El actual palacio de los obispos de Lugo, construido en 1743, es de estilo barroco. Actualmente alberga las dependencias de la Diócesis de Lugo.
Tiene cierto aire de pazo rural a pesar de su situación urbana, frente a
la CATEDRAL DE SANTA MARÍA, con la que define la PLAZA
DE SANTA MARÍA, una de las más hermosas de Lugo. Este generoso espacio, se inauguró en
noviembre 2011 una ventana arqueológica que nos permitirá disfrutar de la
visión de la PISCINA
ROMANA, encontrada en el subsuelo de esta plaza lucense.
La bella puerta principal, a la que se accede por una gran escalinata
moderna de cantería, está presidida por el ESCUDO del obispo D. Caetano
Gil Taboada, bajo cuyo pontificado se finalizó la obra, comenzada a principios
del siglo XVIII.
Antes del palacio barroco existió en el mismo solar un palacio gótico
tardío, construido hacia 1480, siendo obispo D. Alfonso Henríquez de Lemos, hermano
del conde de Lemos, Pedro Álvarez Osorio y que fue demolido por un voraz
incendio. Algunas partes de este fueron integradas en la nueva fábrica; una de
ellas el frontón que sobresale sobre el actual tejado en la parte central. Blasonado
a ambos lados con los escudos de Lemos y Osorio y coronado con las armas de los
Reyes Católicos, que a su paso por Lugo se hospedaron aquí, los días 10, 11 y
12 de octubre del año 1496. Esta circunstancia podría haber propiciado que se
aprovechase esta ocasión para hacer ostentación de los correspondientes
blasones ante tan regios visitantes. Cabe incluso la posibilidad de que la decoración de las vigas que ahora
han sido descubiertas en su interior, se llevase a cabo con motivo de la visita
de los Reyes Católicos a Lugo.
Otro de los blasones que podemos admirar en su fachada y tras la consulta realizada a la Asociación de Genealogía
Heráldica y Nobiliaria de Galicia, señalan que se trata de un escudo
del siglo XVIII, que mandó esculpir el obispo de Lugo (1700-1710), don Lucas
Bustos de la Torre. Descripción. Escudo partido de: águila (Busto), y una torre
donjonada con dos leones rampantes enfrentados en punta (de la Torre); timbrado
de capelo del que penden a cada lado las seis borlas por la dignidad de obispo,
colocadas sobre decoración vegetal, y con un querubín en la base del conjunto
heráldico.
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