GALICIA PUEBLO A PUEBLO: CURRO DE SABUCEDO, A ESTRADA

CURRO DE SABUCEDO, A ESTRADA

En el Curro de Sabucedo tiene lugar una de las más elevadas manifestaciones de autenticidad, identidad, y voluntad colectiva de todas las que integran nuestro legado cultural: A RAPA DAS BESTAS DE SABUCEDO.

Esta celebración consiste, como en otros curros, en recoger los caballos del monte, meterlos en el curro, raparlos y marcarlos (en la actualidad con microchips) y se realiza cada año durante cuatro días, el primer viernes, sábado, domingo y lunes de julio.

A primera hora de la mañana (hacia las seis y media) tras los fuegos de palenque y repique de las campanas que se encargan de despertar a la gente del pueblo así como a los forasteros que duermen en la acampada del “Campo do Medio”, se celebra la “MISA DA ALBORADA”, donde se pide protección a San Lourenzo (patrón de Sabucedo), para los animales y las personas que participan en la fiesta.

A continuación, los vecinos de Sabucedo, acompañados de muchos visitantes que los ayudaran en “A Baixa” (como se conoce en Sabucedo la reunión de las “bestas” para conducirlas hasta el pueblo, donde permanecerán durante tres días), se reúne en el lugar conocido como O Celeiro para a continuación subir, por la robleda de Piquite, en la busca de las “greas” (manadas) que viven libres durante todo el año en una extensión de más de 200 km² del monte de Montouto. Los más de 600 caballos (14 manadas, llamando “bestas” a las hembras y “garañones” a los machos), se conducen hasta alcanzar la vaguada de “O Peón”, donde son reunidas. Una vez despachado el tentempié y ya calmados los ánimos, se reemprende la marcha hacia Sabucedo. Mientras no se llevan al curro, “as bestas do Santo” permanecen en un cercado próximo al pueblo (Cataroi), donde se pueden alimentar y así coger fuerzas para soportar con valentía la lucha que pocas horas después afrontarán con los también no poco valientes “aloitadores”.

La parte más espectacular de la fiesta es el CURRO, donde los “aloitadores” y caballos confrontan técnica y fuerza cuerpo a cuerpo, para inmovilizar al animal y cortarle las crines. Aquí los aloitadores no utilizan cuerdas, palos o aparatos para reducir al animal, tan sólo su destreza y su cuerpo para realizar su labor, una pericia que se hereda de generación en generación (dos aloitadores van a la cabeza y uno al rabo). El primero de los aloitadores que va a la cabeza debe ser el que salta encima del caballo y cabalga sobe él. Poco después, el segundo de la cabeza acude en su ayuda. Cuando éste llega y se engancha sobre las crines delanteras, el que está subido en el équido debe bajarse. Al mismo tiempo el aloitador que va al rabo, debe hacer una serie de movimientos para intentar desequilibrar al animal. Cuando el caballo queda inmovilizado, se procede al corte de las crines, que los niños se ocupan en guardar en las “esteiras”.

Rapa das Bestas 2014 vídeo oficial www.dreamsfactory.es from Aerocamaras / Dreams Factory on Vimeo.

A “aloitar” se aprende desde pequeño, puesto que son los niños los que inician el Curro cogiendo los potrillos para separarlos y que así no se hagan daño en las diferentes tareas. El niño “se inicia” simbólicamente en la juventud o madurez, guiado por los ya iniciados. De esta manera, el niño queda admitido simbólicamente en el grupo de los que van a tener parte activa en los trabajos con los caballos salvajes en el futuro, como legado de una tradición. En Sabucedo, durante la Guerra Civil, época en la que muchos vecinos de Sabucedo fueron llamados a filas, tuvieron que ser las mujeres que quedaban en la aldea las que se encargaron de organizar la Rapa das Bestas durante los años que duró la contienda.

Caballos Salvajes (english subtitles) from Juan Rayos on Vimeo.

Entre de los trabajos que se realizan dentro del Curro, tienen especial importancia las tareas de desparasitación interna de los animales, mejorando las condiciones higiénico-sanitarias de los caballos.

Anteriormente a la construcción del «curro vello», la rapa se realizaba en el atrio de la iglesia parroquial, lo que ocasionaba muchos problemas. Fue el párroco Felipe Carabeo quien en el año 1778 pidió permiso al Arzobispado de Santiago para construir un recinto donde realizarla: el Curro. En 1779 se celebra la primera rapa en el «curro vello», que estuvo en uso durante casi 220 años.

Imagen de la página: http://rapadasbestas.gal/es/portfolio-item/la-iglesia-y-el-curro-vello/

Con el paso de los años, el «curro vello» se fue quedando pequeño. En 1995 se decidió construir el «CURRO NOVO», inaugurándose las nuevas instalaciones en 1997. Con la ampliación acometida en el año 2012, la capacidad del curro aumenta hasta las 1500 localidades.

Según cuenta la LEYENDA, nació en 1567, tras pasar la peste bubónica que devastó la comarca, cuando dos hermanas ofrecieron a San Lourenzo un par de caballos a cambio de que las salvara de la enfermedad. Cuando ésta pasó, las mujeres cumplieron su promesa y entregaron los ejemplares al párroco de la aldea. Los caballos se fueron multiplicando por los montes y fue necesario marcarlos y cortarles las crines una vez al año para conocerlos y también, como parte de un tratamiento antiparasitario y un ritual de higiene.

Ya a principios del siglo XVIII se tienen noticias de la primera celebración festiva de la bajada de las bestas del monte, su posterior rapa y el marcado de los potros jóvenes. Aun así se cree, y algunos estudiosos como Manuel Cabada lo recogieron en sus libros, que la tradición es mucho más antigua e incluso podría ser prerromana puesto que se encontraron diversos petroglifos en la zona, donde se representan a hombres sobre caballos.

Imagen de la página: http://rapadasbestas.gal/es/o-monte/

En 1963 la fiesta fue declarada de Interés Turístico Nacional, y recientemente fue declarada en el año 2007 Fiesta de Interés Turístico Internacional, quedando así entre las cuatro que tienen este galardón en Galicia. El municipio de A Estrada está hermanado con Almonte, en la provincia de Huelva, debido a que en este último tiene lugar una fiesta similar llamada Saca de las Yeguas.

“O ciclo todo da festa de Sabucedo, no que a rapa é só un capítulo, podemos velo como un relato, unha representación, na que contan á par os seres humanos e os seres máis portentosos do monte, os fillos do vento”. Manolo Rivas

Ha superado la peste y acontecimientos similares como la Gripe de 1918, así como otros de naturaleza también trágica como la Guerra Civil de 1936- 1939, años en los que las mujeres, ancianos y niños cumplieron con la tradición y “no dejaron una besta sin rapar”. Por lo que este año, ante la actual situación del Covid-19, han tomado la decisión de trasladar la rapa al fin de semana del 15 y 16 de agosto.

Desde este punto podemos iniciar alguna de las estupendas rutas que recorren estos parajes, como la del Conjunto etnográfico Vesacarballa y Serra do Mestre, la de Senderismo y BTT en la ruta Rapa das Bestas, y también la PR-G 197 Ruta de Codeseda-rapa das bestas.