aprovechó en parte el trayecto de las calzadas romanas.
Por este lugar discurría la Vía de la Plata en su camino de peregrinaje hacia Santiago, ruta que aprovechó en parte el trayecto de las calzadas romanas.
Quedó
sin uso al modificarse el trazado de la carretera, en la segunda mitad del siglo
XIX, al construirse el puente de Taboada Nuevo.
La
única utilidad que conserva hoy, es servir de paso a los peregrinos que marchan
por la Vía de la Plata hasta Santiago de Compostela.
El añejo monumento tiene un singular encanto por sus especiales características y la belleza del entorno, que le sirve de contexto, con bosques frondosos de ribera y el silencio del lugar en donde solo se oye el canto de los pájaros y el murmullo del agua.
El añejo monumento tiene un singular encanto por sus especiales características y la belleza del entorno, que le sirve de contexto, con bosques frondosos de ribera y el silencio del lugar en donde solo se oye el canto de los pájaros y el murmullo del agua.
Antes de
cruzar el puente, hay un pequeño vano con escalones que facilita el acceso
a un pequeño sendero que continúa brevemente por el margen derecho del río.
Es de sillería, con piedra del
territorio. Se realizó con un único arco de medio punto y considerable altura,
sobre dos peñas que estrechan el cauce del río hasta reducirlo a unos once
metros de largo.
Para su edificación, los bloques transportados se iban dejando acumulados a pie de obra para su talla y corte por los picapedreros. Posteriormente eran convertidos en bloques canteados, por la dificultad del terreno.
La clave del arco se sitúa a unos nueve metros sobre el nivel del agua. Una doble rampa de casi tres metros de ancho, hecha con losas de piedra, y un antepecho compuesto por dos hiladas de sillares del mismo material completan su diseño.
Su
construcción, bien elaborada, es muy austera. Los únicos detalles se observan
en el citado antepecho, cuyos sillares, encajados unos con otros para dar más
solidez a la obra, fueron rematados superiormente achatando sus aristas.
En la
entrada a la plataforma, al inicio de ambas rampas, se realizaron en los
pretiles, a ras de suelo, unos desaguaderos para evitar la acumulación de agua
durante las lluvias, del que aún se conserva parte de la calzada primitiva.
Existió hasta 2010, un reloj
de sol de sencilla traza de la clase reloj vertical llamados esferas
de misa,que se desprendió en una riada y que no se ha vuelto a
recobrar.
Pocos metros después de cruzar el
puente, camino de Santiago, hay una inscripción realizada en caracteres latinos
sobre la cara plana de una gran piedra parcialmente rota por un rayo, que dice:
“LaVORABERVNT isTA PONTE In ERA DCCCCL
eT FVIT PERFECTA pRIDIE KL DS APIES” (Trad.
(Labraron este puente en era 950 y fue terminado el 31 de marzo). La era
950 se corresponde con el año 912, su fecha de construcción.
El puente tiene además, varias cruces grabadas que se pueden diferenciar en distintos puntos, siendo la más visible, la del testigo central.
Se aprecia en un extremo del pretil del puente, dos
improntas abiertas en un sillar, producidas por las cuñas de hierro para cortar
la piedra llamadas cuñeiras.
Según técnicos expertos, el puente
viejo de Taboada fue reconstruido varias veces, razón que justifica que apenas
se perciban signos lapidarios o 'marcas de cantero' , ni tampoco los
clásicos mechinales u orificios cuadrangulares en los sillares, donde
sucesivamente, según avanzaba la construcción, se iban empotrando las cabezas de
las vigas del andamiaje. Estos testigos fueron muy característicos del medievo,
en el que a lo largo de las rutas jacobeas hubo una gran actividad constructora
y reconstructora de puentes.
Ofrece una singularidad digna de indicar,
de la que antiguamente se hacía alarde ,y consiste en, ubicadas dos personas en
las banda opuestas de puente y dando un golpe con la espalda sobre un pretil,
lo percibe claramente la persona situada en la banda opuesta, demostrando de
este modo que todo el puente se agitaba, pese a su firmeza y solidez.
Río arriba La Deza, como se reconocía en la antigüedad,
es atravesado por hasta tres puentes
más; el puente de Taboada Nuevo (1863), el puente de ferrocarril y el moderno
viaducto de la N-525.
Junto al puente existe el núcleo de
Puente Taboada, en donde podemos ver muestras de arquitectura tradicional en
forma de viejas casas del siglo XVIII, que aprovecharon las piedras de la
calzada para la construcción de estas.
Recientemente en 2012, y por primera
vez, se ha rendido respecto por este puente, con una celebración por sus 1100 años
de su construcción. Para la ceremonia se han compuesto unos versos en su honor
que dicen:
Pela via de
prata em cruzada
Detém-se o
tempo peregrino
Louva a
PRINCESA encantada.
Chama-lhe
Ponte Tabuada
Seu
descanso, sua meta, seu destino
Dá-lhe o
eterno e a razão
Que a
DEUSA-MÃE valoriza...
Ao ser
madrinha e então
Transforma-se
por condão
Na Deza que
te batiza
És Ponte das
Compostelas
Quando em
noites de luar...
Flamejam
tuas pedras
Como
empedrada de estrelas
Em novo céu
a brilhar
No teu mural
deixas ver
Um eFe de
feminino
Como verdade
a dizer
Que tudo em
ti é mulher
Sensual,
belo, divino
Daqui se
expande energia
Com que a
natureza abraça
Mistério,
paixão, magia
E a vida
brota em poesía
E a Deza
fecunda passa
É deste
sitio envolvente
Por
chamamento bendito...
Que um
arco-íris nascente
Em mesclas
de amor crescente
Faz ponte ao
nosso infinito
Já sem hora,
ao despedir
Pelo não
tempo prendada
Encantas,
pelo sentir
Que partir
não é sair
De ti... Ó
Ponte Taboada!
Pedro Santos. (POETA
LUSO)
En el muro que hay hacia la derecha, ante de llegar el puente, hay un signo, una f en cursiva de muy bello trazado, lo que revela la parte femenina del nombre, al que Pedro Santos, hace alusión en este poema.
Que bonito reportaje...esta en mi lista de proximas visitas!
ResponderEliminarMuchísimas gracias Victor, no te defraudará!, además en el entorno, encontrarás otros rincones maravillosos para visitar. Un saludo.
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