La Fraga de Catasós, a las afueras de la villa de Lalín, esconde robles y
castaños centenarios. ¡Cuántos cuidados y mimos para que dieran sus frutos! Las
castañas sirvieron de sustento en los largos meses de invierno de antaño y con
la madera de sus estilizados troncos se fabricaron las vigas de los pazos de
estas tierras del Deza.
Este entorno natural, compuesto de 5 hectáreas de alcornoques, robles y
castaños, protegidos bajo la figura de Monumento Natural, ahora crecen
orgullosos hacia el cielo y pasan por ser de los ejemplares más altos de Europa.
El paseo por el bosque es corto y fácil, pero la espesura de los caminos
depara siempre amenas sorpresas.
Por ejemplo, los troncos caídos con la fuerza de los vendavales, de los
que alguno se aprovechó para contar a los visitantes, anillo a anillo 270 años de
historia, a través de un castaño derribado en 1984 por el huracán Hortensia.
El paseo a través de la Fraga de Catasós es sencillo y está muy bien
señalizado. Los diferentes paneles informativos os harán la visita mucho más
enriquecedora, puesto que os aportará información para comprender el interés de
esta fraga, modesta en su extensión, pero intensa en cuanto a la fuerza y
belleza de su arbolado.
Derechos como mástiles de veleros en el centro de Galicia, se plantaron
buena parte de estos ejemplares que ahora forman este bosque también llamado CARBALLEIRA
DE QUIROGA. Las largas vigas que hacían falta en la construcción de los
pazos y casas grandes del campo gallego necesitaban árboles esbeltos. Sólo se
les podaban las ramas, pero nunca se descabezaban por lo que crecían hacia el
cielo sin engordar demasiado por la base.
El sotobosque alberga la mayor parte de la vida en este enclave: hongos,
musgos, líquenes, insectos, anfibios, reptiles, pequeños mamíferos... un buen
número de especies que pasarán desapercibidas a los inexpertos ojos de la
mayoría de los visitantes.
La descomposición de la madera y hojarasca que cubre
el suelo juega un papel clave en el mantenimiento de este frágil microambiente
que ha podido conservarse hasta nuestros días.
Robles y principalmente castaños alcanzan los 30 metros de altura y cinco
de perímetro. Por su porte distinguido, están considerados los mejores
ejemplares de castaños centenarios de Europa.
Se plantaron a comienzos del siglo XIX en la propiedad del pazo de la
familia Quiroga. En 1864 uno de los herederos (José
Quiroga y Pérez Deza), se casó con Emilia Pardo Bazán, que pasó temporadas
en esta casa e incluso se afirma que escribió aquí varios capítulos de la
novela Los Pazos de Ulloa.
Un corto paseo alfombrado de hojarasca nos llevará a conocer los rincones
íntimos de esta fraga, reducto del bosque caducifolio que antaño cubría buena
parte de la geografía gallega.
Ya a mediados del siglo pasado la FAO, Organización de las Naciones
Unidas para la Agricultura y la Alimentación, había reclamado la protección de
este bosque. En la actualidad es uno de los Monumentos Naturales gallegos para
el siglo XXI y forma parte del Catálogo de ÁRBORES SENLLEIRAS de Galicia.
Documento/s
relacionados
Breve descripción del espacio natural Descargar
Mapa topográfico Descargar
Formación senlleira "FRAGA DE CATASÓS"
Descargar
Otros valores naturales destacables de esta mancha forestal son la
presencia del narciso (Narcissus
cyclamineus), endémico de Galicia y norte de Portugal, y de la vacaloura (Lucanus cervus), ambas
especies están recogidas en el anexo II de la Directiva Hábitats y se
consideran vulnerables en Galicia.
RUTA DE LA FRAGA DE
CATASÓS: punto de inicio Quintela (Lalín); tipo de ruta, circular; km 1,2;
duración estimada 1 h.; dificultad baja; perfil:
Todos los públicos.
Mapa y
perfil de la ruta en formato PDF / Documento PDF (187 KB)
Descarga
de coordenadas en formato KML / Documento KML (177 KB)
Descarga
de coordenadas en formato GPX / Documento GPX (23 KB)
INFORMACIÓN RECOGIDA DE LOS SIGUIENTES ENLACES
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