Recuerdo de un antiguo convento franciscano, es este claustro de estilo
románico-gótico (s. XIV), el más singular y completo de Galicia.
En el siglo XIV, después del incendio que arrasó con el primer convento
franciscano de la ciudad (en la actual Plaza del Corregidor), la orden se
trasladó a este lugar en la ladera de Montealegre, donde permaneció hasta el
siglo XIX. Su centro de estudios de Teología y Gramática, fundado antes de
1725, liego a ser casi tan importante como el de la catedral. En 1843 el antiguo convento se transforma en cuartel de infantería (hasta
su clausura en 1984), produciéndose numerosas reformas: la más significativa,
el traslado piedra a piedra de la cabecera y fachada de su iglesia al Parque de
San Lázaro, donde se reconstruyó, dejando huérfano el claustro que hoy es
posible visitar.
Declarado Monumento Histórico-Artístico en 1951, el Claustro de San
Francisco ha sobrevivido a su azarosa historia conservando prácticamente
intacta la belleza de sus 63 arcos, todos decorados con seres mitológicos;
animales fantásticos y reales (perros, leones, elefantes); y motivos vegetales
esculpidos en piedra, de estilo gótico pero gran influencia románica.
Una imagen de San Pedro es la encargada de recibir a los visitantes,
aunque sin rostro, "se supone que tenía el pelo rizado y barba", y
será el mismo Santiago Apóstol el que despida la visita.
Las arcadas que delimitan el jardín rectangular, casi cuadrado, tienen
sesenta y tres arcos apuntados: dieciocho al poniente, trece al norte,
diecisiete al naciente y quince al sur. Se sostienen sobre 76 columnas
pareadas, con la excepción de las ocho que forman el ángulo noroeste, que son
únicas y tienen fustes con sección cuadrilobulada.
La diferencia con las otras columnas se debe la que en esta esquina del
jardín claustral, símbolo conventual del Edén, se situaba el “LAVATORIUM”,
fuente cubierta por una bóveda de nervadura también gótica. Esa estructura, hoy
desaparecida, permitía a los frades lavarse antes del refectorio, posibilitando
la higiene espiritual y física antes de escuchar la palabra de Dios mientras
comían.
Destaca por la profusión decorativa y en él encontramos dos tipos de
capiteles decorados: vegetales y figurados (con animales y figuras humanas).
En
lo estilístico, la escultura del claustro se corresponde con el estilo orensano
“denominación de Serafín Moralejo” en su fase de disolución (1325-1350),
mientras que en lo iconográfico, buena parte de las figuras derivan del repertorio
románico (PÓRTICO DEL PARAÍSO y Claustra Nova).
Las escenas figuradas no forman un programa homogéneo, se intercalan con otras de tema vegetal, ...
...y dentro de ellas hay escenas de combate (entre
animales,...
... entre centauros y criaturas fabulosas,...
... entre hombres y seres
fantásticos)...
... y escenas sobre la tentación y el pecado a las que se ve sometido
el cristiano.
El capitel del CENTAURO ARQUERO, aquí reproducido, se ubica en el
ala este y representa a una mujer, cubierta con capirote, que tensa su arco
para lanzar la flecha sobre un lobo que protege a otro con su cuerpo. El tema
de los centauros “de tradición clásica” lo había retomado el Maestro Mateo en
la PUERTA DEL PARAÍSO de la CATEDRAL COMPOSTELANA y el gótico
orensano lo reinterpreta en el claustro franciscano.
No hay un capitel que sea igual a otro, no se repite ni un sólo motivo, la
representación femenina es en su mayor parte a través de las figuras de arpías,
y el tema principal de todo el Claustro es la oración contra la tentación.
Al exterior la parte alta luce decoración con bolas sobre canecillos en
los que se repite la exuberancia ornamental, detalles que están en relación con
la catedral y con el palacio episcopal antiguo.
Siendo como eran los
franciscanos frailes que ensalzaban la pobreza, sorprende tanta decoración en
su claustro. Como eran predicadores, se valían de numerosos ejemplos fácilmente
entendibles por el pueblo, para adoctrinarlos, de ahí los motivos ornamentales
de esta fábrica, muy alejada de la austeridad edilicia que practicaban estos
religiosos.
En el ala norte se ve el acceso a lo que fue la SALA CAPITULAR,
luego transformada en CAPILLA FUNERARIA DE LOS SANDOVAL, del siglo XVI.
A ambos lados de la puerta se representa la escena de la Anunciación, estando,
según se entra, la Virgen a la izquierda y el arcángel Gabriel a la derecha,
posición cargada de significado.
También del s. XVI es la portada que se abre en el corredor oriental.
La nave de la antigua iglesia aún se conserva, pegada al claustro. Anexa
a esta por el sur, está la Capilla de la Venerable Orden Tercera, hoy
transformada en albergue de peregrinos y el espacio expositivo donde se
muestran parte de los fondos del MUSEO ARQUEOLÓGICO PROVINCIAL DE OURENSE (enlace a nuestra publicación).
El conjunto se completa con el Cementerio de San Francisco, en lo que era
la antigua huerta del convento, donde se encuentran enterrados muchos
personajes de la cultura de la ciudad (escultores, pintores, poetas…), este
cementerio fue declarado Bien de Interés Cultural en el año 2000; y el
Auditorio Municipal, un espectacular edificio contemporáneo, centro neurálgico
de la actividad cultural de la ciudad. Se están llevando a cabo obras de
rehabilitación para trasladar aquí la Biblioteca Provincial, convirtiendo a San
Francisco en el gran complejo histórico-cultural de la ciudad.
HORARIO: de martes a sábado de 11.30 h a 13.30 h y de 17 h a 20 h (entre junio
y septiembre incluidos, las tardes abrirá de 18.30h a 21.30h) domingos de
11.30h a 13.30h. Lunes y festivos: cerrado. 988 391 290
COORDENADAS: 42º 20' 14.0" N - 7º 51' 37.0" W
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