GALICIA PUEBLO A PUEBLO: FERVENZA DE AUGAS CAÍDAS, MAÑÓN

Visitamos la Cascada “Fervenza” de Aguas Caídas, un espectáculo para nuestros sentidos, donde el arroyo del Seixo remata su viaje de forma espectacular, regalando sus aguas al Sor en una ruidosa cascada que salva un importante desnivel.

Para ello, nos acercaremos al denominado refugio de "Aguas Caídas", en las proximidades de Mañón, entre las redondeadas montañas de la hermosa Sierra de Coriscada.

Es un lugar apacible colmado de extraordinaria belleza, que oculta una pequeña ÁREA RECREATIVA en el entorno forestal y fluvial del río Seixo o Couce, justo antes de precipitarse bulliciosamente por la ladera de la montaña.

Este maravilloso enclave, también nos obsequia con un espectacular MIRADOR, desde el que podremos disfrutar del hermoso paisaje que dibuja el Sor en su camino cara al mar y que la fuerza de este río excavó durante millones de años. Desde aquí solo podremos intuir la caída de agua.

Para verla en toda su grandiosidad, debemos descender hasta el pie de la cascada siguiendo el trazado de la Ruta de Senderismo, PR-G 204 MIRADOIRO DE AUGAS CAIDAS – RIBEIRA DO BISPO.

La peligrosa senda zigzagueante que existía anteriormente fue reformada, colocándose pasamanos y escaleras que, en poco más de cinco minutos, nos permite salvar el pronunciado desnivel entre el frondoso bosque de ribera.

Dificultad que se hace más evidente, si retornamos por este mismo camino en ascenso.

La visión que nos topamos al llegar es fenomenal. La prodigiosa FERVENZA DE AGUAS CAÍDAS o A MEXADOIRA se precipita por la pared granítica desde una altura superior a los 30 metros.

A este lugar, donde cae, se le conoce como la POZA DOS BIMBES.

Es el momento de disfrutar hechizados de este lienzo que la caprichosa naturaleza ha dibujado, donde el verde, que es el color predominante, despliega una amplia gama de matices. También de intentar captar con nuestra cámara tanta belleza.

Una vez vista la fervenza, se puede seguir el sendero que va junto al río Sor, rodeado de especies autóctonas, hasta el área recreativa de Ponte Segade.