La arqueología en Lugo suele apellidarse romana, pero hubo mucha vida
antes y después de Lucus Augusti. Existen multitud de indicios que dan fe de
ello, como la cámara dolménica situada en la parroquia de Santa María Madalena
de Adai.
De esta, tan solo quedan unos pocos restos en un estado de conservación
sumamente precario, aunque al ser uno de los pocos ejemplos de megalitismo
próximos a la ciudad de Lugo, bien merece una visita.
Es un pequeño monumento megalítico de cámara poligonal, formado por cinco
ortostatos, mientras que el corredor posee dos.
Los restos de la etapa megalítica en las cercanías de Lugo, tales como
túmulos o el citado dolmen de Adai, no han sido estudiados en profundidad, por
lo que su datación abarca un período bastante amplio, que va desde el 3200 a.
C. hasta el 1800 a. C.
En el contorno se encuentran pequeños túmulos que podrían ser más mámoas
de la necrópolis.
Donde la arboleda que se observa en la parte superior de la siguiente foto, se encuentra el conjunto de petroglifos de Adai, datados los más antiguos en la edad de
Bronce y el misterioso yacimiento arqueológico de Pena Fita, que ofrece la peculiaridad de
ser un grabado rupestre con la forma de los cimientos de una casa prehistórica
hecha en madera, siendo éste un caso único en la región y probablemente en
Europa.
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