Edificio de origen Románico, de la segunda mitad del siglo XII.
De la antigua estructura románica hace falta destacar la nave y el ábside, aunque este fue modificado, elevando su altitud.
Los muros son de mampostería y sillería de granito. En la fachada
presenta una pequeña espadaña de un solo vano, coronada por tres pináculos.
En cada uno de los muros laterales (Norte y Sur) conserva una variada y
polimórfica colección de CANECILLOS, algunos de ellos con figuras
humanas, aunque prevalecen las formas geométricas.
En el lado norte se observa una mayor riqueza y mejor conservación de las
formas, incluyendo una calabaza de pelegrino...
... o una curiosísima figura
humana recostada.
Tanto el tamaño más prominente,
como la propia variedad ornamental de los canecillos, hacen que algunos autores
consideren la posibilidad de que fueran fabricados en épocas más próximas al
estilo gótico que al propiamente románico.
Sin duda lo más llamativo resulta ser la PORTADA principal. De muy
exuberante riqueza decorativa y de muy hermosa factura, contrasta con la
sencillez del resto de la construcción.
Consta de dos arquivoltas de medio punto, perfiladas exteriormente por un
arco decorado de idéntica curvatura. La Mayor presenta una interesante ornamentación muy poco frecuente, tal y
como recoge J. Delgado, al incluir motivos geométricos en forma de X y florales
enmarcados en casetones. La arquivolta interior se ciñe al trasdós por una
escocia de bolas.
Ambas arquivoltas reposan en sendas impostas con diferente decoración en
cada una de ellas. Los capiteles y las basas de las columnas presentan también. diferente y esmerada
decoración geométrica.
El tímpano está decorado dos motivos geométricos en altorrelieve y una
cruz latina central. J. Delgado concluye que la simbología del tímpano alude a
la simbología de la esvástica castreña.
Fijándonos en los muros de la iglesia y en los del edificio que conforma
el cierre el atrio en el lado norte, pudimos descubrir un sillar reutilizado, así como el que parece un escudo sin ningún tipo de relieve, puesto del revés.
Y junto a él, un viejo
tronco, todavía erguido, del que antaño sería un majestuoso árbol.
Vilanuñe es el nombre de la única entidad de población de la que consta
esta feligresía, que se denominaba Vi/a Nuni en 1033, 1120, 1172, 1180; así
como también de Galicia. El antropónimo Nunnius sería una variante de Nonnius,
basado, no en el adjetivo numeral latino nonus 'nono, noveno', sino en nonnus
'abuelo', que en la Regla de San Bieito se recomienda a los monjes más nuevos
como forma de tratamiento con los más viejos ("quod intelligitur paterna
reverentia") y que, según parece, era una palabra egipcia que significaba
' eremita', algo así como abba 'padre mío'.
Antiguamente formó parte del arciprestazgo de Reboredo-Ventosa, pero a
excepción de las demás parroquias de Antas de Ulla, cuya jurisdicción ordinaria
recaía en el Conde de Lemos, la de Vilanuñe era de D. Bias Gil, D. Fernando
Arias y D. Xosé Varela.
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mi aldea preciosa!
ResponderEliminarEspero que le gustase la publicación. Un saludo!
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